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REAL MAESTRANZA DE SEVILLA

Jueves, 13 de junio de 2019

Corrida de novillos

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Novillos de Soto de la Fuente, bien presentados, escasos de fuerza, descastados y sin clase. Mansos y complicados en general.

Diestros:

Aquilino Girón: Estocada caída (silencio); estocada baja (silencio).

Cristóbal Ramos ‘Parrita’: Estocada trasera y tendida, diez descabellos tras dos avisos (silencio); estocada, aviso (silencio).

Pablo Páez: Pinchazo, estocada (silencio); dos pinchados, media estocada caída, descabello (silencio).

Presidente: Fernando Fernández-Figueroa.

Tiempo: primaveral, agradable.

Entrada: menos de media plaza.

Video: https://vimeo.com/342199607

Galería de fotos: https://t.co/JLOY60LzC7

Crónicas de la prensa:

Lo mejor, lo peor

Lo peor

Los toros mansos sin clase de Soto de la Fuente no dejaron ver ni disfrutar del toreao. Los novilleros tuvieron que tirar de voluntad y pasar prácticamente desapercibidos. Tarde complicada para la terna que traían depositadas toda la ilusión. Se marchan sin triunfos tan necesario para poder seguir rodando en el circuito de las novilladas con picadores.

Lo mejor

Buena actitud de Aquilino Girón, este novillero acostumbrado a las novilladas denominadas “duras” supo una vez más estructurar a la perfección sus dos actuaciones. Muy voluntarioso desde el principio con la larga cambiada de rodillas desde el tercio y posteriormente en su segundo toro a porta gayola dejó ver su declaración de intenciones. Aquilino se justificó con la espada dejando dos buenas estadas, las mejores de la noche.

ABC

Por Lorena Muñoz. Noche de silencios y avisos en la Maestranza

Con el sonido de los cohetes de las hermandades de vuelta del Rocio comenzó la cuarta novillada de abono. La fiesta de las carretas nada tuvo que ver con una noche de silencios y avisos. Poco ayudó el encierro de Soto de la Fuente, manso y descastado, con hechuras de toros, y con pocas opciones para los jóvenes novilleros. Aquilino Girón, único del cartel que ya había actuado en la Maestranza, recibió con una larga de rodillas al primero que salió de chiqueros con las fuerzas justas y del caballo perdiendo las manos. Así llegó al tercio final sin que Aquilino, que brindó al público y citó de largo para iniciar, pudiera bajar la mano. El novillo no tenía fuerzas ni mala condición así que el trasteo fue largo y sin eco. Su fue a portagayola en el cuarto, aguantó la parada pero perdió el capote desluciendo la suerte. Brindó a «Ecijano II», banderillero en su cuadrilla y apoderado, antes de ponerse de rodillas. No hubo lucimiento y hasta se llevó una voltereta sin consecuencias antes de ser silenciado.

Cristóbal Ramos «Parrita» volvía tras quedar inédito por un percance en el ciclo de promoción así que brindó el segundo a Octavio Mulet que fue un manso de libro. «Gitanito» salió suelto de los capotes y derribó al caballo y al picador que guardaban la puerta. La lidia se complicó en banderillas y a Pedro José Mariscal lo empotró contra el burladero a punto de una tragedia. También le dio una voltereta fea a Parrita cuando entraba a matar tras intentar lo imposible con la muleta. No se lo puso fácil ni para descabellar y escuchó dos avisos entre palmas y pitos, como los que escuchó en el arrastre el novillo.

Tras la batalla, quiso intentarlo con el quinto, que brindó al público, pero no le permitió ligar los muletazos. Hubo algunos templados y de buena factura pero sin llegar a tomar cuerpo porque no siguió por el izquierdo que era el pitón más claro. Tardó en doblar tras la estocada y de nuevo llegó el aviso y el silencio. Pablo Páez, formado en la escuela de Sevilla y segundo en las de promoción de 2018, también se fue de vacío. Se lució y templó a la verónica con el tercero, que salió con muchas manos y apretó a Manuel Izquierdo hasta el burladero. Hizo lo mismo en banderillas pero el novillero confió en poder hacer faena así que lo brindó. Llegó a sonar la música tras acoplarse en algunos muletazos, con la diestra y al natural, pero falló con la espada y acabó silenciado.

Cuando salió el sexto, la noche deambulaba entre el aburrimiento y el viento que empezó a refrescar y despoblar los tendidos. Páez no pasó de voluntarioso aunque tuvo la virtud de abreviar al ver que no iba a lograr nada. Fue un debut deslucido muy distinto al que habría soñado.

El Mundo

Por Carlos Crivell. Noche de silencios en la Maestranza

Se celebró en la Real Maestranza una nueva novillada del abono que acabó con seis silencios para los lidiadores y cinco para los utreros de Soto de la Fuente. El novillo segundo no fue silenciado; fue pitado con fuerza. Ese segundo novillo, un toro para cualquier plaza de segunda, fue muy manso, muy bronco y muy berreón. No se dejó picar, cuando lo agarró el reserva lo derribó con estrépito, salió de estampida de todas las suertes, sembró el pánico entre las cuadrillas y se hizo el dueño de la plaza. Se puso delante un chaval que había debutado con caballos el pasado mes de marzo, Cristóbal Ramos 'Parrita', que el año pasado no pudo lidiar su novillo en una de promoción porque al realizar un quite fue cogido. De ahí que se lo brindara a los médicos. Brindis de voluntad a sabiendas de que no había ninguna posibilidad de meter en vereda al de Soto. Así fue. El chaval, un dechado de inexperiencia, pasó un mal rato, fue cogido en la segunda entrada con el estoque, y estuvo a unos segundos de que se lo echaran al corral porque no acertaba con el descabello.

Con el quinto, más suave, de embestidas con poca clase pero con un pitón izquierdo más potable, Parrita se mostró más entonado. Algunos derechazos limpios con poca ligazón, mejor por la izquierda, pero el chaval no insistió por ese pitón, que parecía mejor, de forma que su labor se difuminó en la nada. A esto novillo lo mató muy bien.

Aquilino Girón era el más experto de la terna. Al primero le recetó una larga en el tercio; al cuarto se la dio a portagayola. El primero se lastimó en una costalada y llegó apocado a la muleta del torero de Baza. Los muletazos, citando muy fuera de cacho, no tuvieron la menor emoción. Al cuarto lo recibió con cinco derechazos de rodillas para comenzar la faena. Un desarme en la tercera tanda rompió una faena que tenía cierto interés. El novillo ya se quedó debajo en tercer muletazo y para colmo lo cogió en un descuido. No pasó nada.

El tercero, Pablo Páez, debutó con picadores en esta novillada sevillana. Al tercero le pegaron de lo lindo en varas. Había alguna psicosis entre las cuadrillas con el juego infame del segundo y le dieron fuerte. El novillo se dejó aunque sin apenas calidad. Páez comenzó con acierto saliendo con torería hasta el centro. Allí se afanó en una labor de voluntad sin mucho contenido, que de todas formas encontró como ayuda inestimable a la banda de música. Los pases de pecho fueron lo más notable de un conjunto poco más que voluntarioso. El sexto necesitaba que le dejaran la muleta para repetir, algo que no hizo el chaval rondeño. Así fue imposible, aunque el de Soto iba y venía con sosería pero sin maldad. Desistió pronto Páez.

Cadena SER

Por Paco García. Los de Soto de la Fuente no dieron opciones a una terna de escaso bagaje

Demasiadas complicaciones en los novillos para una terna con tan escaso bagaje. Esto explica el pobre resultado del festejo de abono celebrado este jueves en la Real Maestranza de Sevilla, donde Aquilino Girón y los debutantes Cristóbal Ramos 'Parrita' y Pablo Páez, que para más inri dieron el salto a los del castoreño el pasado mes de marzo, fueron silenciados en sus respectivos lotes.

El novillo que abrió plaza fue tan bonito de hechuras como escaso de fuerza. Lo recibió el bastetano Aquilino Girón con una larga cambiada de rodillas en el tercio. Para colmo de males, el animal se pegó una tremenda costalada tras el primer puyazo, quedando aún más mermado. Brindó al público Girón y la cosa es que 'Destinado' quiso seguir las telas, pero tuvo nulo motor. Lo despachó de estocada baja. Al cuarto lo recibió a portagayola, siendo desarmado después y antes de lancear con desigualdad en los medios. El novillo cumplió en varas y humilló en la lidia, aunque también justo de fuerza. Brindó ahora a su banderillero Ecijano II. De rodillas y en redondo, comenzó la faena en los medios, manteniendo el interés sobre todo en la segunda serie por el pitón derecho, aunque, tras el desarme en el remate, el novillo se vino a menos y acabó orientado con voltereta incluida por el pitón izquierdo, por fortuna sin consecuencias por el izquierdo. Otra vez se le fue abajo la espada.

Más bastito fue el segundo de la tarde, al que el murciano Parrita recibió con verónicas genuflexas para ser desarmado ya erguido. El novillo manseó en el caballo, picándose en el que hizo puerta, al que derribó con estrépito. Complicado en banderillas, puso en serios aprietos a Pedro Mariscal a la salida del primer par y, con la muleta, ni uno. Tras un pinchazo previo, Parrita se llevó un volteretón sin consecuencias al segundo encuentro, dejando una estocada trasera y tendida que precisó de doce descabellos. También fue más grandón el quinto que, en cambio, tuvo mucho cuello. Hubo gusto en las verónicas de recibo, pero el animal echó enseguida el freno, aunque humilló en la brega. Brindó Parrita al respetable y lo cierto es que se dejó algo más este 'Ladrillero' que, al menos, dio para una serie ligada por el derecho y algunos naturales de bella factura antes de quedar más apagadito. Estocada traserilla para rematar.

El tercero de la tarde salió con temperamento y se enfibró de capa el rondeño Pablo Páez, aunque este astado también echó pronto freno, apretando por el pitón izquierdo y alegrándose para los adentros en banderillas cuando veía opciones de hacer presa. Pese a todo, Páez brindó al público y fue la suya una seria actuación ante un novillo un punto reservón y de escasa entrega. Notable al natural, sonó incluso la música del pasodoble antes de rubricar con pinchazo y estocada caída. El que cerró plaza fue otro ejemplar de bonitas hechuras que, eso sí, echó la cara por las nubes ya de salida y tuvo medias arrancadas. Brindó ahora a su banderillero David Parrilla y bastante hizo Pablo Páez con intentarlo ante un oponente que tuvo poco interés por embestir y que, cuando lo hizo, se quedó a mitad del viaje. Dos pinchazos precedieron a la media estocada atravesada y el descabello definitivo.

Diario de Sevilla

Por Luis Nieto. Festejo anodino y sin trofeos

La Maestranza celebró ayer su decimoctavo festejo del abono de la temporada con la tercera novillada del abono, en horario nocturno y con menos de media entrada del aforo cubierto. El espectáculo arrojó un pobre balance en el que la terna compuesta por Aquilino Girón, Cristóbal Ramos Parrita y Pablo Sáez, que evidenció bastantes lagunas, se marchó de vacío tras lidiar una novillada de Soto de la Fuente, en su conjunto deslucida.

El granadino Aquilino Girón, nacido en Baza, que ya debutó con picadores en la plaza sevillana el año pasado, estuvo muy dispuesto. Ante el noble, pero flojísimo primero, al que recibió con una larga cambiada de rodillas en los tercios, realizó una labor correcta, que inició con unos estatuarios en los medios, pero que careció de emoción por la falta de transmisión del astado.

Con el cuarto, sin clase, que en la muleta a veces se paraba y otras se revolvía y que se rajó, Girón volvió a demostrar su disposición al recibirlo con una larga cambiada de rodillas frente a toriles; siendo desarmado cuando lanceaba. En los medios, comenzó también de hinojos en una tanda diestra. Faena desigual, con un desarme intercalado y una cogida sin consecuencias para continuar muleteando y matar de estocada.

El murciano Cristóbal Ramos 'Parrita' se presentó con picadores en el coso del Arenal, donde resultó cogido el pasado 12 de julio en un festejo de promoción. El torero brindó su primera labor al cirujano-jefe de la enfermería de la plaza, Octavio Mulet. El novillo, altote, que topaba en varas y huía, derribando al piquero que hacía puerta, se refugió en tablas en banderillas y en la muleta. Parrita intentó un trasteo ante el manso del que desistió pronto, siendo cogido al entrar a matar en el segundo envite a cambio de una estocada. Dio un mitin con el verduguillo.

Ante el noblón quinto, con escaso recorrido, la labor de Parrita tampoco despertó expectación; viviéndose un susto cuando tropezó y cayó delante de la cara del novillo sin que, afortunadamente, fuera cogido.

El rondeño Pablo Páez, alumno de la Escuela taurina de Sevilla, se presentó con picadores en el coso del Baratillo. El año pasado alcanzó la final dentro del ciclo de Nuevos Valores de la Tauromaquia celebrado en la plaza sevillana. Al igual que sus compañeros, todavía se le vio la bisoñez. Logró lo mejor de la noche con el capote ante el tercero, en un recibo vibrante a la verónica con el novillo con más brío de salida y que cumplió en varas. El astado, manejable, tuvo un buen pitón derecho y Sáez consiguió algunas tandas diestras con entidad, destacando también con la zurda, con algunos buenos pases y ayudados.

Con el sexto, un novillo que se frenaba, con parte del público abandonando la plaza, Pablo Sáez se entregó en un trasteo que no caló en los tendidos y tampoco estuvo acertado con los aceros.

En definitiva, una terna todavía falta de recursos a la que le vino grande la novillada de Soto de la Fuente, en conjunto deslucida y que arrojó como balance seis silencios, seis.

Toromedia

La terna de novilleros se va de vacío en la cuarta de Sevilla

Aquilino Girón recibió al primero de la tarde con una larga cambiada en el tercio y lances ganando terreno. El novillo manifestó falta de fuerza en los primeros tercios y llegó a la muleta con nobleza pero sin transmitir. Aquilino lo intentó por ambos pitones, sobresaliendo algunos momentos al natural hasta que el novillo se apagó por completo. Mató de estocada desprendida y fue silenciado.

En el cuarto, Aquilino Girón se fue a portagayola resultando desarmado y no pudo lucirse de capa. Brindó a su banderillero y apoderado Antonio Jimenez 'Ecijano II' y comenzó la faena con las dos rodillas en tierra en los medios. El novillo, aunque mansito, se dejó en el primer tramo de faena, mostrándose dispuesto Aquilino en todo momento. Sufrió una voltereta al final del trasteo ya con el astado más parado y orientado.

Cristóbal Ramos 'Parrita' no pudo lucir con el capote porque el segundo novillo salió suelto de las suertes. También manseó en el caballo, derribando de forma espectacular al picador que hacía puerta y propinó un susto al banderillero Pedro J. Mariscal a la salida de un par. Parrita brindó a Octavio Mulet, cirujano jefe de la plaza, pero el de Soto de la Fuente llegó imposible a la muleta por manso, parado y a la defensiva. Tanto es así que le propinó una fea voltereta al entrar a matar de la que por fortuna salió ileso. Se eternizó con el descabello y escuchó dos avisos.

Parrita pudo lucir más con el capote en el quinto, un novillo que llegó aplomado a la muleta. A base de dejarle la muleta puesta logró ligar con la derecha, componiendo bien la figura en dos series. También logró algún natural suelto con buenas maneras hasta que el animal se paró. Mató de estocada.

Pablo Páez mostró buenas maneras con el capote en el recibo al tercero. El novillo fue castigado con contundencia en el caballo pero se movió mejor que los dos primeros en la muleta, permitiendo al sevillano componer buenos muletazos. Sobresalieron las dos primeras series al natural que hicieron sonar la música. Hubo menos acoplamiento con la derecha y la faena tocó a su fin. Mató de estocada desprendida.

Tampoco fue buen colaborador el sexto, que se quedaba corto y reponía, obligando a Pablo Páez a rectificar constantemente la posición entre muletazo y muletazo. Lo intentó el sevillano con más voluntad que acierto dada la complicación de su enemigo.

13_jinio_19_sevilla.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:08 (editor externo)