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REAL MAESTRANZA DE SEVILLA

Domingo, 23 de septiembre de 2012

Corrida de toros

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Toros de Juan Pedro Domecq y Núñez del Cuvillo (bien presentados, con juego desigual; 1º, 2º y 4º aplaudidos en el arrastre; 3º, rajado).

Diestros:

José María Manzanares: Estocada (dos orejas); media estocada, puntilla (saludos desde el tercio); media estocada tendida, aviso, descabello (oreja).

Alejandro Talavante: Pinchazo, estocada casi entera (saludos desde el tercio); estocada (oreja); pinchazo, estocada , descabello (saludos desde el tercio).

Banderilleros que saludaron: Manuel Blázquez, Curro Javier y Juan José Trujillo, en el 3º.

Incidencias: el subalterno Luis Blázquez, de la cuadrilla de José María Manzanares, resultó cogido en el 1º de la tarde. Parte médico: “Picontusión, abdominal y en miembro inferior derecho, prentando erosiones superficiales, y refiriendo dolor en hemiabdomen derecho, a la exploración dolor a la palpación sin signos de irritación peritoneal, se mantiene en observación, permaneciendo hemodinamicamente estable hasta su traslado. Pendiente de completar en hospitalización pruebas complementarias. Pronóstico: Reservado. Le impide continuar la lidia”. Firmado por el Dr. Octavio Mulet Zayas.

Presidente: Gabriel Fernández Rey.

Tiempo: nublado y calusoro.

Entrada: casi lleno.

Crónicas de la prensa: Toromedia.

Puerta de Arrastre

Por Santiago Sánchez Traver

Al salir de la plaza ví a Manzanares padre, solitario sin nadie a su lado, en un rincón de la verja de la Maestranza, llorando tal vez y disfrutando al ver la tercera salida de su hijo por una Puerta que él tanto soñó. Con esa foto me quedo. La tarde lo tuvo todo: emoción, riesgo, peligro, arte, competencia…Los toros algunos poca fuerza y otros peligro, bien presentados y con defensas muy serias. Manzanares estuvo cumbre en sus dos faenas, pero la del quinto tuvo más mérito, sólo él vio al toro y fue capaz de construirla. Y construirla tan bellamente, con tanto temple, gusto y perfección. Estuvo, además, hecho un novillero toda la tarde. Talavante no se quedó atrás en valor y ganas. Al sexto le habría cortado una oreja de gran mérito por lo que tragó. Y esto seguro que Manzanares hubiera cortado al tercero si no se le estropea extrañamente. Qué buen broche de Feria de San Miguel adelantada -creo que por garantizar el tiempo- y de temporada. Lo mejor, con todo, que lo de Luis Blázquez se quedara en el susto tan enorme que nos llevamos todos.

Lo mejor, lo peor

Por Juan Carlos Gil.

Lo mejor: el toreo sublime de Manzanares por la Puerta del Príncipe

Comenzó por todo lo alto la tarde. José María Manzanares en la puerta de chiqueros saludando con una larga cambiada y toreando con mimo, dulzura y exquisitez a pies juntos. Una delicia para los sentidos. Y con un gran toro, de embestida profunda y exigente, se rompió por el pitón derecho. Muletazos largos, templados, profundos, hondos y rematados detrás de la cadera por debajo de la pala del pitón. Mientras más le exigía, más bravura demostraba Trampilla. Así estuvimos paladeando la particular tauromaquia de Manzanares. Y la izquierda, maravillosa. Naturales ceñidos y lentos, de riñones encajados y muñeca suelta; de cogerlo adelante y soltarlo detrás. Y el colofón: espadazo en la suerte de recibir. En el quinto, se repitió el mismo guión. Molestado por el viento se la puso muy planchada y embebió la acometida con un pulso de privilegiado. En una tanda con la izquierda, el remate por bajo se convirtió en una trinchera inconmensurable. Y la serie siguiente enceló, enloqueció, sedujo al pupilo de Juan Pedro que se enroscó al torero mientras perseguía la bamba de la muleta. Un manicomio. Puerta del Príncipe merecida, disfrutada y sentida. ¡Viva la grandeza universal de toreo que permite hacer milagros… tantos que hasta el que suscribe se puso celoso. Su cuadrilla estuvo magnífica en el tercero, sobreponiéndose a la presumible tragedia del primero, cuando Luis Blázquez se quedó debajo del estribo a merced del gran toro. Gran toro de Cuvillo. Trampilla fue bravo, embistió por bajo, con ritmo, poder y transmisión. Debió tener el honor de dar la vuelta al ruedo.

Lo peor: El susto

Luis Blázquez ha tenido la suerte de cara, pero nos dio el susto de la tarde porque se quedó debajo del estribo y el cuatreño se cebó con él. Que sólo tuviese magulladuras se debió a otro milagro.

Toromedia

Buena tarde como cierre de San Miguel. El mano a mano entre José Mari Manzanares y Alejandro Talavante ha propiciado momentos de gran interés e importancia. Lo mejor ha corrido a cargo de Manzanares, que de nuevo ha dado lo mejor de sí en la Maestranza, plaza que ya le vio triunfar por todo lo alto en la pasada Feria y que esta tarde ha vibrado con una actuación completa y dos faenas para el recuerdo.

Manzanares sorprendió a todos yéndose a portagayola a recibir al primero de la tarde. Lo vació muy bien en la larga cambiada y lo toreó con mucho gusto a la verónica, provocando la primera gran ovación de esta última corrida de San Miguel. De la emoción se pasó al miedo en el tercio de banderillas al ser cogido contra las tablas Luis Blázquez, a quien el toro tuvo entre sus pitones larguísimos segundos, teniendo que ser conducido a la enfermería.

Repuestos del tremendo susto, Manzanares comenzó la faena con tres series diestras de gran empaque, resultando especialmente profunda la tercera, de mano baja y gran temple. Cambió a la zurda y hubo naturales largos. Al volver a la derecha imprimió hondura al toreo pero al intentar rematar con una arrucina resultó volteado, por fortuna sin mas consecuencia que el fuerte golpe. Se recompuso y remató con una nueva serie diestra y un circular. Concluyó esta excelente faena con una estocada recibiendo y cortó dos orejas.

También Alejandro Talavante se fue a chiqueros a recibir al segundo, al que toreó muy bien por delantales rematando con un recorte soltando una mano en los medios. El toro fue cuidado en el caballo y embistió en la muleta con la cara suelta por el lado derecho. Talavante le cambió el terreno y lo toreó bien en la primera serie al natural. En la segunda ya se puso más complicado el astado, apretando por ese pitón también. Cambió a la derecha y le molestó mucho el viento. Logró meter por ese lado a un toro que no era fácil. Mató de pinchazo y media y fue ovacionado.

Manzanares volvió a irse a portagayola en el tercero de la tarde, toreando por chicuelinas de forma vibrante con algún que otro susto incluido que volvió a tensionar a la plaza. El toro de Juan Pedro fue cuidado en el caballo y la cuadrilla de Manzanares saludó al completo en banderillas. Raúl Blázquez y Juan José Trujillo con los palos y Curro Javier por la brega.

Manzanares se llevó al toro en los medios y le dio tiempo. La primera serie fue ligada y estuvo presidida por la calidad. En la segunda al toro ya le costó más embestir e hizo amago de echarse al final. Parecía congestionado, como acalambrado en los cuartos traseros, el de Juan Pedro y el público pidió a Manzanares que matara con brevedad, lo que no pudo hacer porque el toro se echaba y tuvo que ser apuntillado.

El cuarto de la tarde, también de Juan Pedro, fue protestado en los primeros tercios por su falta de fuerza, pero el animal aguantó bien y Talavante comenzó la faena de muleta con dos series de naturales ligadas. En la tercera, que comenzó por la derecha y en la que se cambió la muleta de mano por la espalda, entonó su labor y sonó la música. Hubo más toreo por la derecha y una serie al natural antes de terminar con un estético toreo a dos manos y manoletinas. Mató de estocada y cortó una oreja.

El quinto se metía por dentro y no dejó a Manzanares lucirse de capa. Medido en el caballo y cuidado por Manzanares en los primeros muletazos, el toro responde bien en la primera serie. En la segunda, con muletazos largos y con empaque, rompió la faena. Cuando cambio a la zurda le molestó el viento, pero aun así dio una buena tanda. Volvió a la derecha y crujió al enclasado toro de Juan Pedro en una serie excelente. Hubo otra con la misma intensidad y un buen toreo por ayudados como broche. Mató de media tendida y descabello. Cortó una oreja que era la llave de la Puerta del Príncipe.

No se lo puso fácil el sexto a Talavante. Tenía que torear el de Cuvillo y el torero lo entendió bien por el lado izquierdo, el pitón menos malo del toro. Talavante estuvo valiente y por encima de las complicaciones de su enemigo en una labor de mérito. Mató de pinchazo y estocada.


©Imágenes: José María Manzanares y Alejandro talavante/E. Pagés.

Sevilla Temporada 2012.

sevilla_20912.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:13 (editor externo)