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REAL MAESTRANZA DE SEVILLA

Mañana del domingo, 3 de mayo de 2009

Corrida de rejones

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Toros de Benítez Cubero (desigualmete presentado, con diferente juego).

Caballeros rejoneadores:

Antonio Domecq: Rejón de muerte bajo, descabello (saludos desde el tercio).

Rui Fernandes. Rejón de muerte con efecto fulminante (oreja tras perición).

Andy Cartagena. Pinchazo, rejón de muerte caído (oreja).

Diego Ventura. Estocada baja (oreja).

Moura hijo. Rejón de muerte caído, 14 descabellos (saludos desde el tercio).

Leonardo Hernández. Rejón de muerte en su sito (dos orejas).

Presidente: Anabel Moreno.

Tiempo: Soleado con rachas de viento.

Entrada: Hasta la bandera.

Crónicas de la Prensa: El Mundo.


Lo mejor, lo peor

Por Carlos Javier Trejo.

Mañana espléndida en la Real Maestranza, lució el sol y los tendidos repletos de público para disfrutar de la tradicional cita matinal. El público se divirtió con los caballeros rejoneadores, se cortaron hasta un total de 5 orejas, aunque de distinto peso. Triunfo incontestable del joven jinete Leonardo Hernández, que cuajó de principio a fin a su toro, el único colaborador del encierro. Realizando cosas de gran pureza, dando los pechos, clavando en el estribo y alcanzando momentos álgidos a dos pistas, y con algún recorte espectacular pegado a las tablas. Clavó el rejón de muerto en todo lo alto y cortó dos merecidas orejas. Rayó a gran altura el caballero portugués Rui Fernandes. Y sería injusto obviar la actuación de Diego Ventura que cortó una oreja demostrando que es una de las principales figuras del rejoneo.

Lo peor de la mañana, el juego de los toros, muy parados, rajados y descastados. Pero hay que lamentar la actitud mostrada por Diego Ventura, al que la presidencia denegó la segunda oreja, muy acertadamente, y se negó a pasear la que se le había concedido. Una soberbia actitud que nada favorece a este jinete hispano-luso y que para nada es propia de alguien que quiere erigirse como primera figura del rejoneo actual. Su rejón cayó extremadamente bajo y de atravesado de manera visible. También clavó de manera desigual, por lo que sobraban argumentos al presidente para tomar la decisión que tanto desagradó al rejoneador.


El Mundo

Por Carlos Crivell. Triunfo rotundo de Leonardo Hernández

La mañana de rejones fue nuevamente espléndida. Calor y público variopinto en este espectáculo colorista del toreo a caballo. El festejo tuvo varias noticias. De un lado, y en primer plano, el triunfo resonante del joven Leonardo Hernández en el que cerró la mañana. También debe señalarse que Diego Ventura no haya sido el triunfador. Su labor fue buena, pero un error en el rejón de muerte, muy bajo y atravesado, le impidió cortar el doble trofeo con toda justicia. El caballero luso-español se enfadó de forma ostensible. Y hay que reseñar que Rui Fernandes cuajó bien a su toro.

En orden de lidia, abrió mañana Antonio Domecq que tropezó con un toro rajado. A pesar de ello, Antonio anduvo muy brillante como caballero, aunque le faltó algo que ya parece necesario en el rejoneo, como son los alardes extrataurinos. Esa pureza no fue suficiente para entusiasmar a los tendidos.

Esa espectacularidad la puso sobre el albero Rui Fernandes con un toro también con tendencia a meterse en las tablas. El rejoneador portugués sufrió algunos tropezones de sus cabalgaduras y lució en banderillas con Ozono y Joselito. Abusó de piruetas, peor fue capaz de mantener un tono vibrante en su labor. Acertó con el rejón de muere y paseó un trofeo.

Andy Cartagena cumplió una actuación más discreta de lo que acostumbra. Su astado fue parado y flojo de remos. Estuvo voluntarioso y lo más celebrado fue citar con Pericalvo con un balanceo llamativo de la cabalgadura, aunque luego clavó casi siempre a la grupa y nunca al estribo. Se pasó de faena y necesitó dos rejones de muerte, lo que no fue problema para que le dieran una oreja.

Diego Ventura estuvo bastante bien en algunas fases de su tarde maestrante. No prescindió de su espectacularidad, como la forma de tirar el sombrero tras cuatro piruetas sobre Manzanares. Lo mejor, dos pares con Distinto, al quiebro y en carrera hacia atrás. Clavó de forma desigual en el toro y lo emborronó todo con un rejón bajo y atravesado muy visible. Le dieron una oreja que se negó a pasear. Su actitud es reprobable porque cuando se le entrega un trofeo a un torero debe corresponder al público que la ha pedido. Ese gesto de orgullo no favorece nada a este caballero que no puede tener ninguna queja del trato que recibe habitualmente en esta plaza.

Sevilla Temporada 2009

sevilla_020509_m.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:22 (editor externo)