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REAL MAESTRANZA DE SEVILLA

Jueves, 11 de julio de 2019

Novillada sin picadores

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Novillos de Villamarta (de distinta presentación y juego desigual).

Diestros:

Uceda Vargas: Estocada casi entera caída (oreja).

Manuel Rueda: Pinchazo, estocada caída (vuelta al ruedo tras petición)

Christian Parejo: Dos pinchazos, estocada, aviso (silencio).

Antonio Romero: Estocada baja (vuelta al ruedo).

Solal Calmet 'Solalito: Estocada tasera (oreja).

Rafael León: Tres pinchazos, aviso, dos descabellos, estocada fulminante (aplausos).

Incidencias: el banderillero Francisco Monroy Ferrete fue atendido en la enfermería de una “contusión en pie izquierdo en región posterior nivel del calcáreo. Se recomienda estudio radiológico”.

Presidente: José Joaquín Herrera.

Tiempo: Temperatura agradable, caluroso al principio.

Entrada: Media plaza.

Video: https://twitter.com/i/status/1149410723640086528

Galería de fotos: https://t.co/GN1F4FOU0t?amp=1

Crónicas de la prensa:

El Correo de Andalucía

Por Álvaro Rodríguez del Moral. El poso de Uceda Vargas marcó la diferencia

Con el segundo pase de estas noches de ilusiones se recreció el ambiente. Los festejos de los jueves de julio deben hoy por hoy su pulso a esos pandillones de jóvenes y adolescentes a los que convendría cuidar. Sin ellos –ésa es la pura verdad- la plaza ofrecería un aspecto desolador si atendemos a la progresiva deserción de ese público familiar al que se ha ido espantando por el absurdo exceso de celo en aplicar las normativas –más absurdas todavía- en materia de espectáculos. Ya lo dijimos un día: al que le revuelven la nevera no suele volver. Convendría tener en cuenta el dato…

Pero hay que dejar a un lado toda esa tramoya para centrarnos en lo que pasó en el ruedo en un festejo interminable -¿Cómo puede durar dos horas y tres cuartos una novillada sin picar?- que nos regaló lo mejor al primer capítulo. Hablamos de la actuación de Uceda Vargas, un novillero presentado por la Escuela de Tauromaquia de Camas que embelesó por sus formas e interesó por su fondo. El chico supo desenredar al eral de sus querencias para trazar una faena desmayada a la que no le faltó un sólido soporte técnico. Vargas, que evoca en su apellido algún torero legendario de Camas, sabe dejarla puesta, tocar y citar en el momento justo para aprovechar las condiciones de su enemigo. Sus formas nos transportan a esas viejas películas de Manolo González: en los remates imaginativos, en los arabescos que dibuja con los engaños antes de ponerse a torear de verdad, en el sentido del temple… Fue el suceso más feliz de la noche y, a falta de lo que ocurra en el tercer festejo clasificatorio, debe tener sitio en la final. La oreja que le pidieron y le concedió el nuevo usía es lo de menos. Dejó ganas de verlo de nuevo.

Hay que computar otra oreja. La cortó el novillero marroquí Solalito, que llegaba a la plaza de la Maestranza presentado por la Escuela Taurina del Campo de Gibraltar. El chaval, ésa es la verdad, se entregó a tope y dejó entrever una formas interesantes que no siempre pudieron fluir por la desesperante mansedumbre de su enemigo, que huyó hasta de su sombra. El bicho se marchaba a tablas en cada embroque aunque sus esfuerzos y la solvencia con el acero, fundamental en estos festejos, arrancó otra petición maciza que el palco tuvo que atender. Del resto de la tropa

A partir de ahí, ¿qué les podemos contar? Hay que recordar que el sevillano Manuel Rueda toreó con prisas y exceso de tirones al mejor ejemplar de la noche, que fue el segundo. El tercero de Villamarta, que envió a la enfermería al banderillero Monroy, fue un bocado duro para el chiclanero Christian Parejo. El bicho embestía con los pechos y el chaval no volvió la cara dejando los retazos más bellos de su labor en el remate de la faena. Había tenido delante un auténtico regalo, al igual que Antonio Romero, que tuvo que sudar la gota gorda para meter en cintura al correoso y molesto cuarto. Una postrera tanda con la izquierda dio la medida del esfuerzo del novillero presentado por la Escuela de Sevilla, que sufrió dos o tres mamporros sin consecuencias. El espadazo fulminante prendió la petición de trofeo. Acabó dando la vuelta… El sexto aspirante fue Rafael León. Le presentaba la Escuela de Málaga. A esas horas pesaba el festejo, la noche y hasta las viandas… El chaval está puesto; se sabe el oficio y sabe resolver. La espada dejó todo en agua de borrajas.

Diario de Sevilla

Por Luis Nieto. Despuntan Uceda Vargas y Solalito

En la segunda novillada de promoción despuntaron los novilleros Uceda Vargas y Solal Calmet ‘Solalito’, quienes consiguieron sendos trofeos en un festejo en el que la materia primera fue una novillada de Villamarta, de desiguales hechuras y juego y en la que predominó la mansedumbre. Los sevillanos Manuel Ruedo y Antonio Romero se acercaron al triunfo, dando sendas vueltas al ruedo tras petición de oreja. Todo ello dentro de un espectáculo sin picadores… ¡que duró más de dos horas y media!, comenzando a las nueve y media de la noche del jueves y terminando al día siguiente.

El gerenense Uceda Vargas, alumno de la Escuela de Camas, manejó bien el capote, derrochando variedad, toreando bien a la verónica y realizando un quite con vistosas lopecinas. Realizó una faena con inteligencia, variedad y temple, matando al primer envite a un novillo manso, pero con buena clase al que entendió perfectamente. Mató al primer envite y cortó una oreja.

Solal Calmet Solalito, nacido en Marruecos, residente en Nimes y actualmente alumno de la Escuela taurina Campo de Gibraltar, es un torero que apunta buenas maneras y completo en los tres tercios. Se lució a la verónica y en banderillas y robó muletazos en un trasteo muy meritorio a un astado manso y huidizo, rubricando con una buena estocada y fue premiado con un apéndice.

El sevillano Manuel Rueda, con un astado mansote y con movilidad, se empleó con disposición, tanto en el recibo con una larga cambiada como en una faena de entrega, con la virtud de la ligazón para dar la vuelta al ruedo tras pinchazo y estocada.

El chiclanero Christian Parejo, con un novillo manso y huidizo, anduvo voluntarioso siendo cogido sin consecuencias en el epílogo de una labor que remató de dos pinchazos y estocada.

El sevillano Antonio Romero, en novillero, recibió al complicado cuarto con una larga cambiada de rodillas de la que salió cogido sin consecuencias, como le sucedió en otro pasaje con la muleta. Mató al primer envite y dio una vuelta al ruedo tras petición.

El malagueño Rafael León, perteneciente a la escuela taurina de su ciudad también demostró arrojo en una larga cambiada de rodillas a portagayola, toreando bien de pie a la verónica. Con la franela, hubo algunos pasajes en los que se gustó.

Toromedia

Uceda Vargas y Solalito cortan una oreja en la segunda de promoción

Uceda Vargas recibió al primero a la verónica destacando el remate con media. Brilló en un quite por lopecinas y el novillo buscó pronto el amparo de las tablas. Con la muleta mostró un sentido clásico del toreo dejando buenas series con la derecha, destacando también en los remates a dos manos que dieron un toque de sevillanía a su actuación. Terminó con luquesinas y dejó más de media que fue suficiente. Cortó una oreja.

El sevillano Manuel Rueda comenzó la faena en los medios y ligó varias series con la derecha bajando la mano. El novillo de Villamarta fue buen colaborador y también con la zurda llegó a acoplarse. Mató al segundo intento y se pidió la oreja para él, pero el presidente no la concedió, quedando el premio en una vuelta al ruedo.

Christian Parejo se las vio con un novillo manso de salida que también presentó complicaciones. Siempre embistió a regañadientes y sin entrega, por lo que fue una difícil papeleta para el gaditano. Parejo lo intentó pero chocó contra la mansedumbre y la dificultad de este tercero. Lo más logrado fueron los ayudados por alto del final. Falló con la espada y escuchó un aviso.

Antonio Romero recibió al cuarto con largas cambiadas, resultando tropezado en una de ellas. En la muleta se las vio con un animal un tanto correoso que supuso demasiada dificultad para su bisoñez. No faltaron, eso sí, voluntad y entrega en su actuación, resultando volteado en un par de ocasiones. Mató de forma eficaz y hubo petición de oreja, que no fue concedida. Vuelta al ruedo.

Solalito se lució con las banderillas en el quinto, destacando el tercer par al quiebro. El novillo llegó muy rajado a la muleta, huyendo constantemente de la pelea. Aun así Solalito dejó entrever sus buenas maneras en muletazos sueltos que pudo robarle a su oponente. Al final en la zona de chiqueros estuvo firme en el toreo de cercanía lo que, unido a la estocada, le valió una oreja.

Rafael León recibió al sexto a portagayola y estuvo variado con el capote. Con la muleta demostró tener tablas y entendió a un novillo que no acababa de entregarse. Le sacó partido en una faena de oficio y mérito pero mató mal, escuchando un aviso.

11_julio_19_sevilla.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:17 (editor externo)