Levantada en 1959, en un plazo de nueve meses, a cargo de la familia medinense de Casares, tras colocar dos millones de ladrillos en su enclave junto al llamado Arrabal de la Villa.
La única alternativa tomada en esta plaza: la del el torero local «El Cuco» de manos de Morenito de Maracay y con El Yiyo de testigo.
Anteriormente los festejos taurinos se celebraban en la Plaza Mayor del municipio.