<img width="100px" height="130px" src="
http://www.dipualba.es/Archivo/images2/justomillan.jpg">
Hellín el 29 de mayo de 1843
Arquitecto oficial provincial de Murcia durante muchos años, es considerado uno de los grandes representantes del eclecticismo historicista español. Corriente arquitectónica que define la actitud de compaginar diferentes estilos históricos y que también abrazara Aníbal González, el último gran arquitecto de la plaza de Sevilla. Entre las grandes obras civiles de Justo Millán figuran la plaza de Murcia, la plaza de Lorca, la plaza de Cieza, la plaza de Abarán y la plaza de París. A él también se le encargó la plaza de toros para la capital de Argelia (1889), durante su estancia en París. Se desconoce si llegó a realizar este proyecto.
En 1879 se le encargó la plaza de toros que se levantó en París, plaza de París, con motivo de la Exposición Universal de 1889, que se celebró para conmemorar el centenario de la toma de la Bastilla. Un encargo que, según la carta firmada en París el 7 de abril de I889 en nombre de Hernando y C., se le formula el encargo en los siguientes términos: «He indicado que nadie como usted para encargarle de su construcción y todos han convenido conmigo en esto. Tiene los planos de la construida en esa población (Murcia); le sobra actividad para hacer la cosa en menos tiempo que nadie; tiene como nadie también conciencia del trabajo y haría la plaza en la mitad del tiempo que el arquitecto francés, y muy superior a la que él hiciere».
No defraudó Justo la confianza puesta en él, tan cálidamente expresada en la carta anterior y pudo concluir el proyecto en el tiempo acordado. El coso, de hierro y madera, quedó emplazado en la calle de la Federación, próxima a la Torre Eiffel.
La categoría de Justo Millán, en cualquier terreno en el que actuase, junto a su también ensalzada humildad, se dejaba ver con frecuencia en los medios informativos. El día de la inauguración de la plaza, se lee en 'El Diario de Murcia': «Merecía don Justo Millán haber recibido un aplauso de aquella muchedumbre (…). El arte en esa plaza se llama don Justo Millán».