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REAL MAESTRANZA DE SEVILLA

Domingo, 14 de mayo de 2023

Final Circuito de Novilladas de Andalucía

Corrida de novillos

Ficha técnica del festejo

Ganadería: Toros de Villamarta (bien presentados, justos de raza y casta; mansos 4º y 6º).

Diestros:

El Melli. Pinchazo, media estocada, dos descabellos (saludos); dos pinchazos, dos descabellos (silencio); estocada casi entera, dos descabellos (silencio).

Marcos Linares. Media estocada y resulta cogido.

Ismael Martín. Destacó en banderillas. Estocada (vuelta al ruedo tras petición); pinchazos, estocada (silencio).

Incidencias: Marcos Linares resultó cogido al entrar a matar a su primero, herida de 4-6 centímetro en muslo derecho que “penetra dascia músculo saltorio que contunde arteria femoral artificial”. Fue intervenido en la enfermería y posteriormente trasladado al hospital. Tras el festejo Marcos Linares fue proclamado ganador del Circuito de Novilladas de Andalucía y representará a la Comunidad Autónoma en la Liga Nacional de Novilladas.

Presidenta: Macarena de Pablo Romero.

Tiempo: soleado, temperatura agradable.

Entrada: menos de media plaza.

Imágenes

Video resumen AQUí

Crónicas de la prensa

Por Álvaro Rodríguez del Moral. Diario de Sevilla. Marcos Linares cambia su cornada por un triunfo de ley

Hay que alabar el sentido y la sensibilidad del jurado nombrado por la organización de este Circuito de Novilladas de Andalucía otorgando la legítima victoria al novillero Marcos Linares, que une a su contrastada proyección este premio que le permitirá seguir compitiendo con los mejores. De sus manos –y de su cabeza– salió el mejor toreo de la tarde por más que no pudiera estoquear a su primer enemigo. El trofeo sólo podía ser para él…

Este circuito, organizado por la Fundación del Toro de Lidia en colaboración con la propia Junta de Andalucía, celebraba su final ayer dentro del abono de la empresa Pagés, que había dejado el cartel en blanco –sólo se conocía la lidia de un encierro de Villamarta– cuando se presentaron las combinaciones de toros y toreros en el ya lejano mes de febrero. Atrás habían quedado los bolsines de selección, los primeros festejos clasificatorios y la ronda de semifinales hasta llegar a la definitiva terna de finalistas, escogida tras la novillada de seis espadas celebrada hace justo una semana en Villacarrillo.

No sabemos quién se quedó atrás, tampoco podemos opinar sobre criterios y decisiones pero faltaríamos a la verdad si no pusiéramos en la diana el escaso nivel de los chavales que se quedaron con la novillada de Federico Molina –más en Domecq que en Villamarta– tras el percance de Linares. En los tendidos se hacían cábalas: si éste es el que ha estado mejor pero no ha podido dar muerte a su novillo… ¿a quién le van a dar el premio?

Ya lo hemos dicho. Sólo podía ser para este novillero linarense que mostró capacidad, estética y ambición para cuajar una interesante y más que notable faena al segundo novillo de la tarde. Fue un ejemplar serio, astifino y con muchas teclas que tocar. El animal esperó siempre pero Marcos supo torearlo con mimo desde el principio para construir una faena de imperceptible pero valioso fondo técnico que acabaría exprimiendo hasta la última gota de gasolina del remiso ejemplar de Villamarta.

El toreo fue fluyendo poco a poco hasta romper en unas valiosas tandas dichas a izquierdas y rematadas con excelentes pases de pecho. El ritmo fue creciente y al planteamiento técnico se unió la calidad del chaval –el recuerdo dibuja un cadencioso cambio de mano– que supo estructurar una faena que iba camino de premio. Decidido a rubricar su labor se tiró de verdad a matarlo pero no le perdonó. Quedó colgado del pitón unos segundos que parecieron eternidades. El bicho no soltaba su presa y la impresión, desde el primer momento, era de cornada gorda, de caballo.

Se lo habían llevado a puñados, camino de la enfermería, sangrando por el muslo derecho. Pronto se supo que el alcance de los destrozos era menor. Estuvieron operándolo más de una hora hasta que la sirena de la ambulancia delató su traslado a un centro hospitalario. El parte fue tranquilizador. Este miércoles tiene un nuevo y trascendental compromiso en Las Ventas y, mucho más lejano, un segundo paseíllo en la plaza de la Maestranza al que no faltará.

¿Qué podemos contar del resto de la tropa? No sabemos los que se quedaron por el camino pero sí que los dos finalistas restantes, pese a sus encomiables ganas de agradar, mostraron un nivel nada más que discretito para una final de estas características. El Melli, de Sanlúcar de Barrameda, ya había cortado una oreja sin demasiados oropeles la semana pasada en esta misma plaza y salió dispuesto a darlo todo a su manera. Para él fue uno de los novillos de mayor calidad del desigual y manso envío de Villamarta. Fue el primero, de importante y rebosante embestida por ambos pitones, al que toreó con entrega pero falto de pulso y trazo para haber convertido esa calidad en el triunfo que se le escapó.

Después de tumbar el que había corneado a Marcos Linares lidió –en su turno– al cuarto de la tarde. Lo recibió con una larga cambiada y bulló con el capote hasta galleando por rogerinas. El bicho, rajado siempre, buscó el amparo de chiqueros. Inició su faena de rodillas después de esperar que lo trajeran de la otra punta. El animal se dedicó a pegar frenazos y su faena no pasó de un esfuerzo infructuoso. Peor lo tuvo con el sexto, un manso integral cargado de guasa que trotó por todos los terrenos de la plaza poniendo en apuros a las cuadrillas. La faena iba a ser un mero ejercicio de esgrima finiquitada con una estocada habilidosa que necesitó del refrendo del descabello.

Ismael Martín, salmantino, puso todo de su parte. Pero a veces no es suficiente para resolver según qué papeletas. Banderilleó con cierta solvencia al tercero, un utrero que se desplazaba bien en los capotes y lo quería todo por abajo. Le pegó muchos muletazos sin terminar de concretar nada. La misma canción se iba a repetir con el quinto, un utrero de fondo manso y muy distraído al que cuajó una labor un tanto desordenada y deslavazada que nunca logró resolver los problemas que planteaba el bicho.

Por Jesús Bayort. ABC. Marcos Linares gana el Circuito de Novilladas de Andalucía tras sufrir una grave cornada en la Maestranza

Diez minutos necesitó para convertirse en el flamante ganador del Circuito de Novilladas de Andalucía. Una noticia que recibirá en la sala de despertar del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz de Sevilla, donde se encontrará con una amplia cicatriz a la altura de su triángulo femoral, que es el recuerdo perpetuo que le quedará de la tarde en la que le demostró a la Maestranza, y a toda Andalucía, lo que quiere ser y lo que está dispuesto a hacer. Diecisiete festejos tuvieron que pasar, a Dios gracias, para que el equipo médico que dirige el doctor Octavio Mulet interviniera a un torero en esta temporada. Puntas, entrega e inexperiencia, el cóctel más pernicioso. Del que se debe sentir orgullo el de Linares después de haberse puesto sin trampa ni cartón, impregnado de torería, ante los pitones más íntegros de cuantos han saltado este año al ruedo de la Maestranza. Que tiene bemoles que le haya salido a un neófito… Pero nada de eso parecía importarle al novillero jienense, que se tiró a matar con toda su verdad. Le echó la muleta a los bajos del hocico, esperó a que humillara y entonces trató de pasar. Demasiadas opciones para un novillo distraído que en cuanto estuvo dos segundos humillado levantó la cara y se encontró con su femoral.

Lobulillo era fino en su tipo, despegado del albero, con cuello y con dos puntas muy bien colocadas. Con poca raza, muy distraído, pero sin mala condición. Justo lo que necesitaba este Marcos Linares para demostrar que no solo traía voluntad, sino que además sabe torear. A la verónica, muy suave a la hora de embarcarlo, de mecerlo, ciñéndose la embestida. Y con la muleta, inteligente y diligente a la hora de cambiarlo de terrenos, donde menos soplaba el viento, que fue el segundo enemigo con el que trató de lidiar. Toreó muy encajado, vertical. De menos a más en su trazo, que en cuanto vio el momento optó por apretarle, cadencioso con la izquierda. Ya Sevilla le cantó su primer natural, suave, con categoría. Lo mejor del trasteo fue su propuesta, siempre torera. Pretendiendo el gourmet, obviando la recompensa. Al que además hay que reconocerle otra virtud, su cuadrilla. Que cuesta, o debe costar, lo mismo que cualquier otra. Pero no era cualquier otra: Joselito Rus, Javier Ambel, Sánchez Araujo, Juan Francisco Peña y Pedro Geniz. Para ser grande hay que pensar como los grandes. Llevar a los a grandes.

La novillada de Villamarta fue, en líneas generales, muy bonita en su presentación y desigual en su comportamiento. Destacó especialmente el primero, de nombre Biensolo, muy fino en sus hechuras, que embistió con franqueza, nobleza y buen ritmo. A Germán Vidal 'El Melli' le molestó el viento y le penalizó su falta de ajuste. Especialmente despegado al natural y en los redondos por detrás. A diferencia de la semana pasada, falló con la espada, que era lo mejor que tuvo con la novillada de Rocío de la Cámara. Menos clase tuvo su segundo, así como manso y con peligro fue el sexto, que mató por Marcos Linares. Hablaban bien del salmantino Ismael Martín, que estuvo voluntarioso ante un lote dispar: su primero humilló en exceso aunque demasiado pegajoso; el quinto fue descastado. No concretó nada, pese a repartir disimuladamente a sus partidarios que pedían las orejas a modo bullanguero. Por cierto, bien la presidenta Macarena de Pablo Romero, negando esa primera petición después de una faena en la que no se había cantado ningún muletazo y con la estocada caída, así como cambiando el tercio del peligroso sexto novillo cuando se clavaron los cuatro rehiletes.

Por Toromedia. Marcos Linares, que resultó herido, triunfador del Circuito de Novilladas de Andalucía

El novillero Marcos Linares, que resultó cogido de forma espeluznante al entrar a matar al segundo de la tarde, que le hirió de gravedad, fue a la postre triunfador del Circuito de Novilladas de Andalucía que organiza la Fundación Toro de Lidia con la colaboración de la Junta de Andalucía y cuya final se celebró esta tarde en la plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. Linares hizo la mejor faena de la tarde y fue el más destacado, mientras que El Melli e Ismael Martín se fueron de vacío sin poder redondear faenas.

El Melli apostó fuerte en el arranque de la novillada recibiendo con las dos rodillas en tierra al primero de la tarde, al que luego toreó entonado a la verónica. Se dobló bien en el inicio de faena y la primera serie fue muy rematada e hizo sonar la música. Las siguientes fueron ligadas, aprovechando la repetidora embestida del astado, el mejor de los de Villamarta. Al natural le molestó el viento y bajó la intensidad. No estuvo fino con la espada y fue silenciado.

En el cuarto, El Melli estuvo bullidor con el capote. El novillo manseó en los primeros tercios. El gaditano le dio una primera serie de rodillas con temple y ligazón y a partir de ahí el de Villamarta echó el freno, limitando la labor del novillero, que abrevió yéndose a por la espada. Pinchó en varias ocasiones. Silencio.

En sexto lugar mató al segundo del lote de Marcos Linares, resultando el novillo manso en los primeros tercios con marcada querencia a tablas. En ese terreno le plantó cara El Melli sin obtener ni una buena embestida de un animal rajado por completo. Hizo el esfuerzo y mató de estocada.

Marcos Linares mostró su calidad en el recibo de capa al segundo. Se midió el castigo en el caballo, pero aún así el novillo se frenó mucho en la muleta, sin emplearse. Lo intentó Marcos a media altura primero, pero fue avanzada la faena cuando logró extraer algunos muletazos al natural de excelente trazo. El novillo pareció despertar y le dio opción a ligar una serie con la derecha. Completó una actuación seria y centrada muy por encima de la condición de su oponente. Fue cogido de forma terrible al entrar a matar, permaneciendo colgado del pitón. Fue trasladado a la enfermería donde le operaron de una cornada de pronóstico grave.

Ismael Martín se lució en banderillas con el tercero de la tarde. Comenzó la faena doblándose bien y luego toreó con la derecha con limpieza en las primeras series. La faena, aunque correcta, no acabó de tomar vuelo por la sosa condición del astado. Se tiró a matar con convicción y hubo petición de oreja. Vuelta al ruedo.

Ismael Martín lidió el quinto por la cogida de Marcos Linares. El novillo también manseó en los primeros tercios y Martín volvió a lucirse en banderillas, sobresaliendo el tercer par al quiebro. Brindó a su compañero herido dejando la montera apoyada en las tablas junto a la enfermería. El de Villamarta duró apenas una serie pero el salmantino insistió y su entrega fue valorada por el público, aunque la faena no pudo tener brillo. Mató de pinchazo y estocada y fue ovacionado.

Fotografías: Joaquín Corchero y Arjona/Toromedia.

14_mayo_23_sevilla.txt · Última modificación: 2023/05/15 10:28 por Editor