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Plaza de toros de Las Ventas

Domingo, 14 de octubre de 2018

Novillada

Domingo 14 de octubre de 2018. Plaza de toros de Las Ventas (menos de un cuarto de plaza en tarde desangelada. 5.426 espectadores). Final del VII certamen “Camino hacia Las Ventas”. Novillada mixta. Dos novillos de Montealto - correctos de presentación pero de juego desigual. El mejor el primero - (noble con transmisión por falto de fuerzas el primero y deslucido el segundo) para Alejandro Gardel de azul marino y oro (ovación con saludos y silencio) y seis erales de Jandilla para la final del VII certamen “Camino hacia Las Ventas” - parejos de hechuras, nobles con transmisión a excepción del séptimo - (con transmisión el segundo, con movilidad el tercero, noble el cuarto, de buena condición el sexto, deslucido el séptimo y desfondado el octavo) para Juan José Villa “Villita” de blanco y oro (oreja y ovación con saludos tras aviso), Guillermo García de azul Rey oro (ovación con saludos tras petición tras aviso y vuelta al ruedo tras petición tras dos avisos) e Isaac Fonseca de grana y oro (vuelta al ruedo tras aviso y oreja tras aviso). Al finalizar el festejo, se proclamó ganador del VII certamen “Camino hacia Las Ventas”, Isaac Fonseca de la Escuela Taurina de Colmenar Viejo.

Imágenes: https://www.facebook.com/pg/PlazaLasVentas/photos/?tab=album&album_id=1843254022437368

Video: https://twitter.com/i/status/1051577530069803008

Isaac Fonseca, ganador de El Camino hacia Las Ventas

Por Alberto Bautista

Dicen que los últimos serán los primeros, y en el caso del mexicano Isaac Fonseca no le anduvo la zaga, y el refranero castellano se hizo más patente si cabe. Y eso que al mexicano no le hizo falta pegar el aldabonazo definitivo, ni enterrar la espada a la primera del que cerró temporada en Las Ventas, para proclamarse vencedor de un certamen que año tras año ha sacado toreros de mucho nivel, como es el caso de Ángel Sánchez o Francisco de Manuel, torero y novillero que también estuvieron a las órdenes de Carlos Aragón Cancela en la escuela de Colmenar Viejo - y que en el caso del primero continua en las labores de apoderamiento, convirtiéndose en todo un artífice de sacar toreros.

Fonseca dio muestras durante toda la tarde de su pronunciada y arraigada tauromaquia, supliendo su escaso oficio, con valor y determinación en la cara del becerro. Suya fue una de las mejores labores de la final, precisamente al que no le cortó la oreja; el cuarto, un noble ejemplar de Jandilla que quitópor chicuelinas “Villita” y le replicó por tafalleras alternadas con gaoneras el mexicano. El cuarto tuvo menos fuerzas que sus hermanos, pero el alumno de la escuela de Colmenar Viejo le corrió la mano con largura y buen hacer. Hubo detalles caros en tan magna obra, tanto en cites como en colocación. Dejó una estocada atravesada y dio una vuelta al ruedo tras aviso. Una oreja cortó del que cerró el último festejo del año en Madrid, tras una actuación de mucha disposición en la que volvió a quedar patente sus ganas de agradar, su gusto, así como su estoico valor. Justo vencedor.

Aunque si hablamos de valor, no podemos obviar al alumno de la escuela José Cubero “Yiyo”, Guillermo García; quien a base de compromiso, rozó el cetro del certamen; y sino se alzó con dicho galardón fue precisamente por los pasajes llenos de compromiso pero carentes de mando. Sin ir mas lejos, con el que hizo séptimo sufrió variosdesarmes quedándose a merced del becerro en una actuación que brindó a sus profesores de la escuela: “El Fundi”, Miguel Rodriguez y Rafael de Julia. Principió faena de rodillas en el tercio, mientras que el de Jandilla atendió a los engaños de manera deslucida y soltando la cara. Bruto. El toledano anduvo muy aseado, en una puesta en escena donde le sobraron valor y seguridad, premisas indispensables para todo aquel que quiera ir abrirse camino en este complicado mundo, pero los desarmes y el mal uso de la espada - en el que rozó la épica en su primer encuentro tirándose a matar sin muleta -, lo dejaron en una vuelta al ruedo tras dos avisos. Al tercero, lo recibió con gusto a la verónica en otra labor estática y de gran personalidad frente a un eral bravo y encastado, donde faltó oficio en numerosos enganchones, donde fue prendido sin consecuencias. Gusto y personalidad. Abrochó por bernardinas y la media estocada defectuosa, hizo que no pudiera volver a cuadrar el toro dando al traste con una meritoria actuación que estropeó con los aceros. Saludó una ovación quedándose a las puertas del primer puesto.

Más lejos se quedó Juan José Villa “Villita”, a quién las cosas no le terminaron de rodar en la final. El alumno de la escuela de Madrid, no destacó en ningún momento y dejó faenas intermitentes en sus dos turnos. Al segundo le hilvanó una labor sobre la diestra, en un mar de pases donde alargó en exceso la actuación sin apuntar nada. Dejó una estocada y paseó una pírrica oreja. Con el sexto, perdió muchos pases y le costó encontrar los terrenos propicios en otra actuación larga y vacía. Dejó una estocada contraria, el Jandilla tardó en caer y los avisos se hicieron esperar entre la crispación de los tendidos.

Abrió la tarde el novillero con picadores Alejandro Gardel, que sorteó a un buen lote de Montealtos desiguales de juego. Saludó una ovación tras pasaportar a su primero, un utrero que le faltó llegar con fuerza a la muleta, en una labor compacta sobre ambas manos. Aun así, el público supo ver la calidad del novillo y lo despidió con una ovación. El quinto, bruto y de feo estilo que brindó a Julio Aparicio, le costó desplazarse y cuando lo hizo fue soltando la cara en exceso. No le cambió el aire Gardel, donde en muchos compases el aire hizo acto de presencia.

madrid_141018.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:13 (editor externo)