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Plaza de Toros de Bilbao

domingo, 28 de agosto de 2016

Corrida de toros

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Toros de Jandilla serios incluido el sobrero (3 bis), un segundo pronto con calidad en sus embestidas.

Diestros:

Diego Urdiales: de azul añil y oro, ovación y ovación.

Iván Fandiño:de verde manzana y oro, vuelta y ovación.

David Mora: de rosa y oro, silencio y ovación.

Destacaron:

Entrada: Media entrada

Galería de imágenes:

Vídeo:

Crónicas de la prensa:

ABC

Por Andrés Amorós. «Lagunero», un jandilla de magnífica clase en Bilbao

Cambiando el orden habitual, Jesús Gil forjó una frase pintoresca: «Hasta el toro, todo es rabo». En la última de estas Corridas Generales, con cielo cárdeno –como los Victorinos–, viento y algo de sirimiri, se lidian toros de Jandilla (los triunfadores del año pasado) y disfrutamos con uno, «Lagunero», negro mulato, de 535 kilos y clase extraordinaria: Fandiño lo torea a placer pero pierde la oreja, al no lograr la estocada. La corrida tiene nobleza pero las fuerzas justas. Urdiales y David Mora dejan muestras de su torería.

Reciben con una ovación a Urdiales, el primero que cortó dos orejas a un toro, antes de Garrido. El primero flaquea, es noble pero lleva la cara alta. Diego brinda por televisión al banderillero Soto. Muy arropado por sus paisanos, muletea pulcro y clásico pero las series son cortas. Mata fácil. Le ha faltado apretar el acelerador. El cuarto acude pronto, embiste con codicia y repite, pegajoso. Urdiales traza muletazos con buen gusto; le aplauden la colocación y algunos excelentes naturales pero tarda en imponer su dominio y hace guardia, con la espada. En resumen, ha estado bien pero sin repetir el triunfo; nos ha dado pinceladas, más que un cuadro completo.

Fandiño, que lucha por recuperar la primera fila, tiene la fortuna de que le toque este «Lagunero» (el mismo nombre de un amigo de Alberti). Al comienzo, flaquea y surgen algunas protestas. Iván García banderillea estupendamente. En la muleta, el toro embiste de maravilla, por la derecha, y todavía mejor, por el otro lado: es pronto, va largo, repite. A Iván, muy firme, le permite cuajarlo en largos muletazos y hasta torear a cámara lenta, al final; concluye con manoletinas de rodillas (en el estilo del Litri, más que en el suyo). Un pinchazo arriba resulta suficiente pero es la causa –supongo– de que se no se le conceda la oreja: petición y vuelta. También la merecía el magnífico toro. Recibe al quinto, aplaudido de salida, con una larga cambiada y brinda al público: después de dos muletazos cambiados, el toro protesta y surgen enganchones. Sólo puede mostrar su voluntad insistente. Mata cruzando con guapeza y le aplauden sus paisanos.

Merece que le den oportunidades David Mora, después de su recuperación, por el tremendo percance. En el sobrero que hace tercero, logra derechazos templados, enroscándoselo a la cintura, pero el toro se para muy pronto y falla con la espada. Cierra la Feria un «Marcadito» (como un goleador cualquiera), también noble, al que parea bien Ángel Otero. Se luce el diestro en los doblones; dando distancia, muestra su toreo clásico, de buen gusto, pero el toro protesta, la faena va a menos y pincha, antes de una gran estocada. Es un torero muy recuperable.

Concluyen las Corridas Generales con la belleza de este toro, de clase extraordinaria. Me despido de Bilbao recordando la frase de un gran bilbaíno, Miguel de Unamuno: «En esta vida que no es sino trágica tauromaquia…» ¡Hasta el año que viene!

Postdata. En el magnífico Museo de Bellas Artes de Bilbao admiro un precioso cuadrito del vasco Darío de Regoyos: un festejo taurino, en Pasajes, junto a la ría; en los balcones de las casas, lucen alegres banderas españolas. Eran otros tiempos…

El Mundo

Por Vicente Zabala de la Serna. La bravura de almíbar de 'Lagunero'

El azul del cargado vestido de Diego Urdiales oscilaba según el ángulo. Azul pavo, azul rey, azul añil, azul cobalto. Azul Bilbao como salida airosa. Warhol en el Guggeheim nos consuela a los daltónicos con su teoría de la percepción y su exposición Shadows. Peor es no ver un toro. Lagunero de Jandilla derramaba almíbar a su paso. Clase le llaman. Sin humillación no hay clase. Como, parece ser, que tampoco sin un poder contado, tamizado, reducido. Como la velocidad. Pero en Lagunero habitaba el ritmo, una prontitud alegre, la bravura delicatessen. De cristal. No fue para Diego sino para Iván Fandiño. Iván vestía un verde manzana chillón. Sin duda.

Lagunero no despegó nunca el hocico de la arena ni para embestir ni para escarbar. Pronto Fandiño le presentó la izquierda. Seis naturales como si se fuese a acabar la faena. Seis despaciosos, pero seis. Seis promesas del temple. Un temple que sería intermitente. De la siguiente tanda zurda, uno siguió el camino acoplado. Cambió el torero de Orduña la mano y tres derechazos sacaron nota, justo cuando el toro perdió las manos. Los toros no pierden las manos solos. Precisamente desde entonces la faena creció en sutilidad y Lagunero no volvió a claudicar. Una tanda de redondos elevó la faena a su más elevada cota. Por esa cima anduvo también una pulida ronda al natural. Enamoraba Lagunero. IF quiso asegurar el triunfo presentido de rodillas por manoletinas. Pegarle manolas así a tanta calidad puede ser efectivo, como lo fue, pero es como decirle te quiero a Audrey Hepburn con la boca llena de polvorones. El personal pidió la oreja con pañuelos y voces. Había quorum en los tendidos. Sólo el hombre del palco estimó que no. O que había más voces que pañuelos. O que el pinchazo hondo y el descabello desdoraban. A saber. La cosa es que Lagunero se arrastró con las dos orejas íntegras; Fandiño en combustión paseó una vuelta al ruedo por aclamación popular.

El cabreo de Fandiño se sintió con el colorado quinto. Una rabia interior que encendió los pases cambiados del pórtico de la faena. El toro de Borja Domecq se agarró mucho al piso y se defendió y el matador vasco se peleó blandiendo el orgullo. La estocada perpendicular como un puñetazo en la mesa liberó la muerte.

Diego vestido de azul dibujó una faena al cuarto con la memoria de la torería. Como la droma esconde la memoria del mar. A la nobleza clara del jandilla, su tibia humillación y su justo viaje, Urdiales le pusosabor. Desde la colocación clásica donde nace todo. Y así al unipase le ofrecía la panza de la muleta en la izquierda. Esa forma de echarla. Como cuando Curro Vázquez en Madrid. Una primavera lluviosa del 94. La trincherilla de un cuadro de Pepe Puente. Hay faenas que lejos del faenón dejan un poso. Sólo que el torero de Arnedo la chingó con una estocada atravesada que hacía guardia. Saludó una ovación como en el anterior de su lote, un toro que, más que no terminar nada, es que no lo empezaba. Bueno, descolgar un poquito en el embroque.

Ante el vacío de ganaderías, Jandilla sumó el castaño sexto con su casta a pelear. Que una corrida en Bilbao haya dado dos toros (y medio) es noticia. Aunque la lejanía hace de Puerto de San Lorenzo olvido. Marcadito se empleó con transmisión por la mano derecha de un David Mora inédito con el desfondado sobrero. Ritmo trepidante en Marcadito. Otro tipo de bravura a la de Lagunero. No embistió igual por el izquierdo y David lo toreó mejor. Mora fluye más a izquierdas. Como sus vuelos. Las fuertes y encastadas embestidas diestras las había conducido con empaque hasta ese punto donde en su muletazo se pierde la corriente. Como si codo y muñeca se acortasen tirados por un misterioso y herrumbroso tendón. Si lo mata de una seguramente el premio hubiera sido mayor que la ovación. O no. Según Matías.

El País

Por Álvaro Suso. Adiós con una tarde gris, gris ceniza

La última tarde de la feria de Bilbao fue gris. Después de los infernales calores de la semana, llegó el día gris; gris el cielo y gris la corrida. El gris de las cenizas de los aficionados bilbaínos que se han quemado con la espantosa semana de toros que han vivido.

Otra descastada y floja corrida, la enésima. Le tocó el turno a Jandilla, que venía de buenos años en esta plaza, pero en esta ocasión no resultó. Con el trapío justo, los de Borja Domecq no se movieron en la muleta porque llegaron moribundos al último tercio. No tuvieron fuerzas desde la salida, apenas fueron picados y su transmisión para la faena fue nula.

Con esos mimbres poco se podía rascar en medio de la desesperación de unos tendidos que protestaron varios toros hasta que el tercero fue devuelto a los corrales. Pero los toreros echaron el resto y no dejaron que se escapara nada de lo que tenían los de Jandilla, salvo tercero y quinto, con buena clase.

Los de Urdiales no transmitieron y el riojano, ovacionado al finalizar el paseíllo por su triunfo de esta semana, vio su labor difuminada.

Iván Fandiño lo intentó todo y rayó a una gran altura. En su primero se hizo valedor a una oreja que habría tenido mucha más fuerza que otras de las cortadas en la feria, pero el palco no vio mayoría de pañuelos. El vizcaíno se gustó al natural ante un ejemplar de muy poquita fuerza, pero supo medirlo y hacer una faena ligada y con calidad. Lo remató con unas manoletinas de rodillas por si a alguien le quedaban dudas de su deseo de triunfo.

En el quinto se estrelló con un marmolillo al que recibió con una vibrante larga cambiada de rodillas y con el que no cedió ni un ápice. Una de las tardes más maduras del de Orduña en Vista Alegre.

David Mora tuvo en sus manos el triunfo. Si con el sobrero no llegó a entenderse, con el sexto, el mejor de los ejemplares de Jandilla, aprovechó en el inicio de la faena la clase del toro, siempre por abajo, largo y con la transmisión que no tuvieron sus hermanos.

Pero al toledano le faltó fondo para prolongar esa calidad y su labor se vino abajo demasiado pronto; además mató mal y su éxito se quedó en unos pobres saludos.

La de ayer también fue una tarde para olvidar, como varias de las vividas esta semana, aunque los tímidos pitos finales desde los tendidos debieran servir para que no caigan en el olvido y se recuerde lo harta que está la afición de Bilbao y lo quemada que se encuentra la feria en estos momentos. Quizás por eso la tarde fue tan gris, tan gris ceniza.

28_agosto_16_bilbao.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:17 (editor externo)