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Toros en Pamplona

Lunes, 8 de julio de 2013

Corrida de toros

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Toros de Dolores Aguirre enrazados, algunos mansos, dando especttáculo.

Caballeros:

Manuel Escribano: oreja y vuelta tras fuerte petición.

Joselillo: silencio en su lote.

Juan del Álamo: silencio y ovación.

Entrada: Lleno.

Video resumen del festejo: http://canalplus.es/toros

Puerta de Arrastre

Por Santiago Sánchez Traver

Los toros huérfanos, que les llamaron por la reciente muerte de la ganadera, dieron espectáculo. En el apartado brindaron un homenaje a Dolores Aguirre, pero en la corrida no se atrevieron a dar el minuto de silencio, por lo que pudiera pasar. Que en Pamplona te montan un sabotaje en un periquete. A los toristas, esos que gustan de las ganaderías con casta y que ponen a caldo a los modestos que se atreven a lidiarlas, hay que decirles que los de Aguirre no fueron tan buenos. Con raza, con genio, mansos algunos, pero no tan buenos. Y si son tan buenos, por qué no los torean las figuras. Escribano salió como en Sevilla con los Miuras. Digan lo que digan esos toristas estuvo hecho un tío toda la tarde. Recibió a los dos a portagayola, los lanceó, los banderilleó con mucho riesgo y los toreó. Porque los de Aguirre se dejan en la muleta si hay uno allí que se queda en el sitio y les baja la mano. Ha entrado en Pamplona para mucho tiempo. La presidenta no debió negarle la salida a hombros, porque esa oreja no era suya. Joselillo está algo fuera y se le nota la voluntad pero con eso y con medios pases exentos de técnica no se llega. Juan del Álamo no dio su talla en el primero y sí en el sexto, un manso que estuvo más tiempo en el callejón que en la plaza, al que sacó pases que no tenía y mató de un espadazo entrando a morir. En fin, que la cosa tuvo mucho que ver. Así es Pamplona.

Crónicas de la prensa:

El País

Por Antonio Lorca. Dolores Aguirre, que estás en los cielos…

Los toros de la fallecida Dolores Aguirre ofrecieron a su ganadera el mejor homenaje posible, y entre los seis, algunos con más méritos, la elevaron a los cielos taurinos; y desde allá donde esté doña Dolores habrá gozado con el juego interesante y variado de una corrida que, sin dejar de ser dura, fue un referente de casta, de movilidad y de nobleza en amplios pasajes del festejo. En una palabra, Aguirre triunfó a lo grande después de muerta, lo que supone el mejor regalo posible a quien vivió la fiesta con tanta pasión.

Toros todos ellos excelentemente presentados, distraídos en el capote, y mansos en los caballos; ninguno galopó en banderillas, pero todos ofrecieron su mejor cara en la muleta; embistieron incansables, largos de recorrido, repetidores y con nobleza. Destacó, especialmente, el cuarto, que hacía el avión cuando Escribano lo citaba con la zurda. Muy buen nivel ofrecieron primero, segundo y quinto, y solo tercero y sexto presentaron una aspereza más propia de este hierro, sin desmerecer, al final, del buen tono general de la corrida.

No significa lo dicho que fuera una corrida facil, pastueña y exquisita, de esas que tanto gustan a los artistas de la modernidad. No. Los toros de Dolores Aguirre, de imponente estampa, de largos y astifinos pitones, de reacciones inciertas, respondieron a la dureza de su bien ganada fama; toros para toreros machos y heroicos, para hombres curtidos y dispuestos a jugarse de verdad la vida por la ilusión de un triunfo; para toreros, en fin, de una pieza.

Ni Escribano, ni Joselillo ni Del Álamo alcanzaron ese éxito redondo que buscaron con verdadero interés y que tanto necesitan los tres, pero a fe que lo intentaron. Quizá, esos toros exigían una madurez de la que carecen, o, sencillamente, es que, hoy por hoy, no hay toreros para esos toros. Los tres lo dieron todo. Escribano y Joselillo recibieron a sus toros de rodillas en la puerta de chiqueros; el primero, banderilleó, participó en quites, muleteó por ambos lados y dejó en el ruedo todo su currículo profesional; debutaba en Pamplona y mostró allí todas sus cartas de manera apasionada. ¿Cuál fue su problema? Quizá, que los toros tenían más calidad que su toreo. Dio muchos pases y lució muy poco; sobre todo, ante el excelente cuarto, al que toreó sin la hondura que exigía la calidad del toro.

Joselillo conoce la plaza, no en vano era esta su sexta comparecencia consecutiva, y esta ganadería, con la que ha alcanzado triunfos resonantes, pero torea muy poco, y eso el toro lo huele. No se le pueden negar su entrega, su valor, su pundonor…, pero, además, hay que torear, colocarse bien, mandar, templar… En fin…que quedó manifiesta su decisión, pero no fue cualidad suficiente para el triunfo.

A Del Álamo le tocó el lote más áspero, pero este torero parece llamado a metas importantes. Plantó cara a las dificultades con enorme gallardía, superó los defectos de sus toros con extraordinaria disposición, y, aunque no le hicieron mucho caso, aprobó con nota el difícil examen; sobre todo, ante el sexto, al que mató de una estocada de premio.

ABC

<img src="http://www.portaltaurino.net/archivos/18961328200600.png"/>Por Andrés Amoros. Escribano roza la puerta grande y Del Álamo hace una meritoria faena en Pamplona

En el encierro y en la corrida se impone el recuerdo emocionado de Dolores Aguirre: una señora ganadera, fiel a un concepto del toro bravo, íntegro, encastado, que tantas veces lidió en esta Plaza. Los de esta tarde, con divisa de luto, astifinos, hacen honor a su dueña; los más manejables, primero, segundo y cuarto.

Manuel Escribano, triunfador con los Miuras de Sevilla, debuta en Pamplona y esta mañana ha corrido el encierro. Le toca un buen lote y lo aprovecha. Se va a porta gayola en el primero; banderillea con riesgo, quebrando en tablas. Va el toro a más en la muleta, como buen atanasio: series con firmeza y oficio pero desiguales de acoplamiento. Mata con decisión: primera oreja de la Feria a un matador. Vuelve a porta gayola en el cuarto; quita por gaoneras, cargando la suerte; se luce en el quiebro al violín. Brinda a Antonio Nazaré. Aprovecha la gran nobleza de la res, que repite, para ligar muchos muletazos, sólo aceptables. Pinchazo hondo: petición.

Seis veces ha triunfado aquí Joselillo, con reses de Dolores Aguirre: ni la Casa de Misericordia ni el mocerío lo olvidan. Es su primera corrida del año. Se va a porta gayola en el segundo, que lo arrolla. Los mozos están con él, desde el principio. Brinda a la hija de la ganadera y cita de lejos, de rodillas. El toro tiene nobleza y emoción. Joselillo se entrega en una porfía más voluntariosa que lograda. Vuelve a porta gayola en el quinto, abierto de pitones: otro momento de angustia. El diestro se entrega, se enfrenta a la aspereza del toro y mata con decisión.

También debuta aquí Juan del Álamo; las dos orejas en Las Ventas demuestran que tiene futuro. El tercero, muy serio, no es claro, se revuelve, pegajoso. Juan le planta cara, dibuja naturales con buen oficio pero tarda en matar. Mansea el último, salta al callejón dos veces, para regocijo de los mozos. El diestro no le duda, en una faena de gran mérito: le va sacando muletazos mejores de lo esperable. Ha estado firme y digno con el peor lote, sin que se lo aprecien. Y mata volcándose sobre los pitones: ¡olé! Saluda una ovación.

Marca

Por Carlos Ilián. Pamplona sigue siendo el santuario de Dolores

Para muchos la corrida de este lunes era en realidad una corrida póstuma después del reciente fallecimiento de Dolores Aguirre. Los toros huérfanos, los calificaron en más de un recuerdo de la ganadera. Y es que Pamplona ha sido un talismán para Dolores Aguirre, su auténtico santuario.

Este lunes, cuando ya no está la ganadera bilbaína entre nosotros, se recordaba el desvelo de la gran señora para que sus ejemplares mantuvieran en esta plaza el prestigio que les ha dado la seriedad de su presencia y de su juego variado y a tono con esta afición. Un torero, Joselillo, tuvo el detalle de brindar su primer toro a Isabel Liperheide Aguirre, hija de la ganadera fallecida. Que menos que este gesto de recuerdo.

Y en conjunto la corrida de Dolores Aguirre no aburrió, dos toros, el cuarto y quinto, se emplearon con codicia admirable. En este caso Manuel Escribano sólo se entendió con ese cuarto ejemoplar en u na tanda sobre la derecha, sometiendo por bajo. Luego los cambios del toro lo desconcertaron. En su primero cortó una oreja “sanferminera” por un sablazo caído. Escribano ligó algunos mulee tazos aseados, de poco fondo. Y no faltó la portagayola en sus dos toros.

Joselillo, que también se fue a recibir de rodillas a su lote, no pudo nunca con la codicia del quinto, aunque derrochó tanta voluntad como poca pericia. Lo más serio de la tarde lo hizo Juan Del Álamo, siempre por delante, cargando la suerte y muy cruzado, ante un lote infumable.

El Mundo

Por Vicente Zabala de la Serna. Manuel Escribano cae de pie en Pamplona

Los toros de Dolores Aguirre lucieron divisas negras en señal de luto por la muerte de su dueña. La Primavera se llevó a la ganadera.

A Manuel Escribano desde su éxito en Sevilla al desorejar un miura no se le ha dado ni bola. Pamplona como el Sur de Francia sí se acordó y Escribano respondió desde que se fue a portagayola. Librada la larga cambiada paciente el enjuto doloroseaguirre manseó abanto todo y más hasta que el torero de Gerena logró recogerlo hacia atrás. Se soltó el toro también del caballo, pero en la muleta se sujetó con el mando de Manuel Escribano muy por abajo. Por cierto, que banderilleó como en sus orígenes. De aquella manera al cuarteo pero con riesgo en un par por los adentros y en un quiebro partiendo sentado desde el estribo. Noble la embestida, más generosa a derechas incluso sin apurar el viaje; a izquierdas se lo pensó y Escribano le aguantó el pulso. Como en toda la faena muy asentado al piso. Cerró por manoletinas y con una estocada rinconera se aupó con un merecidísimo.

Por alto empezó la faena al muy serio cuarto, una alternativa a los pases pendulares del prólogo de la anterior. Muy dispuesto había estado otra vez a portagayola y en lances de manos bajas a la verónica; muy sincero con los palos con el toro en fuerte galope. La bravura del toro duró las dos primeras series firmes derechazos. A partir de la tercera, la cosa se fue poco a poco abajo en una faena sólo sostenida en la loable seguridad del torero. Variadísimo con el capote en sus turnos, por caleserinas y gaoneras. Abrochó faena por ajustadísimas bernadinas. El presidente no estimó la petición tras pinchazo hondo y descabello. La vuelta al ruedo tuvo fuerza. Y lo importante: la reivindicación de un torero hecho que ha caído de pie en Pamplona.

En su día, de otro modo, Joselillo también entró. Siguió el camino de la puerta de toriles. El armónico toro de Dolores Aguirre se le cruzó mucho y hubo de echar cuerpo a tierra con urgencias de vida o muerte. Desparramadas quedaron las zapatillas y la montera como situadas en triángulo. La faena la arrancó de rodillas en redondo. Buen toro por la mano derecha y Joselillo muy ligero. De rodillas y por 'manolas' se despidió. También por la derecha se estiró el serio quinto tras otra portagayola atravesada y de cuerpo a tierra. Joselillo, otra vez sin zapatillas, en una tanda le cogió el aire antes de perderlo. El suyo y el del toro. Pedía más sitio y gobierno el encastado toro.

Juan del Álamo no tuvo fortuna con el tercero. Solo pudo dejarle dos verónicas y media con talento pese al buen momento que atraviesa con el capote. Soltó mucho la cara el toro en la muleta sin terminar de humillar ni con la fijeza de sus hermanos. Del Álamo lo intentó en vano desde las toreras dobladas.

El cinqueño sexto saltó al callejón por dos veces. Una de ellas por el burladero de la MECA. A alguno de la comisión taurina todavía lo están buscando por el subsuelo. Le dieron tela en el caballo al torazo, que se quedó ahormado para la muleta pese a un punto gazapón y reservón. La verdad es que Juan del Álamo no sorteó lo más destacado. Lo entró a matar a ley. Un espadazo superior con golpazo. En todo lo alto. Entonces, el toro sacó de pronto todo lo que llevaba dentro en el arreón de la muerte.


Pamplona Temporada 2013.

pamplona_080713.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:14 (editor externo)