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Fernando Adrián, con billete para la final de la Copa Chenel

El diestro de Torres de la Alameda desorejó al excelente cuarto de Zacarías Moreno premiado con la vuelta al ruedo y pone pie y medio en la final del certamen madrileño. Oreja para Colombo frente al mejor del encierro. Jorge Isiegas, detalles de toreo caro pero sin opciones con un lote infumable.

Por Berta Manzano

La coqueta plaza de “La Candelaria” en la localidad madrileña de Valdemorillo sirvió de escenario para la primera semifinal de la Copa Chenel tras prácticamente año y medio cerrada a cal y canto. Aunque hubo ganas de toros, la afición de Madrid se acercó al reclamo de una terna joven y con dimensión pero no lo suficiente para que los tendidos registrasen una mejor entrada en un festejo fuera de feria. Ahí quedó la apuesta del Ayuntamiento con la colaboración del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid.

El inicio de las dos semifinales del certamen, sirvió para que Fernando Adrián comprara el billete para la finalísima. Fue el triunfador de la tarde tras entender a la perfección a un gran “Acomplejado” de Zacarías Moreno que tuvo multitud de virtudes para la muleta. Aunque se intuyó un compromiso superior del torero como el acaecido en Valdetorres del Jarama hace un par de semanas, el aficionado sabe que puede dar más de sí; máxime cuando acabó estoqueando dos ejemplares de la misma ganadería - el jurado seguro que tomará en consideración dicha ventaja con respecto a sus compañeros. Aunque sin picar, su primero fue extraordinario en una faena a placer en el que llegó a forzar un indulto inexistente obligándole el Presidente con excelente criterio a estoquearlo cobrándose un soberbio estoconazo. Dos orejas de ley y vuelta al ruedo como premio al toro. Recibió palmas con el primero bis al devolverse el titular de Prieto de la Cal tras partirse un pitón ante el que dejó una faena irregular de más a menos con un toro de matadero.

Jesús Enrique Colombo sorteó al mejor del encierro, un quinto de gran clase ante el que estuvo por debajo y en momentos toreando al hilo del pitón y eso que el toro no acusó una lidia interminable con multitud de pasajes destemplados. Banderilleó el venezolano a toro pasado y en la muleta no tuvo más que acompañar la embestida del súper clase de Zacarías Moreno. No falló con la espada, se le pidió la segunda y el Presidente con buen criterio al igual que en el anterior (con el indulto) no concedió el doble apéndice. Fue silenciado con el deslucido segundo de Veragua, otro de matadero.

De vacío se marchó Jorge Isiegas tras encontrarse con la suerte esquiva en el sorteo. Aun así, dejó patente su buen gusto en el saludo capotero en su primero de Zacarías Moreno, manso de libro en una labor imposible con el toro acunado en tablas. Lo intentó hasta la extenuación pero aquello era como extraer agua de un pozo sin fondo. Se cobró un estoconazo que fue de premio. La petición no llegó a cuajar y recibió una ovación con saludos. El sexto de Prieto de la Cal fue infumable, hasta incluso llegó a verse cogido el torero aragonés ante un morucho de nulo juego. Ni qué decir tiene que Isiegas no tuvo un lote de garantías ante el que confirmar su gran momento. Otra vez será…

Sábado 16 de octubre de 2021. Valdemorillo (Madrid). Plaza de toros de “La Candelaria” - un cuarto de plaza con el aforo permitido en tarde soleada. Copa Chenel. Primera semifinal. Corrida de toros de Zacarías Moreno (3º, 4º y 5º) y Prieto de la Cal (1º, 2º y 6º) - (1º bis Zacarías Moreno) - con calidad, exigentes y con movilidad 4º y 5º. Desrazados y de nulo juego 1º, 2º y 6º - (de más a menos el primero, deslucido el segundo, manso y rajado el tercero, encastado el cuarto, con transmisión y movilidad el quinto y de nulo juego el sexto) para Fernando Adrián de grana y oro (palmas y dos orejas con petición de rabo y dos vueltas al ruedo), Jesús Enrique Colombo de azul purísima y oro (silencio y oreja) y Jorge Isiegas de y oro (ovación con saludos tras petición y ovación con saludos tras aviso). Al finalizar el paseíllo sonaron los acordes del himno nacional. Antes del inicio del festejo, los alumnos de la escuela taurina de Valdemorillo dieron la vuelta al ruedo con una pancarta que rezaba: “Nadie nos puede prohibir soñar”. Antonio Molina y Diego Valladar saludaron tras parear al primero. “Acomplejado” herrado con el nº 70, nacido en enero 2017, castaño de capa de la ganadería de Zacarías Moreno lidiado en cuarto lugar fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.