Herramientas de usuario

Herramientas del sitio


madrid_010512

PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS

<img src="http://estaticos02.cache.el-mundo.net/elmundo/imagenes/2012/05/01/toros/1335904503_extras_portadilla_0.jpg"/>

Martes, 1 de mayo de 2012

Corrida de novillos

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Novillos de Nazario Ibáñez (de buen juego).

Mario Alcalde. Silencio tras dos avisos en ambos.

Antonio Puerta. Ovación tras aviso en ambos.

Rafael Cerro. Vuelta tras aviso y silencio tras dos avisos.

Tiempo: Tarde agradable.

Entrada: Un cuarto de entrada.

Crónicas de la prensa: El Mundo, COPE, Marca, La Razón.

El Mundo

Por Lucas Pérez. Buena novillada de Nazario y vuelta para Cerro

Hasta nueve veces sacó el pañuelo Julio Martínez para avisar a la terna formada por Mario Alcalde, Antonio Puerta y Rafael Cerro. Y pudieron ser más: sólo la sensibilidad del presidente con los novilleros hizo que al menos dos de los animales de Nazario Ibáñez no se fuesen vivos a los corrales con el tiempo cumplido.

Todo dentro del primer festejo de la miniferia de la Comunidad de Madrid en la que se lidiaron seis novillos seis con posibilidades de triunfo y en que se pasearon cero orejas cero. Desde los enclasados primero, segundo, tercero y quinto hasta los mansotes con movilidad que hicieron cuarto y sexto, todos tuvieron opciones. Y, por unas cosas o por otras, la terna se fue de vacío.

La novillada de Nazario Ibáñez, que debió ser lidiada el pasado domingo en el festejo finalmente suspendido, había sustituido a la inicialmente anunciada de Yerbabuena, propiedad de Ortega Cano rechazada en el reconocimiento veterinario.

Precisamente el que más cerca estuvo de pasear un trofeo fue el pupilo del maestro cartagenero, Rafael Cerro, que dio una vuelta al ruedo en el tercero, al que cuajó los muletazos con más sabor de toda la tarde. Al igual que con el sexto, los aceros le jugaron una mala pasada.

No fue la tarde de las espadas afiladas. Antonio Puerta toreó con verticalidad a sus dos novillos. Pudo incluso cortar una oreja de cada animal, pero se eternizó en la suerte suprema, como también lo hizo Mario Alcalde, que hizo un esfuerzo por reaparecer tras una grave lesión de rodilla y pasó un mal rato para acabar con la vida del cuarto.

Con un cuarto de entrada, se lidiaron novillos de Nazario Ibáñez, de buen juego. Mario Alcalde, silencio tras dos avisos en ambos; Antonio Puerta, ovación tras aviso y ovación tras aviso; Rafael Cerro, vuelta tras aviso y silencio tras dos avisos.

<img src="http://www.cope.es/file_upload/imagen_noticia/2012/05/287346_1335903643.jpg"/>

COPE

Por Sixto Naranjo. Una novillada de ensueño de Nazario Ibáñez sin aprovechar

Las casi tres horas que duró el primer festejo de la Comunidad en Las Ventas tuvieron un solo protagonista. En este caso en plural, los novillos de Nazario Ibáñez, encierro previsto para el pasado domingo y que se ha jugado este martes. Novillos para haber salido lanzado del coso venteño por variado e interesante juego. Con novillos encastados como los dos primeros, tres más con nobleza y clase para aburrir, y uno descastadito pero aprovechable de haber sabido tocar las teclas necesarias como fue el cuarto.

Hoy, la fría reseña ha sido fiel reflejo de lo vivido en el ruedo. Ninguno de los tres novilleros anunciados han sabido ni podido redondear faenas a la altura de los ejemplares. Tirando de frase hecha, la novillada se ha ido con las orejas al desolladero.

Quien más cerca estuvo de obtener premio tangible fue el extremeño Rafael Cerro en el tercero, un animal de dulce en la muleta. Noble y clase a raudales que Cerro supo conducir más y mejor en la primera mitad de la faena, con series en redondo templaditas y con gusto. Bajó algo el pistón el novillero por el pitón izquierdo para volver a subir en intensidad en el último tramo con unos doblones muy toreros. Pinchó antes de la estocada para dar una vuelta al ruedo que fue protestada por un sector del público.

El sexto fue un precioso carbonero que fue ovacionado de salida que, tras no definirse en los primeros tercios, rompió a embestir por abajo en la muleta. El novillo se comía el engaño que le presentaba Rafael Cerro y hacía el avión rebosándose en su viaje. El extremeño supo correr la mano con temple y buen aire pero acabó algo amontonado. Eso, y la tardanza en caer del novillo hicieron que el público optase por abandonar la plaza con la noche ya echada y el frío azotando los tendidos.

Mal sin paliativos ha estado Mario Alcalde durante toda su actuación. En su descarga decir que volvía a vestirse de luces tras una operación de rodilla reciente. Pero si no estaba para venir a Madrid, flaco favor se ha hecho el novillero conquense a sí mismo. El primero fue un novillo encastado que se movió como un rayo cada vez que veía un trapo rojo delante. Alcalde acompañó más que mandó, sin bajar nunca la mano y queriendo componer la figura cuando el novillo pedía fibra y gobierno. Por ahí vino un susto cuando pasaba sin ajuste a su oponente por el pitón izquierdo. Sonó una aviso mientras todavía toreaba al novillo, llegando a escuchar un segundo antes de que doblase el astado.

El cuarto fue el más ejemplar más mansito del encierro del hierro murciano. Sin embargo, pese a esa falta de raza, el utrero seguió la muleta de Mario Alcalde cuando éste acertó a dejar entre pase y pase la muleta en la cara. Pero fueron las menos, y la imagen del novillero quedó muy difuminada entre desconfianzas y falta de temple. De nuevo escuchó dos avisos.

Otro novillo de alta nota lo enlotó Antonio Puerta en su primer turno. El utrero tuvo motor desde que saltó al ruedo venteño y llegó al último tercio embistiendo con clase y ritmo. El novillero de Cehegín supo llevarlo templado y ligando los muletazos, especialmente por el pitón derecho. Faltó apretarse más con el novillo y más acoplamiento por el pitón izquierdo, por el que pasó de puntillas. La serie más rematada llegó casi en las postrimerías de una faena que no supo rematar a espadas.

El quinto fue otro novillo con nobleza pero al que si hay que ponerle un pero, fue cierta tardanza en sus primeras embestidas. Pero cuando lo hacía, seguía con nobleza la muleta de Puerta. De nuevo hubo mejor nivel a derechas que a izquierdas en un quehacer que tuvo el apoyo incondicional de sus paisanos. Se atascó con la espada, llegando a pinchar en cuatro ocasiones y sonando hasta dos avisos.

Siguen saliendo buenas novilladas esta temporada en Las Ventas y ningún novillero verdaderamente reforzado. Algo falla…

Marca

Por Carlos Ilián. Gran novillada de Nazario Ibáñez

De Sevilla a Madrid casi sin descanso. De la Maestranza a Ventas con el mismo frío intenso. De una plaza a otra y el impacto de la monumental diferencia que se establece cuando se viene de ver el toro de Sevilla en contraste con el de Madrid. Esta vez con el novillo de Madrid que nos parecia una mole en comparación con las gatadas que mataron las llamadas figuras en la muy recienbte feria de Abril. Los novillos lidiados en cuarto y sexto lugar ridiculizarian a los de Núñez del Cuvillo, Garcigrande y Victoriano del Río que estoquearon los Morante, Manzanares y sus comparsas.

Además de muy serios los ejemplares de Nazario Ibáñez embistieron de lo lindo, con una codicia y una casta admirables. Seis novillos para cortarles las orejas. Por desgracia los tres muchachos que actuaron en Madrid estuvieron catastróficos con la espada. Mario Alcalde tiene muy buenos fundamentos; torea muy cruzado, cargando la suerte. El murciano Antonio Puerta toreó admirablemente con la mano derecha a sus dos novillos y perdió las orejas porque no sabe ejecutar la suerte de matar y Rafael Cerro ligó y templó en los redondos, muy centrado y sin los ventajismos que la advertimos hace un año, pero también sucumbió con la espada.

La Razón

Por Ismael del Prado. ¡Qué braura, don Nazario!

Esperaba la afición de Madrid la novillada de Nazario Ibáñez y el ganadero murciano volvió a dar un toque de atención. Si el año pasado sorteó un encierro notable que lanzó la temporada de Jiménez Fortes en pleno diluvio, este año envió a la capital hasta cinco novillos –soberbia la presentación de los seis– con orejas que cortar y nuevas puertas que abrir para la terna. Muy en su encaste Núñez, a su aire de salida y con clase en el último tercio. Tan sólo el manso cuarto empañó un conjunto excelente, cada uno con sus matices, pero con nota alta todos ellos. Por eso, la vuelta al ruedo de Rafael Cerro en el tercero se antoja un balance muy pobre. Raquítico.

El novillero extremeño pechó con el mejor animal del encierro. Un tercero de dulce. Clase y son en las embestidas. De galope alegre. Cerro, que se lució por chicuelinas rematadas con media y serpentina, lo supo entender y le dio distancia en las primeras tandas. Toda la del mundo tenía el utrero. Largo. Muchos metros en cada acometida. Con recorrido para hartarse a torear profundo. Logró hilvanar tres buenas series en redondo, por la izquierda bajó el tono. Lo mejor, los toreros ayudados rodilla en tierra con los que cuadró a su oponente. Mató de pinchazo y estocada desprendida. Afloraron los pañuelos. Y de nuevo hubo dureza con los novilleros. En el límite. Correcto. Veremos en unos días por la isidrada.

El carbonero que cerró plaza, aplaudido de salida, fue un manso imposible en los primeros tercios, pero que sacó el buen fondo por el pitón derecho en el último tercio. Cerro planteó una faena de novillero rodado, dejando la pañosa muy puesta y le extrajo varias series estimables. Merodeando la oreja de nuevo, pero con la espada pinchó en hueso. Muy mal con el descabello.

Con idéntico problema se topó el debutante Antonio Puerta, que recibió sendas ovaciones. Demostró cualidades con la muleta en ambas faenas, sustentadas en el pitón derecho. Mostró personalidad y mando, toreo de mano baja sin apenas perder pasos a sus dos bravos novillos. La tizona fue otro cantar. Un sainete. Sus carencias volatilizaron cualquier atisbo de trofeo.

Mario Alcalde rompió plaza con un novillo encastado, que empujó mucho en su primer puyazo. Alcalde, que reaparecía tras ser operado de menisco, dejó detalles en muletazos con gusto, citando de frente, aunque a media altura. En el cuarto, manso mal lidiado, resistió los tornillazos antes de eternizarse con la espada. Pudo ir al corral de no mirar para otro lado la presidencia.

Qué ruina de espada para tan sobresaliente novillada.


©Imágenes: 1. Derechazo de Rafael Cerro al sexto. | Gonzalo Arroyo (El Mundo) 2. Trincherazo de Rafael Cerro al tercer novillo de Nazario Ibáñez. | las-ventas.com

Madrid. Más información

madrid_010512.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:19 (editor externo)