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REAL MAESTRANZA DE SEVILLA

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Tarde del domingo, 20 de junio de 2010

Corrida de novillos

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Novillos de El Serrano (de diferente presentación y buen juego en general. 1º y 6º, muy encastados, aplaudidos en el arrastre).

Diestros:

José María Arenas: De verde y oro. Estocada entera (saludos desde el tercio); estocada entera, rueda sin puntilla (saludos desde el tercio); dos pinchazos, pinchazo hondo, descabello (silencio y vuelta al ruedo por su cuenta).

José Arévalo. De caña y azabache. Estocada trasera (vuelta al ruedo); dos pinchazos, estocada (silencio).

Diego Silveti. De verde y oro. Dos estocadas con sendos revolcones, (saludos desde el tercio).

Incidencias: Diego Silveti recibió un varetazo y un puntazo al entrar a matar a su primero. Fue atendido en la enfermería y tuvo que abandonar la lidia. Parte médico: Herida por asta de toro en cara interna superior de muslo izquierdo que atraviesa aponeurosis y dislacera fibras del abductor mayor en una trayectoria de 5 cm hacia arriba y otra de 12 cm hacia abajo y fuera. Se interviene con anestesia raquídea practicándosele limpieza, colocación drenajes y sutura de planos musculares, aponeuróticos y piel. Se traslada a la Clínica Sagrado Corazón. Pronóstico: Menos grave.

Presidente: Gabriel Fernández Rey.

Tiempo: Soleado, con rachas de viento.

Entrada: Media plaza.

Crónicas de la prensa: ABC.

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©Silveti, José María Arenas y José Arévalo. Foto: Arjona/Empresa Pegés.


Lo mejor, lo peor

Por Juan Carlos Gil.

Lo mejor: Las ganas de los futuribles

Si no se poseen los resortes técnicos ni el oficio suficiente… al menos el esportón debe estar rebosante de entrega, voluntad y ansias por hacer cosas distintas. El aplomo y la madurez llegan con el paso del tiempo. A los tres chavales no se les puede poner ningún pero en entrega y vergüenza torera, sobre todo a Diego Silveti que hacía su presentación en Sevilla y pagó con sangre su pundonor. Sí que no acertasen, ni José María Arenas ni José Arévalo con los distancias y el acople preciso para haberle sacado más partido a la buena novillada, en líneas generales, de El Serrano. Hubo dos toros de triunfo que cayeron en manos del novillero de Albacete y no pudo dar ni una vuelta al ruedo… pero en su haber y que anotar que se vació en las faenas de 1º y 6º. Corrió bien la mano cuando acertó a dar el paso al frente y a tirar de las embestidas con tino y largura. Arévalo lo intentó todo: quitó por faroles de rodilla, por tafalleras ligadas a una tijerilla, galleó por chicuelinas, se fue a la puerta de chiqueros y se clavó de hinojos… Es un torero eléctrico que practica el arte de Cúchares a una velocidad indebida. Debe atemperarse para coger el pulso de las acometidas de las reses, sino en más de una ocasión se le quedarán en mitad de las suertes porque no verán tela. Ese defecto el pudo costar un serio disgusto en el quinto.

Lo peor: la cornada de Diego Silveti

Se presentaba el último representante de una de las dinastías con mejor pedigrí de las procedentes de tierras aztecas. Y el espigado chaval tiene buen porte y quiere hacer las cosas bien. Sin embargo, se atracó de novillero en el tercero de la tarde. Se puso muy cortito y como se volcó encima de los pitones, cuando quiso cruzar los pitones, el colorao ojo de perdiz le esperaba con la gaita levantada. Lo prendió por el muslo, lo zarandeó en unos segundos dramáticos e interminables y lo soltó sólo cuando ya lo había dejado maltrecho en el albero. No se miró, ni se quejó, ni se amilanó… ¡Gesto de torero! Y se preocupó de buscar otra muleta para irse detrás de la espada. No cayó bien el estoque y salió de nuevo trompicado. Lo peor de todo es que peligra su presentación en Barcelona y en Pamplona. Estas ausencias rompen el planteamiento de la temporada… pero ahora hay que apretar los dientes y reponerse.


ABC

Por Lorena Muñoz. Dos vueltas al ruedo para la disposición y la actitud

La disposición y la actitud de los novilleros fueron las claves de la última de las novilladas del abono. Dos cualidades que no se han prodigado mucho en el ruedo de la Maestranza durante el ciclo, y que hicieron que el encierro de El Serrano resultara cuanto menos entretenido. Los tres debutantes participaron activamente en la lidia de los novillos y aprovecharon en distinta medida las posibilidades que ofrecieron los dos primeros del festejo pero sobre todo el sexto. José María Arenas lidió y estoqueó tres novillos por la cogida de Diego Silveti en el primero de su lote. El albaceteño mantuvo una actitud bastante decidida toda la tarde y tuvo material para haber conseguido cortar algún trofeo. En el primero se le vio muy dispuesto y con muchas ganas, animoso con el capote, participativo en los quites –por lopecinas- y en banderillas, donde invitó a José Arévalo. Parecía un festejo de los años sesenta en los que la competencia entre novilleros era máxima. Las expectativas fueron buenas en los primeros tercios pero bajó el tono en la faena de muleta, que comenzó de rodillas en el centro del ruedo. Fueron los mejores momentos de su labor, en la que fue molestado por al aire y a la que le faltó conexión con los tendidos.

La historia del cuarto de la tarde fue distinta. Lo recibió con una larga de rodillas en el tercio y lo banderilleó con menos lucimiento que al primero. La faena no pudo pasar de correcta ya que el de El Serrano se apagó pronto, se quedó aplomado y pegado al piso sin querer pasar. Lo intentó por ambos pitones pero sólo pudo dejar una buena estocada como rúbrica.

La efectividad que tuvo en la suerte suprema con los dos primeros le falló en el sexto, un astado que tuvo mucha movilidad y transmisión en la muleta y que no debió irse con las orejas puestas. Arenas pecó de encimista, debió templar más y darle más distancia al novillo que metió bien la cara por ambos pitones y tuvo importancia. Casi en el último suspiro de la faena, y mientras la banda interpretaba Suspiros de España, Arenas consiguió enjaretar dos buenas series con la zurda. El fallo a espadas enturbió un poco la vuelta al ruedo final mientras el público abandonaba la plaza alentado por la frescura de la ya noche. José Arévalo también se mostró muy decidido y dispuesto en su presentación en la Maestranza al recibir a sus dos novillos a portagayola. Mucho gusto en el recibo a la verónica del segundo, estuvo variado en los quites y en un galleo para llevarlo al caballo antes de banderillear con mucha voluntad y efectismo. Se entregó por completo en la faena al primero de su lote que comenzó por estatuarios y en la que citó de frente en muchas ocasiones. La embestida del novillo era clara y con mucha transmisión por lo que llegó con fuerza al tendido donde se supo valorar la entrega de un novillero que siempre quiso hacer las cosas bien. Remató de una buena estocada pero la petición ni fue suficiente para cortar la oreja.

En el quinto, y después de recibirlo en la puerta de chiqueros, se llevó una voltereta, de la que salió airoso y por piernas aunque algo conmocionado, cuando hacía un quite por chicuelinas. Tomó de nuevo los palos para banderillear con ganas pero el astado apretó apara los adentros y el valenciano tuvo que derrochar cualidades dignas de un velocista. El novillo, tardo y reservón, acabó buscando las tablas y allí se mostró Arévalo valiente pero fallón con el estoque por lo que fue silenciado.

El único borrón del festejo fue que el mexicano Diego Silveti resultó herido por el tercero de la tarde y aunque abandonó el ruedo por su propio pie para ir a la enfermería, no pudo volver para lidiar el sexto. El novillero de dinastía torera, que fue prendido en dos ocasiones al entrar a matar, dejó una impronta de torero elegante pero pecó de frialdad en su faena. Cumplió en el capote en un quite por gaoneras pero bien es verdad que el novillo se quedaba a mitad del viaje y tuvo un punto de sosería que no permitió que la labor se Silveti remontara en faena. Un triste debú para el mexicano que tendrá que esperar a otra oportunidad en Sevilla.


Sevilla Temporada 2010

sevilla_200610.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:20 (editor externo)