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Plaza de Toros de Las Ventas

Domingo, 23 de junio de 2019

Corrida de toros

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: toros de Dolores Aguirre - de juego dispar. Los mejores, segundo y tercero - (manso el primero, con calidad el segundo, noble con calidad el tercero, deslucido el cuarto, desfondado el quinto y a menos el sexto)

Diestros:

Alberto Lamelas: de purísima y oro (ovación con saludos y silencio),

Cristian Escribano: de blanco y oro (ovación con saludos y silencio tras aviso)

Gomez del Pilar: de verde botella y oro (ovación con saludos tras aviso y silencio tras aviso).

Entrada: 7.242 espectadores.

Incidencias:

Imágenes: https://www.las-ventas.com/la-tarde-tras-el-objetivo/las-ventas-23-de-junio-de-2019

Video: https://twitter.com/i/status/1142906263292063747

Crónicas de la prensa

Portal Taurino

Por Alberto Bautista Destaca Gómez del Pilar, ante una discreta corrida de Dolores Aguirre

El toledano firmó lo de mayor peso de la tarde, ante el tercero. Cristian Escribano anduvo acoplado con el segundo y desconfiado con el quinto, y Alberto Lamelas pechó con el peor lote

El regreso de las corridas dominicales post San Isidro, alumbra en Las Ventas un clima desolador. Una entrada horripilante al reclamo de los aficionados asiáticos que sin su asistencia, los mismos aficionados de temporada serían los que poblasen los tendidos. La tarde entre tanto, vino condicionada ante una señora corrida de Dolores Aguirre de juego dispar. El que aprovechó las posibilidades en los dos toros que tuvo, fue Gómez del Pilar que se entretuvo en recibir a la puerta de chiqueros al tercero, y firmar una actuación donde la firmeza tuvo premio. Dejó detalles de suma despaciosidad al final de cada serie y saludó una ovación. Volvió a recibir al sexto a porta gayola, pero el de Dolores no tuvo motor ni garantías suficientes.

Cristian Escribano se quitó la espina de San Isidro ante la corrida de Valdellán, y brilló con el segundo de la tarde, un toro que al que toreó acompasado por bajo. Tuvo un buen pitón izquierdo y el toledano acabó acoplándose con limpieza y franqueza al de Dolores Aguirre, ante el que saludó una ovación. Con el quinto no pudo completar el guión adquirido en su primero, y fue silenciado.

Alberto Lamelas que regresaba a Madrid tras no estar anunciado en San Isidro, no tuvo ninguna opción. Se enfrentó al peor lote de la tarde. Su primero fue manso, y no se confió con la descompuesta embestida del cuarto. Aun así, exhibió la seguridad y disposición que acostumbra, aunque sin material.

El Mundo

Por Gonzalo Bienvenida. La seria capacidad de Gómez del Pilar

Dolores Aguirre volvió a Madrid como reclamo torista tras San Isidro. Lidió poco pareja aunque muy seria. Con dos terroríficos cinqueños. El conjunto fue interesante, destacó la codicia humilladora del tercero. Le tocó a Gómez del Pilar que mostró su seria capacidad para aprovechar lo mejor de aquel toro que había brindado a la ganadera, Isabel Lipperheide, y combatir la exigencia del sexto.

A los dos toros los recibió a porta gayola: vertiginoso trance la primera, de estoico atragantón la segunda. Empezó la faena al tercero de rodillas en los medios. El toro se comía la muleta por abajo, del Pilar se la dejaba en el morro. Cuando acabó la movilidad, no tuvo inconveniente en buscar el pitón contrario con severa determinación. La faena había alcanzado las cotas de la oreja hasta que pinchó. La solvencia continuó con el encastado sexto que no regaló nada. Firmeza absoluta que se diluyó con una espada roma.

El otro toro con opciones fue el segundo. La faena de Cristian Escribano no pasó de correcta con un buen inicio y un entonado final por doblones pero falto de contenido. El quinto resultó soso.

Nulas opciones encontró Alberto Lamelas con un manso y correoso primero así como con el bronco que hizo cuarto. El jienense ondeó la bandera de la dignidad y estoqueó con determinación.

ABC

Por Andrés Amorós. Serios toros de Dolores Aguirre en Las Ventas

Volver a Las Ventas después de presenciar una Feria en una capital (por ejemplo, la del Corpus, en Granada) supone un cambio fuerte. No se ofenda nadie, no es cuestión de centralismo sino de exigencia: en el trapío de los toros, en la ejecución de las suertes, en la colocación de la espada, en los trofeos. Y, sin exigencia, no hay arte auténtico: todo vale igual. Después de San Isidro, la Empresa trae dos divisas históricas. Vuelven los toros de Dolores Aguirre, la recordada ganadera, para tres diestros que no son de primera fila. Las figuras no se apuntan a esta divisa, como bien sabía Dolores, cuando eligió criar este tipo de toro: una reliquia de lo que ha sido el encaste Atanasio, cuando ya no existe la ganadería madre. Ahora, la hija de Dolores continúa esta línea. Esta tarde, abundan los nombres típicos de esta ganadería: «Pitillito», «Clavijero», «Langosto»… Son muy serios, en el tipo de la ganadería, dan un juego esperanzador: cumplen bien, en varas; tienen mucha movilidad; varios, humillan, van a más y sacan nobleza. Se aplaude a segundo y tercero.

El jienense Alberto Lamelas mantiene su carrera gracias a los cosos franceses. El primero sale frío pero empuja en el caballo un buen rato, parece dormido pero arrea; en la muleta, mansea y saca genio. En chiqueros, Lamelas consigue algunos naturales con mucho valor y se lo quita de encima. El cuarto va de lejos a un caballo y al otro, es pronto y repite, descompuesto. Lamelas aguanta, traga mucho, sin brillo, en medio de voces inoportunas. Su lote ha sido el más complicado.

Cristian Esribano tuvo la mala suerte, en San Isidro, de que le tocara un toro de Valdellán encastadísimo: empezó bien pero acabó siendo desbordado. Lo mismo le hubiera ocurrido a buena parte del escalafón. El segundo, astifino, empuja fuerte en el caballo. Después de unos eficaces doblones, Cristian consigue naturales con mérito, aunque el toro flaquea y protesta. Ha demostrado su buen oficio pero mata a la segunda. Se aplaude a toro y torero. El quinto es salpicado, bragado, meano, girón, axiblanco («como una película en blanco y negro», dicen a mi lado); humilla pero flaquea. Y se acaba pronto. Los aseados muletazos no cuajan y falla con la espada, que parece su punto flaco.

Gómez del Pilar estuvo muy digno, en San Isidro, con la seria corrida de José Escolar, merecedora de premio. Como suele, acude a porta gayola en el tercero, consumando bien la suerte. El toro sale suelto, se duele y espera, en banderillas. Escribano hace un gran quite, librando al banderillero del percance. Lo llama Noé desde el centro, de rodillas, y logra seis estupendos derechazos. El toro saca el fondo de nobleza y el diestro lo aprovecha, con decisión y gusto, ligando buenos muletazos; al final, unos suaves circulares. Ha alargado sin necesidad, mata mal y pierde el trofeo que tenía cortado. Se ovaciona fuerte al buen toro y al diestro. De nuevo acude a porta gayola en el último. (Se coloca muy lejos, como ahora es habitual. Antes, en esa suerte, se ponían junto a la segunda raya; ahora, casi en el centro, da tiempo a que el toro se fije en el diestro). Resuelve la complicada situación y enlaza verónicas. El toro, bien armado, es un «tío». Con una lopecina, lo deja en el caballo; pica bien Juan Manuel Sangüesa. Lo intenta el diestro, logra algunos muletazos lucidos, que el toro toma a regañadientes. Aunque lo estropea con la espada, conserva su crédito, en esta Plaza.

Sin corte de trofeos, con una terna modesta, no nos hemos aburrido. Con toros serios, todo lo que se les hace tiene mérito. Ha destacado Gómez del Pilar, muy dispuesto. Salimos con la esperanza de que se mantenga en su sitio esta ganadería, como soñó doña Dolores Aguirre.

La Razón

Por Javier Lopez. Un soporífero y decepcionante espectáculo para abrir el verano en Las Ventas

Una tarde soporífera y calurosa dio hoy el pistoletazo de salida a la temporada estival en Las Ventas, un pobre espectáculo en el que los de Dolores Aguirre decepcionaron sobremanera, y, en consecuencia, la terna de matadores pasaron sin decir gran cosa.

Alberto Lamelas pasó un trago con su primero, un toro serio y con dos guadañas por pitones que de salida marcó la querencia y se movió a base de secos arreones.

En el caballo apretó con fijeza y poder, pero una cosa es bajarle los humos y otra desangrarlo en dos durísimas varas, llegando al último tercio sin un pase, desentendiéndose y refugiándose en tablas, donde se defendía de cualquier afrenta con suma violencia. Imposible para el jienense que solamente pudo matarlo con decoro.

El cuarto fue también muy desagradable, un toro que nada más que cazaba moscas, correoso e infumable. Lamelas puso pundonor en una laboriosa y esforzada porfía, que, como no podía ser de otra forma, no fue a ninguna parte.

Escribano volvía a Madrid a tratar de redimirse después del desafortunado episodio con Carasucia en San Isidro.

Su primero fue un toro más vareado y lavadito de cara de lo que suele acostumbrar esta ganadería. Tuvo también la fuerza justa, y le faltó un tranco más en el último tercio, donde le costó entregarse.

El madrileño, que firmó unos torerísimos doblones en la apertura, llevó a cabo una labor correcta pero a la que le faltó un plus de ambición para salir de la zona de confort en la que se le vio. No es que estuviera mal, pero debió haber salido mucho más a morder.

El quinto, muy soso, no tuvo fuerzas ni recorrido alguno, de ahí el sinsentido de Escribano de eternizarse hasta el punto de aburrir al personal.

A la puerta de toriles se fue Gómez el Pilar a saludar a su primero, toro que blandeó en los primeros tercios, berreón, pero dejándose mucho en el último tercio.

Y el otro madrileño del cartel, que prologó faena también de hinojos en la misma boca de riego, anduvo entre notables intermitencias, sin acabar de encontrar los terrenos ni la tecla en lo fundamental, para argumentar la faena nada más que en lo accesorio y remates entre series, manoletinas incluidas.

A portagayola volvió a marcharse Del Pilar para recibir al sexto, el otro cinqueño del envío junto al segundo.

Variado con el capote, la faena de muleta no pudo pasar de voluntariosa ante un toro incómodo de verdad: mironcete, con la cara suelta y muy informal, de esos que parecen dar coba en las dos primeras arrancadas para acabar metiéndose con saña ya en el tercer muletazo. Qué difícil fue. Y qué ingrato.

Madrid Temporada 2019

madrid_230619.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:23 (editor externo)