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Real Maestranza de Sevilla

Jueves, 7 de abril de 2016

Corrida de toros

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Toros de El Pilar (desigualmente presentados, justos de fuerza).

Diestros:

Sebastián Castella: pinchazo, estocada caída y tendida, aviso, dos descabellos (silencio); estocada desprendida (silencio); pinchazo, estocada desprendida (silencio).

López Simón: estocada trasera, descabello (palmas); estocada en su sitio (oreja); aviso, estocada (oreja).

Banderilleros que saludaron: Domingo Siro, Miguel Ángel Sánchez, Vicente Osuna, Jesús Arruga y José Chacón.

Presidente: Ana Isabel Moreno.

Tiempo: soleado.

Entrada: tres cuartos de plaza.

Video: http://bit.ly/1YhR0T4

Crónicas de la prensa:

Puerta de Arrastre

Por Santiago Sánchez Traver

Llegó el mano a mano esperado, justificado sólo a medias desde mi punto de vista. Lo reconozco: no me gustan los manos a mano y menos aún las encerronas. Salvo excepciones contadísimas y justificadísimas. Pero, en fin, es lo que hay. Y no hubo competencia más allá de una corrida de terna. Fallaron los toros, los tres primeros de El Pilar, sin fuerza, sin cara y sin casta, indignos de una Feria y una plaza como ésta. Sirvió el cuarto mejor presentado y los que cerraron, más grandes, tampoco hicieron gran cosa. Por ello, Sebastián Castella se fue de vacío, porque quiso venir con estos toros. Está en el mejor momento de su carrera y lo sabemos, pero con estos bichejos no se le puede ver nada. López Simón sí aprovechó la tarde para cortar sendas orejas al más potable cuarto, al que ligó sólo al final de la faena con la izquierda, y con un arrimón al sexto, sabedor que era su única opción de triunfo si quería calentar aquello. Los capitalistas de los 50 euros se lo llevaron en hombros antirreglamentariamente porque el reglamento -que ya tiene 10 años, podían aprendérselo presidentes y delegados- dice en su artículo 59.2, “si se lidiaran tres reses, se permitirá la salida a hombros cuando se hayan obtenido al menos tres apéndices”. Está claro. Pues nadie hizo cumplir el reglamento. Esta misma irregularidad le costó a Juli en Huelva seis mil euros tras el correspondiente expediente. Veremos.

Lo mejor, lo peor

Por Sandra Carbonero

Lo mejor: el capote de Morante, Luque y el empaque de Manzanares

Lo mejor: Sevilla se rinde a López Simón. La corrida ha tenido un nombre propio: Alberto López Simón. El de Barajas superó con nota a su rival, Sebastián Castella. López Simón levantó la tarde en el cuarto. Un astado importante de El Pilar con movilidad y mucha calidad. Comenzó la faena por el pitón derecho dejando dos buenas series. Bajó el ritmo en los siguientes compases, faltando un poco de acople con el toro, hasta que Alberto cogió la zurda. Entonces brotaron naturales de bello trazo. Ligados, largos y con mucho gusto. Remató con adornos por bajo y con un estocadón. El otro trofeo llegó en el que cerraba plaza inventándose una faena que fue de menos a más. El diestro madrileño suministró altas dosis de emoción a los tendidos toreando con mucha verdad y valentía. Muy firme estuvo también con el complicado segundo.

Lo peor: ¿Mano a mano? Desde que se publicaron los carteles de Sevilla muchos aficionados se cuestionaron si el mano a mano Sebastián Castella – López Simón estaba justificado. Lo cierto, es que son los dos máximos triunfadores de la temporada pasada, y más tras sus puertas grandes en Madrid. La tarde de hoy ha dado más argumento a los detractores. Ha sido un duelo en que no ha habido competencia, ni tan si quiera en quites. Castella fue un adversario que estuvo por debajo de las circunstancias. Dejó detalles de buen toreo en el que abría plaza, pero sin llegar a calar lo suficiente en los tendidos. Fue otro toro a tener muy en cuenta con muchas virtudes. En cambio, el tercero no se lo puso fácil al francés y el desrazado quinto terminó echándose.

El País

Por Antonio Lorca. Orejas que no ocultan un petardo

López Simón cortó dos orejas, pero su triunfo no puede ocultar el sonoro petardo que él y su compañero Sebastián Castella protagonizaron en un cacareado mano a mano que fue una pantomima, un fraude, un petardo. El público —¡ay, el público de Sevilla!— está en su derecho de pedir el cielo, si así lo estima, pero el valor y la disposición del torero madrileño no pueden ensombrecer el engaño perpetrado.

Se corrió la voz de que el mano a mano de los dos triunfadores de la temporada traía la emoción asegurada. Pero, para empezar, una sorpresa poco agradable: la plaza solo se llenó en casi sus tres cuartas partes, asunto que debiera servir de reflexión para los taurinos.

Acertaron los que se quedaron en casa. La salida de los tres primeros fue una broma de mal gusto, toretes que en cualquier otra plaza de primera no pasan ni como novillos, sin hechuras de toro y sin cara. Y algo peor: inválidos, noqueados, amorfos y tullidos. Mejoró el cuarto por presentación y juego, con movilidad encastada en el tercio final. Y volvieron a las andadas los dos últimos, tan mansos como los demás y ayunos de fortaleza y bravura.

Así no deben venir a Sevilla dos toreros de la categoría de Castella, una figura contrastada, y López Simón, un joven que quiere comerse el mundo. Porque, ayer, ambos pusieron un grano de arena más para que esta fiesta desaparezca sin la colaboración de sus enemigos, porque ambos demostraron que veteranos y jóvenes están escasos de responsabilidad con este espectáculo, y porque Castella y Simón convirtieron a la tauromaquia es una ordinariez.

Porque una ordinariez indecente es que un toro doble las manos en cuanto sale al ruedo, no aguante un picotazo en el caballo y llegue a la muleta sin vida, con andares enfermizos y urgentes deseos de morirse. Pero, eso sí, todos de santa condición y de almibarado comportamiento, motivo único por el que las dos figuras los han elegido.

A Sevilla hay que venir con toros de verdad y todo lo demás es un cuento. A Sevilla hay que venir a demostrar que esta fiesta tiene sentido en pleno siglo XXI por la pervivencia de un animal poderoso, bravo y encastado con el que es posible crear una obra de arte.Ayer, ni toros, ni arte. Solo podredumbre.

Sebastián Castella pagó su pecado con la penitencia del silencio. Sus tres novilletes no le permitieron torear, sino jugar, todo lo más, al toro en un entrenamiento con público. Fueron muchos los pases, pero nada de que lo hizo tuvo interés. El tercero se echó dos veces en el albero antes de que entrara a matar. Un inválido total fue su primero; un juguete, el segundo, y sin empuje y a la defensiva el tercero. Ni se despeinó Castella, ni se manchó el traje.

López Simón elaboró un sucedáneo de faena ante su pegajoso primero y cortó la oreja del cuarto, el mejor de la tarde, con dos tandas de naturales largos y hondos al final de un interminable trasteo. Hasta entonces, su labor fue destemplada y con poco mando. Y en el sexto, también al final, hilvanó dos tandas de derechazos en un arrimón ante un toro amuermado. Y gran parte del público creyó estar viendo una obra de arte. Hasta la música se animó a tocar cuando iniciaba la séptima tanda en un alarde de preocupante insensibilidad.

Una tarde más estuvieron muy bien los hombres de plata, en especial, la cuadrilla de López Simón. Todos ellos saludaron tras parear con torería: Domingo Siro, sobresaliente, también, con el capote; Miguel Ángel Sánchez, Vicente Osuna y el tercero del equipo, Jesús Arruga, que se desmonteró tres veces con toda justicia. También destacó su compañero José Chacón con las banderillas y en la lidia.

En fin, que si se exceptúan estos detalles de excelsa torería, la tarde fue de una apabullante mediocridad. Las orejas que paseó López Simón no pueden ocultar en modo alguno su protagonismo en un desaguisado que no merece esta fiesta.

Se dice, y con toda razón, que en estos momentos de zozobra es cuando la tauromaquia necesita autenticidad, honradez, integridad y sentido de la responsabilidad. Por lo que se ve cada tarde, ni las figuras, ni los ganaderos ni los empresarios han entendido todavía la película. Cuando la fiesta desaparezca, que a este paso no será muy tarde, llegarán el lamento y las lágrimas. Pero entonces nada tendrá ya remedio.

07_abril_16_sevilla.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:24 (editor externo)