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Toros en Pamplona

Sábado, 6 de julio de 2013

Corrida de toros

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Toros de San Mateo y San Pelayo muy parados y venidos a menos.

Caballeros:

Pablo Hermoso de Mendoza: oreja y oreja.

Sergio Galán: silencio y dos orejas.

Sergio Armendáriz: oreja y ovación.

Entrada: Lleno.

Crónicas de la prensa:

El País

Por Antonio Lorca. La comodidad de la cumbre

La tauromaquia a caballo de Hermoso de Mendoza no encierra ningún misterio: es un torero consumado, un catedrático que ha fundido la ortodoxia clásica con las innovaciones más sorprendentes tanto en la doma como en la ejecución de las suertes. Con una cuadra espléndida, Hermoso es de esos genios reconocidos al que siempre se le supone un magisterio indiscutible. Ha alcanzado un nivel que, sean cuales sean las circunstancias de cada tarde, siempre se tiene la impresión de estar asistiendo a una clase magistral, de esas que dejan aroma de toreo grande.

Qué pena que esa clase exquisita y suprema no compita en más ocasiones y en plazas de categoría con Ventura, el otro gran maestro del rejoneo actual. Se ha hablado de vetos del navarro, siempre desmentidos, pero lo cierto es que esos cara a cara entre los dos más grandes no llegan. Una verdadera pena, se insiste, porque lo que se puede concluir es que no es fácil alcanzar la cumbre, pero una vez instalado en ella se corre el peligro de claudicar ante la comodidad. El sabor del triunfo en solitario sabe mejor que la competencia con quien se atreve a disputar el cetro.

En fin, que los grandes rejoneadores también son humanos y tienden a huir de las exigencias que van más allá de las que entienden como propias. Pero no deben olvidar que pierde la fiesta; y lo que no está claro es si los toreros en general asumen o no un serio compromiso con la tauromaquia.

Sea como fuere, lo cierto es que Hermoso ofreció en Pamplona una nueva y extraordinaria lección de toreo a caballo; claro es que su experiencia y calidad, unidas a sus caballos estrellas, son una garantía de éxito. Torea en esta plaza como en el patio de su casa, y a lomos de Viriato, un caballo que desafía al toro con la cara y los pechos, enardeció a los tendidos en su primero; templó maravillosamente con Disparate en el cuarto, y volvió a lucirse con Manolete mientras los espectadores ocupaban sus manos y su atención en suculentos bocadillos. En fin, que es un maestro que bien podría medir sus fuerzas con quien, con sus mismas armas, pretende robarle la comodidad de la cumbre.

Junto al catedrático dos aspirantes con un buen currículo. Mejor suerte merece Sergio Galán, que es mejor rejoneador que lo que le reconocen sus pocos contratos. Valiente, clásico y poco espectacular tuvo una actuación meritísima en sus dos toros.

Y Armendáriz no quiso ser convidado de piedra. A la altura de las circunstancias toda la tarde, emocionantes fueron sus quiebros al primero con el caballo Ranchero, y solo su fallo con el rejón de muerte ante el sexto le impidió acompañar a hombros a sus compañeros de cartel.

ABC

<img src="http://www.portaltaurino.net/archivos/18961328200600.png"/>Por Andrés Amoros. Pablo Hermoso de Mendoza y Sergio Galán, a hombros en San Fermín

Es tradicional que el día del chupinazo haya un espectáculo de rejones, con la máxima figura, Pablo Hermoso de Mendoza. Se repite ahora el mismo cartel de los dos últimos años, con Sergio Galán y Roberto Armendáriz. Los toros del Niño de la Capea, manejables, permiten el éxito.

Pablo Hermoso, que lleva dieciséis puertas grandes, en San Fermín, sigue asombrando por su clasicismo, su facilidad. En el flojo primero, se luce en «muletazos», con «Van Gogh»; mide las distancias admirablemente con «Viriato»; se adorna con «Pirata»; mata a la primera: oreja. En el cuarto, distraído, vuelve a lidiar con precisión matemática: galopa de lado con «Disparate»; logra quiebros impecables con «Manolete»; hace el teléfono con «Pirata». Mata a la segunda: otra oreja y nueva salida en hombros.

Sergio Galán, que ha salido en hombros, aquí, ocho veces, inicia su temporada: encela bien al segundo con «Uranio»; arriesga con «Ojeda»; clava de frente con el poderoso «Trópico»; con «Fado», tarda en matar y el público se enfría. Pisa el acelerador en el quinto, al que recibe en toriles; brilla «Vidrié» en los quiebros; el espectacular «Apolo» levanta un clamor, al bailar en la cara del toro. Mata a la segunda: dos orejas y salida en hombros, justo premio a su clasicismo.

Roberto Armendáriz, de Noain, que lleva dos años consecutivos de éxito, vive en esta Plaza la tarde más importante de su temporada. En el tercero, se luce en quiebros con «Ranchero» y en piruetas, que entusiasman, con «Delirio»; aunque mata a la tercera, los paisanos logran que corte la oreja. En el último, levanta ovaciones el precioso «Grano de oro» pero el caballero clava desigual. Mata a la cuarta: no puede acompañar a sus compañeros en el triunfo.

Marca

Por Carlos Ilián. Pablo Hermoso y Galán, por una puerta muy ancha

Después del numerito que montaron los de siempre en el chupinazo, obligando a retrasar el lanzamiento del mismo por primera vez en la historia, la gente quería olvidar el incidente de la ikurriña y qué mejor para desengrasar que una corrida de rejones.

Triunfalismo a tope, caballazos y muchas orejas, tantas que a punto estuvieron los tres rejoneadores de salir en hombros. Falló Armendariz con el acero en el sexto y no pudo acompañar a Pablo Hermoso y Sergio Galán.

Doble puerta grande demasiado ancha porque los borregos de San Pelayo llegaban moribundos al tramo final. A Pablo le sobró con echar mano de su maestría para resolver sin despeinarse ante dos borregas inválidas.

Sergio Galán clavó un gran par a dos manos que le valió cortar dos orejas y Armendariz, que ha progresado mucho, hizo lo mejor de la tarde con buena monta y dominio de los terrenos. Se cortaron cinco orejas y nadie supo matar de un solo rejón. ¿Importa algo en estos festejos?

El Mundo

Por Vicente Zabala de la Serna. Hermoso de Mendoza y Sergio Galán, a hombros por la puerta grande

Ignacio Cía sigue siendo la memoria histórica y viva de la Casa de Misericordia de Pamplona. El “cossío” neuronal de las cientos de páginas que se han escrito en las arenas pamplonesas, en su monumental escenario y entre bambalinas, que se hacen las más jugosas por secretas. Cía es una computadora octogenaria, pintor de jóvenes ojos y pinceles morantistas, que gana en fuerza, talento, ingenio y arte a cualquiera que se le ponga por delante, y si Ignacio dice que en la novillada hubo cerca de 15.000 personas y no 10.000 como firmé, amén. A mí, que media entrada ya se me hacía una maravilla, con tres cuartos alucino de la potencia del abono San Fermín. A partir de hoy (por ayer) no habrá diferencias apreciativas a lleno diario: el cartel de “no hay billetes” debutó en las taquillas de la plaza.

Las crónicas de las corridas de rejones últimamente se nos llenan solas con los nombres propios de las estrellas de las cuadras, caballos alados, portentos de valentía, templados galopes bajo las espuelas de sus jinetes. Poco antes del “toro de la merienda”, 'Ranchero' vino a escribir el suyo a las órdenes de Roberto Armendáriz. La manera de parar y quebrar en seco a ese pedazo toro de Capea de 620 kilos provocó el toque de atención necesario para erizar los tendidos. Bárbaros 'Ranchero' y Armendáriz en la “paradinha” y en la ajustada batida en banderillas. El toro 'Botijero' fue excepcional de tranco, ritmo, humillación y obediencia. Desde ahí la faena creció hasta el delirio precisamente con las piruetas de un caballo que así se llamaba: 'Delirio'. El caballero de Noain quiso matar por arriba y dos pinchazos se interpusieron en el camino de una obra de clamorosa puerta grande. La oreja final no hacía justicia a todo lo visto.

Antes de la joya de Capea, se habían lidiado dos toros bien distintos: uno falto de poder en los cuartos traseros y baja casta en manos de Hermoso y otro con transmisión, encastado y diferentes velocidades en manos de Sergio Galán, que toreaba, ¡cómo está esto!, su primera corrida del año. Nada fácil la prueba para Galán, que remontó con clasicismo y certeras reuniones. Y eso que le puso dos hierros al murube. Cuando ya parecía que 'Uranio', 'Ojeda', 'Trópico' y 'Fado' iban a obtener su recompensa el rejón pegó en una banderilla, luego en hueso y ya se fastidió la cosa.

Pablo I de Navarra, que había toreado a placer con el desinflado toro que abrió plaza y había sentido a gusto sobre 'Van Gohg' y especialmente con 'Manolete', sufrió no poco con un cuarto que le exigió todo el fondo de soberbio maestro con sus muchísimas dificultades. De adelantar, cruzarse y atacar. Faena de figura de raza, comprometida y valiente hasta la médula más que vistosa. Piezas clave de nuevo 'Manolete' y 'Pirata'. Estos no rotan en la alineación. Oreja que se sumó a la anterior para salir a hombros por la “puerta del encierro”.

Galán acompañaría al maestro por la elegante faena al buen y escaso quinto. Falta le hacía. Que un tipo de su concepto esté sentado en el banquillo y otros pegando caballazos por ahí a cuenta de los lazos de sangre, clama al cielo. La fábula de 'Vidrié', la maravilla de 'Apolo'. Un par a dos manos y un Fado que es elogio de la finura. Todo supo a gloria. Un pinchazo no se interpuso en el triunfo del hijo adoptivo de Pamplona.

Roberto Armendáriz ha cuajado una cuadra importante. Volvió a verse con un sexto que se vino abajo. Ahora con 'Grano de Oro' y 'Prometido'. Pero cuando se presagiaba que la triada completa de jinetes saldría a hombros se precipitó con el acero mortal. Paradojas del toreo: el autor de la mejor faena de la tarde se marchó andando.

La Razón

Hermoso y Galán, Puerta Grande en Pamplona

Los rejoneadores Pablo Hermoso de Mendoza y Sergio Galán abandonaron ayer a hombros el coso de Pamplona tras cortar dos orejas cada uno. El jinete navarro logró un trofeo de cada uno de sus ejemplares. «Van Gogh», «Viriato» y «Pirata» fueron los nombres propios de su cuadra ante su primero; mientras que «Disparate» y «Manolete» destacaron en banderillas a lomos de Hermoso, que mostró su habitual maestría y consiguió abrir la décimo séptima Puerta Grande en esta plaza.

Asimismo, Sergio Galán cortó dos orejas al quinto, ante el que se gustó especialmente con las banderillas cortas a lomos de «Fado», tras clavar con «Apolo» un muy buen par a dos manos.

Por otra parte, Roberto Armendáriz no logró salir a hombros por el fallo con el rejón de muerte ante el sexto. Sin embargo, consiguió una oreja del tercero tras realizar una labor con gusto y temple, que también se vio emborronada por el mal uso del rejón final.

Plaza de toros de Pamplona. Segunda de la Feria del Toro. Se lidiaron toros de San Pelayo y San Mateo (2º y 3º), manejables y con movilidad en general. Pablo Hermoso de Mendoza, oreja en ambos; Sergio Galán, silencio y dos orejas; Roberto Armendáriz, oreja y saludos. Lleno de «No hay billetes».


Pamplona Temporada 2013.

pamplona_060713.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:24 (editor externo)