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Plaza de toros de Valencia

19 de Marzo de 2017

Corrida de toros

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO


Ganadería: toros de Garcigrande (1º y 5º) con movilidad y recorrido en la muleta, de Domingo Hernández el resto de diferentes hechuras y juego, destacó con calidad el 6º de nombre Pasmoso que fue indultado. El 4º fue premiado con la vuelta al ruedo sin motivo alguno.

Diestros:

El Juli: de azul y oro. Oreja y dos orejas

Alejandro Talavante: de verde hoja y oro. Ovación y ovación

López Simón: de fucsia y oro. Silencio tras aviso y dos orejas simbólicas

Tiempo: agradable.

Entrada: lleno

Vídeo resumen: http://vdmedia_1.plus.es/topdigitalplus//20173/19/20170319195747_1489950150_video_2096.mp4

Crónicas de la prensa:

La Razón

Por Patricia Navarro. Bienvenidos a la gran fiesta fallera

Era toro a la medida de la cabeza de El Juli. De la cabeza privilegiada de El Juli. Irregular en las embestidas, gazapón, andarín, con ese punto molesto. A veces se quedaba un punto por dentro y otras pasaba de largo, con mil teclas que tocar pero sin dejar claro cuál era el señuelo del camino. Se notaba que era reto para El Juli e hizo partícipe al público. Pasó de una primera parte de faena de búsqueda, de probar los vuelos, las distancias, los tiempos, la salida de la embestida… Le cambió los terrenos al animal y desde entonces fue el punto de inflexión de la faena. Poco a poco, de uno en uno, le fue metiendo en el engaño, conquistándole al natural, tirando de cintura, meciéndole, convenciéndole. Al toro y al público. Se volcó con la espada y tras la estocada cayó el doble trofeo. Y ante el estupor una vuelta al ruedo al toro que nos dejó atónitos tratándose de una plaza de máxima categoría. Dicen. Enrareció la celebración del triunfo del torero madrileño que había paseado uno más del primero, con el que tuvo buen comienzo de faena con la rodilla en tierra y un buen cierre con la mano derecha en dos tandas poderosas tras salvar las irregularidades, del toro y la faena.

A la verónica echó los vuelos del capote Talavante con mucha suavidad al segundo, aunque pasó desapercibido. Hubo que esperar. Quizá fue el cartucho del pescado. El desafío en mitad del ruedo. Con la muleta plegada en la mano zurda cuando condensó de pronto el interés del público y de ahí a unos doblones, no una tanda de naturales que era lo que habíamos previsto. Se desplazó el toro, con movilidad, alegría y repetición. Y lo que duró duró, que no fue mucho pero lo aprovechó Talavante resuelto, torero a izquierdas, gobierno y torería por ese pitón capaz de hacer una revolución. Cuando el toro bajó las armas, se arrebató en las cercanías, muy cerca de los pitones, controlados los tiempos, aplicó lo exacto en cada pasaje. Impecable Talavante.

Le marcó el quinto a Talavante al tercer muletazo en el muslo. No fue la última vez, sólo la primera. Acudía el toro con prontitud, pero alocado, como sin orden, sin entrega en la muleta. Aguantar ese envite no era fácil y Talavante pasó el trance con absoluta pureza y normalidad, como si el toro se hubiera comportado con nobleza impoluta en todas sus embestidas. Valor del bueno. Atroz. La espada no fue. El resto había ido de sobra.

Se movió más el tercero de López Simón y este echó leña a la hoguera. De rodillas los comienzos y sorpresas en los cierres de tandas, arrucinas, remates… Fue vibrante la faena más cimentada en lo accesorio que en lo fundamental. “Pasmoso” vino a cambiarlo todo. Fue el toro de la tarde y de la feria. Repetidor incansable, inagotable, noble y con codicia. Tanto fue así que logró el indulto, a mi juicio exagerado. Fue un gran toro, pero también es cierto que salió desentendido de la suerte al final y quizá menos entregado en las embestidas. Eso sí la plaza fue un manicomio. Su matador, López Simón se acopló a todos y cada uno de sus viajes, y lo hizo en un palmo de terreno. A derechas, al natural, en los remates, circulares, faena ideal para tomar impulso a principio de temporada. Habíamos asistido a la gran fiesta fallera. La cremá se acercaba. Y se olía.

ABC

Por Andrés Amorós. López Simón indulta a «Pasmoso», el último toro de la Feria de Fallas

La alegría festera se desborda al final, con el indulto del último toro de la Feria: «Pasmoso», de Domingo Hernández, colorado ojo de perdiz, de 532 kilos. Correspondía a López Simón, al que se otorgan trofeos simbólicos y sale a hombros con El Juli, que corta tres orejas. El indulto es benévolo pero aceptable. Absolutamente disparatado, en cambio, es que el presidente, sin que nadie se lo pida, en una de las decisiones más absurdas que recuerdo, conceda la vuelta al ruedo al cuarto, «Malagueño», castaño bocidorado, de la misma ganadería y 530 kilos. (Hasta este público acoge con asombro y pitos ese premio). Sin trofeos, Talavante da muestras claras de buen arte y de valor.

Con sol radiante y la ciudad abarrotada, todos hemos aprovechado las últimas horas para visitar Fallas. El «ninot» que despierta más cariño, con el que más gente se fotografía, es uno de Rita Barberá, con traje «rojo alcaldesa» y un delantal blanco: sonriente, como siempre. Debajo, un rótulo: «De Valencia al cel». También de Valencia al cielo ha salido el público de la Plaza, con este final feliz.

Sigue fiel El Juli a su concepto de mando y ambición. Ahorma bien por bajo al primero, algo incierto y gazapón (como serán sus hermanos). Baja la mano forzando la figura. Lo que más le aplauden es lo menos bueno, los circulares. Mata con el habitual salto: oreja. El cuarto flojea mucho, no se entrega al comienzo pero Julián, tan conocedor de esta ganadería, impone su dominio, en un afanoso empeño, con mucho oficio. Al final, liga muletazos invertidos con un arrimón que entusiasma. Nueva estocada con salto: dos orejas y sorprendente premio al toro.

Talavante muestra su calidad en varios quites. En el segundo, muy bien banderilleado por Trujillo, el comienzo de faena resulta espectacular: citando de lejos, con la izquierda, traza preciosos muletazos. De cerca, el toro va peor y acaba parándose. No mata bien. En el quinto, el más complicado, va dominando, con arte y valor, las descompuestas embestidas. Es una faena de mucho mérito, mal rematada con la espada. Queda en el recuerdo un comienzo muy brillante.

El año pasado, López Simón fue el que más toreó y más trofeos cortó pero –según ha dicho– lo pasó mal. ¡Misterios de la personalidad! En el tercero, que flaquea demasiado, comienza con muletazos de rodillas. La faena, embarullada y desigual, sí tiene eco en los tendidos. El último derriba en el primer encuentro, galopa en banderillas y no para de embestir, en la muleta. Visto el premio anterior, se presiente el indulto. Clavado en el centro, López Simón encadena pases cambiados, aguanta las embestidas vibrantes, torea vistoso y rápido, liga circulares (no sé cuántos, invertidos). En el último toro de la Feria, ¿quién va a frenar el entusiasmo de este público? Indulto, trofeos simbólicos y salida en hombros. Es bueno –diría Rita Barberá– que la gente salga feliz de una Plaza de toros.

Esta noche, mientras se queman las Fallas, yo también recordaré a Rita, con la que compartí tantas veces la «cremá», junto a otros inolvidables valencianos: Luis García Berlanga, Tip, Fernando Vizcaíno Casas… Es el gran rito de la primavera: hay que quemar lo viejo para que nazca lo nuevo. ¡Lástima que el fuego no se lleve, con los «ninots», los vicios de la Tauromaquia actual y los dislates de «esta España nuestra»!

El Mundo

Por Vicente Zabala de la Serna. Simón indulta un gran toro de Garcigrande y sale a hombros con El Juli

Las banderas flameaban a las cinco en punto de la tarde como temidos indicadores del enemigo añadido al toreo que es el viento. Una brisa entrometida y molesta que interfirió en la faena de El Juli cuando presentaba la izquierda. No sólo el aire se cruzaba sino también la condición andarina y de escaso celo del acapachado y gordo toro de Garcigrande. Por ese pitón especialmente. Juli tuvo que remontar un desarme y poner la faena en el nivel que traía sobre la mano derecha. Muy tapado el toro para darle el ritmo del que carecía su mansita y noblona embestida, en línea para romperlo hacia adelante y fundamentalmente templado. Tan puesta siempre la muleta por delante que los redondos se convirtieron casi en circulares sin solución de continuidad. Desde prólogo rodilla en tierra para centrar al nada sangrado garcigrande a la estocada pasada y rinconera para liquidarle, puso JL todo de su parte para hacerse con la oreja.

El Juli vino a Valencia con la ambición en la boca. Y el afán de conquista convertido en la responsabilidad de convertir en triunfo lo que saliese por toriles. Verbigracia, que diría un cursi, el castaño cuarto de Domingo Hernández con carita de alma cándida que el presidente, no se sabe con qué luminaria encendida, decidió premiar con una ridícula vuelta al ruedo en el arrastre. Abducido quizá como el toro por la muleta trabajadora de El Juli, que sobó y sobó aquella embestida tan apoyada en las manos hasta meterla en el canasto. En una y otra punta del ruedo porque el garcigrande de DH caminaba tras él entre las series. De sol a sombra, JL se la ponía, tocaba, vaciaba, sin que los muletazos surgieran completos. Bajo el palco se clavó el matador y, en la distancia corta y por alto, se pasaba los viajes -obedientes pero nada descolgados- sin moverse. Como si estuviera en el campo pero con el esfuerzo de estar en la cara del toro. La plaza entró a saco en la faena entonces. Un natural prolongó la embestida desde la tabla del cuello hasta donde nunca se pensó que llegaría. Y luego otros más sinceros y de mayor expresión. Juli exprimió todas las posibilidades. Muy en corto amarró el trabajado triunfo con una estocada atravesada que necesitó del golpe de verduguillo. Bramó Valencia extasiada y desbocada. Las dos orejas fueron tan exageradas como el pañuelo azul. De lo que no quedó duda alguna es de la capacidad de trabajo, responsabilidad y ambición de El Juli.

Alejandro Talavante cuajó el saludo a la verónica hasta más allá de la boca de riego. Lances a compás que desembocaron en garbosa media. El castaño se distrajo en la lidia con frecuencia. Talavante dibujó una preciosa obertura de faena genuflexa con la muleta en la izquierda. Y siguió apostando por esa mano que parecía ser la del toro. Pero en la siguiente esas dos velocidades de la embestida marcaron una ronda destemplada, comienzo del declive del toro por el pitón derecho. La laguna de toro y torero ascendió con las luquecinas tramadas desde el valor natural de Alejandro. Un arrimón en toda regla que se estrelló con la espada. Como el esfuerzo con un quinto de marcados genio y suelta cara. Alejandro Talavante estuvo valiente a pelo, jugándose la cornada en más de una ocasión. Varias veces estuvo a punto de surgir la voltereta. Difícil gobierno.

López Simón se encontró a última hora con el toro de la feria. “Pasmoso” de nombre. LS, que había estado amontonado y populista, sin conceder el espacio necesario al toro que punteaba en exceso y que lo pedía, mostró su mejor y más vertical versión con el gran “Pasmoso”. Un toro soberbio que Simón toreó en tandas en un palmo de terreno y especialmente templado, acinturado y largo por su mano izquierda. El público soberano empezó a solicitar el indulto tan entregado como el torero. Como el presidente -el mismo Amado Martínez de las dos orejas a Perera- ya había tirado por la calle del medio con la vuelta al ruedo en el arrastre al toro de El Juli, decidió no enmendarse y seguir con la generosidad con aquella máquina de embestir y repetir -¿con la excelencia de la humillación hasta sus últimas consecuencias?- que había tomado dos puyazos corridos con una pelea discreta. Si la bravura ahora se mide por el juego en el último tercio, sea. Si se trata del bien de la Fiesta, de que la vida eterna del toro es el camino de la salvación de la Tauromaquia y de que el público sea feliz como dicen… La cuestión es si cada vez que salte un gran toro vamos a entrar en la trifulca de indulto sí o indulto no. Para López Simón fueron las dos orejas simbólicas y la puerta grande a hombros con El Juli y el mayoral de la ganadería.

©Imagen: El Juli y López Simón salieron a hombros con el mayoral de Domingo Hernández. /EFE/ Juan Carlos Cárdenas .

Toros en Valencia. Temporada 2017

19_marzo_17_valencia.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:12 (editor externo)