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REAL MAESTRANZA DE SEVILLA

Feria Extraordinaria de San Miguel

Miércoles 29 de septiembre

Corrida de toros

Ficha técnica del festejo

Ganadería: Toros de Fuente Ymbro (desiguales de presentación, deslucidos, desrazados y escasos de fuerza; el 3º fue aplaudido en el arrastre).

Diestros:

Antonio Ferrera: Pinchazo, estocada casi entera en su sitio, rueda sin puntilla (silencio); media contraria y tendida (silencio).

Miguel Ángel Perera: Estocada entera (silencio); dos pinchazos, pinchazo hondo, descabello (silencio).

Daniel Luque: Pinchazom esticada caída y aviso (saludos desde el tercio); meteysaca, estocada entera (silencio)

Banderilleros que saludaron: Javier Ambel, en el 2º; Curro Javier en el 5º.

Presidente: Fernando Fernández-Figueroa.

Tiempo: soleado, caluroso al principio.

Entrada: media plaza.

Imágenes

Video resumen AQUí

Puerta de Arrastre

Por Santiago Sánchez Traver Esto no vale para la Maestranza

Lo más oído durante el festejo de hoy: “este no es el toro de Sevilla”, “así no embiste ni uno”, “pasados de kilos y años”, “este encierro era para Pamplona o Madrid” y así muchos más comentarios, Y tenían razón: lo que ha enviado Ricardo Gallardo a Sevilla no era para Sevilla…este año. Posiblemente, estos toros tuvieran nota en el cuaderno ganadero, y, si hubieran venido hace un año, habrían tenido edad y kilos para embestir. Desde el mastodonte primero al escurrido cuarto no hubo nada que “arrascar”. Sólo Daniel Luque, excepcional en el recibo capotero del tercero, pudo con éste a base de dominio en la muleta, y debería haber cortado oreja si no pincha. Ferrera anduvo perdido y sin colocarse en toda la tarde y Perera quiso y no pudo confirmar las buenas sensaciones que dejó el sábado.

Crónicas de la prensa

Por Patricia Navarro. La Razón. “!Qué timo!” Resumen de una tarde en Sevilla

Hay cosas que sobre el papel se presienten, se intuyen, no era difícil adivinar la salida a escena del primer toro con 630 kilos y camino de los seis años. El animal salió con la calma, como quien se las sabe todas y está de vuelta y eso que después se dejó en la muleta de Antonio Ferrera, que abría plaza, sobre todo por el zurdo. Pero la faena no pasó a mayores, ni a menores, es decir, no ocurrió nada relevante más que ser la antesala de lo que vino después… Ejem…

Tampoco era difícil adivinar el resultado del festejo con la presentación y estilo de la corrida de Fuente Ymbro. Algunos pasados de largo los 600 kilos y muy cerca, todos, de los seis años. Por si fuera poco a contraestilo de uniformidad y en las antípodas de la presentación del toro de esta plaza. ¿Alguien se acuerda? Una ruina, vamos. Y eso es lo que vino después ante el estupor del público que se iba descolocando según salían toros al ruedo, gordos como pelotas, algunos descarados de pitones, y huecos de casta. Sevilla no se merece esto. A La Maestranza se le debe respetar la categoría.

La emoción estuvo en busca y captura durante toda la faena del segundo. Con 80 kilos menos que el anterior, le fallaron los cuartos delanteros a la hora de la verdad y entre que se caía e iba para aquí y para allá la faena resultaba un imposible. Regresó el extremeño Miguel Ángel Perera a la plaza, la segunda de San Miguel. Ni el temple ni lo despacio que lo intentó torear argumentó una labor a un fuenteymbro de escaso contenido.

Luque, que también había pasado por esta plaza, quiso volver navegando en las profundidades del capote. Hasta los medios se llevó a ese tercer toro por verónicas, las que daba por el zurdo que el toro viajaba más tuvieron toda la cadencia del mundo. Así el final, la media. Y el resto de lances que vinieron a dar cuenta de su puesta en escena. Se fue el toro a caballo de picar que hacía puerta y derribó. En medio de la confusión se llevó por delante el toro a Luque y fue un milagro que no pasara nada. Lo tenía tan claro el de Gerena, que brindó al público y entonces entre las rayas del tercio, se dispuso a torear. Desmayado, aunque duró un suspiro. El toro se movió sin entrega mediado el viaje y la faena bajó enteros.

Quiso con el sexto, pero no dio el fuenteymbro para hacerse muchas ilusiones. No se salió del patrón marcado y solo quedó el esfuerzo de Daniel Luque, que lo intentó, insistió y se dejó llegar los pitones.

Como si le pesara la vida acudió el cuarto a la muleta de Antonio Ferrera, pero con ese punto de estar de vuelta. No quiso empujar el toro en la muleta y la faena fue un imposible.

Sufrieron lo banderilleros con el quinto, que esperó muy cerrado en tablas y eso, a la espera, sin dar un tranco a favor. Curro Javier se desmonteró después de hacer un alarde de pundonor. Lo primero que hizo Perera fue intentar quitarle esa querencia tan acentuada que tenía y logró retenerle en el tercio, aunque fue entonces cuando le faltaron las fuerzas. ¿Qué más? Pues poco. Los múltiples intentos de Perera por sacar agua de ese pozo seco, porque el toro quería pero le faltaba casta para empujar de verdad. “!Qué timo!”, decía una señora del público para retratar la tarde. ¡Y no era para menos!

Por Álvaro Rodríguez del Moral. El Correo de Andalucía. Luque navega en el naufragio

No falla. Los dos miércoles de este largo, atípico y ansiado abono de San Miguel han respondido a la escasa química de las ternas elegidas y al escaso resultado de dos ganaderías –la de Santiago Domecq y Ricardo Gallardo- que gozan de una buena hoja de servicios en la plaza de la Maestranza. El día, perdido en medio de la semana laborable, ha certificado su maleficio una vez más en un festejo en el que, eso sí, volvió a sobresalir el excelente momento personal y profesional de Daniel Luque, el único que logró llegar a la orilla en medio del naufragio inevitable.

Falló, sí, la corrida de Fuente Ymbro. Pero también fallaron aptitudes o actitudes como la del diestro extremeño Antonio Ferrera que sumaba su segunda y última corrida en el ciclo sin terminar de concretar nada más allá de esa fachada un punto sobreactuada que se queda en nada cuando falta el verdadero contenido. Y es que el inmenso zambombo badanudo que abrió plaza –en mi pueblo le habrían puesto dos bolas de fuego en otro tiempo- tuvo sus cosas buenas aunque le costaba un mundo mover esa mole de pellejo, años, kilos y pitones. Ferrera anduvo por allí poniéndose sin ponerse ni decidirse a meterle mano de verdad. Hubo embestidas emotivas junto a algunas discontinuidades y la faena, ésa es la verdad, no fue a ningún sitio. Eso sí la estocada, que resultó corta y de fea colocación, fue fulminante. Ferrera iba a repetir el mismo guión con un espesito cuarto muy castigado en el caballo que, posiblemente, ofreció mayor y mejor rendimiento que el que logró el diestro pacense, que acabó impacientando al personal. Le esperan seis en Madrid. Pues a ver qué pasa.

¿Qué pasó con Perera? El otro extremeño del cartel se encontró con un segundo –el mejor hecho de toda la corrida- de pelo jabonero y carbonero al que templó con el capote hasta los medios. Lo banderilleó bien Ambel pero el bicho blandeó desde el primer muletazo sin poder tirar del esqueleto. La labor de Perera no iba a ninguna parte: los muletazos de acá para allá no tenían trascendencia y sólo quedaba coger la espada, que cayó pronto y bien. Muchas más dificultades iba a plantear el quinto, un ejemplar de fuertes querencias que puso las grupas en las tablas después de salir del caballo. Costó un mundo banderillearlo, poniendo a prueba a todos los hombres de la cuadrilla entre los que sobresalió, volviendo por sus fueros, el gran Curro Javier que firmó los dos mejores pares de la tarde. Había que sacar de su refugio al toro pero la faena, una vez más, iba a resultar insustancial por no decir insufrible. El toro no quería ni coger la muleta de verdad y la cosa, además, se acabó complicando con el acero.

Dejamos para el final lo mejor de la tarde. Luque anda puesto y dispuesto aunque su nombre quedaba un punto perdido en la fecha y el cartel. Habría merecido otros puestos. Ya los tendrá. El caso es que el diestro de Gerena formó un lío gordo parando con el capote al tercero en un macizo, largo, templado y preciso ramillete de verónicas que remató con sabor en las dos medias. Ese buen tono capotero se mantuvo en el quite por Chicuelo y en los lances que aún pegó después comprobando lo remisa que era la embestida del toro de Fuente Ymbro.

No importó: le sacó todo lo que tenía en una faena llena de garra, plena de autoridad y de excelente caligrafía en la que tuvo que solventar las continuas distracciones de su enemigo, que salía de todos los muletazos buscando a la familia por el tendido. A pesar de todo le iba a servir a Luque, que toreó con buen trazo sobre el pitón derecho antes de ponerse a resolver problemas por el izquierdo. Y le acabó pegando naturales. La faena estaba dicha y hecha cuando se fue a por la espada después de un pase de desdén. Tenía la oreja en la mano pero pinchó a la primera y la muleta quedó enredada en la testuz. Hubo que entrar de nuevo para cobrar un estoconazo al que le faltó contundencia hasta sonar un aviso. El sexto no le iba a dar esas opciones aunque volvió a mostrarse firmísimo, ensañándole los caminos, sujetándole cuando se quería ir hasta acabar apurando lo poco que tenía, muy metido entre los pitones. Fue el único superviviente del naufragio oceánico. El nombre de Luque cotiza al alza.

Por Luis Carlos Peris. Diario de Sevilla. ¡Qué hartazgo de toros ancianos!

Dato que hemos de tener muy en cuenta a la hora de contar lo que pasó en la décima corrida de esta atípica Feria de San Miguel es que en una tarde en que apenas hubo algo que destacar, los tres toreros fueron despedidos con el cariño de las palmas y el respeto de una afición que comprendía lo imposible de la misión que fue estar delante de los seis toros que Ricardo Gallardo envió a Sevilla. Con la excusa de esa pandemia que tanto daño ha hecho a la economía en general y a la de la ganadería en particular están saliendo a la plaza toros no con la edad cumplida sino rondando la ancianidad. Y eso está ocasionando que los toros no duren en la muleta, de tal forma que estamos viendo torear mejor con el capote que con la muleta. Tanto tiempo añorando el buen toreo de capa y eso es lo que está destacando en esta Feria.

Una Feria que pide a gritos un zambombazo, no ya una Puerta del Príncipe, que eso es ya demasiado, la gloria, sino una faena que iguale a lo que Emilio de Justo desgranó el jueves pasado ante el ‘victorino’ Portezolano. Merece esta Feria que los toros embistan para que haya lucimiento y, según estamos sufriendo, no parece probable con la cantidad de toros que están saliendo camino de la ancianidad. Ayer decía el ganadero que traía una corrida muy sevillana, esa del toro con buenas hechuras y con los kilos precisos, pero para abrir boca saltó al albero Ojinegro, un toro de buenas hechuras, pero al que le sobraban cien kilos… y un año.

Joder con el toro sevillano del ganadero. Pues con ese mastodonte estuvo Antonio Ferrera remando cuesta arriba y eso que hasta brindó a la plaza demostrando que venía dispuesto. Pero el toro se acabó antes de empezar, como si la vida se le fuese yendo por todos los poros de su cuerpo. Y Ferrera hizo lo que pudo tras intentarlo todo, por lo que optó por la brevedad para matarlo de estocada corta tras un pinchazo arriba. En el cuarto, más de lo mismo, pero con el agravante de que el toro sabe qué se deja atrás y mira a cualquier cosa menos al engaño. A matar de media estocada y la plaza no sale de un silencio inacabable.

Miguel Ángel Perera, que llegaba tras vivir una buena tarde con Gerifalte, de Garcigrande, el sábado, también iba a estrellarse con lo que le tocó de Fuente Ymbro. Logra un recibo a pies juntos que será de lo poco que dé de sí la corrida, pero el toro se desploma al primer pase de tanteo para no regalar una sola embestida, tira a abreviar y a otra cosa. El quinto complica la labor de los banderilleros y Curro Javier logra el par de la Feria casi al hilo de las tablas. Perera saca con pases de tirón al toro hasta los medios, intenta someterlo, pero el toro embiste rebrincado, sin celo alguno, va a menos en cada embestida, es un esfuerzo sin recompensa y el extremeño lo mata de tres pinchazos y un descabello.

El cénit de esta corrida tan plana lo marca con el capote Daniel Luque en el tercero. Formidables y numerosas verónicas que sacan a la plaza del marasmo y en el quite es arrollado Daniel, al que le pasa el pitón rozando el cuello. Brinda a la plaza y tras un comienzo preñado de torería, le forma un lío por ambos pitones. Un lío gordo que va perdiendo contenido al compás de cómo el toro va a menos. Un pinchazo da al traste con la oreja que tenía cortada y hasta suena un aviso por la tardanza del toro en doblar. El sexto es otro anciano más que apenas tiene vida, Luque intenta meterlo en el canasto, pero el toro es un auténtico semoviente. No ha pasado nada una tarde más, pero los toreros se van aplaudidos, ¿por qué será? Porque cuando no hay toros…

Por Andrés Amorós. ABC. Solo Luque calienta el veranillo

Muchos y variados factores se suman para hacer de una corrida, en esta plaza, algo extraordinario. Ante todo, el escenario: un monumento primorosamente conservado y restaurado por la Real Maestranza de Caballería. Durante la lidia, no tiene sentido que suene un aviso cuando el toro está en el suelo e intentan apuntillarlo: habría que atribuir el aviso al puntillero y no al matador, en la ficha. [Así vivimos la corrida en directo]. La calidad de esta banda no tiene comparación con ninguna que yo haya escuchado pero deben evitar que comience a sonar cuando está concluyendo ya la faena y el diestro va a coger la espada. El público no puede pedir la oreja, como en otras plazas, con ‘guaus’, una especie de ladrido propia del rock. Lo que en cualquier otra plaza sería aceptable, aquí puede ser un pecado mortal: hay que cuidar al máximo la belleza del rito. Comienza la nueva serie de corridas el día de los santos Miguel (que da nombre a la Feria), Gabriel y Rafael, a los que dedicó hermosos poemas Federico García Lorca. Imaginamos lo que sería un soñado cartel de rafaeles: Lagartijo, El Gallo, Ortega, De Paula…

Volvamos a la realidad, al cartel de esta tarde. Fuente Ymbro es una de las ganaderías más amplias y de las que más se han visto perjudicadas por la pandemia. Dentro del encaste Domecq, suele ser garantía de casta y presentación. Los de esta tarde, muy serios, dan juego variado. El calorín parece contagiar a toros, toreros y público. Antonio Ferrera y Miguel Ángel Perera tienen una tarde bastante gris. Sólo Daniel Luque se muestra como un excelente lidiador, que ha rozado el trofeo y debió dar la vuelta al ruedo.

Antonio Ferrera tuvo una actuación aceptable –no sobresaliente– con los Victorinos. Esta tarde, tiene menos fortuna. El primero, muy serio, es recibido con aplausos; en la muleta, obedece, con casta. Antonio le saca algunos naturales, en un trasteo aceptable de buen profesional pero la gente no ha entrado en la faena en absoluto. El cuarto embiste fuerte de salida, mete los riñones en el caballo, le pegan fuerte. Por la izquierda, el toro queda corto; por la derecha, Ferrera tampoco se confía. No ha estado a gusto y la gente lo nota. Corta pronto y se lo quita de delante. No ha tenido una buena tarde: ¿quizá, por respeto a la plaza, no se ha atrevido a tirar de recursos? No lo sé.

Cortó una oreja Miguel Ángel Perera en su anterior actuación. La ecuación es clara: para triunfar, un diestro poderoso, como es él, necesita toros fuertes; si no, la desproporción puede ser chocante. El segundo es un bonito jabonero sucio, un pelo insólito. Escucho una broma: «Si fuera el último, a la caída de la tarde, no lo veríamos». Es flojo pero noble. Se luce Ambel, con los palos. Al tantearlo por bajo, se derrumba; luego, flaquea varias veces. Perera anda con él a gorrazos pero la emoción es imposible. Es un ‘Hortelano’ que, como el perro del refrán, ni come ni deja comer. El quinto, abierto de pitones, sale rápido, se distrae; no es fácil en banderillas: resuelve muy bien Curro Javier. (En un banderillero, la eficacia es lo primero, antes que el lucimiento). Le saca algunas series a un toro que protesta y se justifica, sin brillo. Pincha tres veces, yéndose de la suerte. ¡Y todavía aplauden algunos que acierte con el descabello!

Se quedó en petición de oreja Daniel Luque la tarde anterior pero eso no oscureció el mérito de su lidia, clara muestra de su gran momento actual. Al tercero, huido a chiqueros, lo recibe con excelentes verónicas, con facilidad y armonía. En un momento de desorden de la lidia, lo voltea. Confirma lo buen capotero que es en estupendas chicuelinas y buenas verónicas, aunque el toro es incierto. Sin dudar un momento, se pone enseguida a torear, muy firme: aguanta parones, tragando mucho, sin aspavientos. Una excelente faena, en la que sólo sobran los remates mirando al tendido, tan feos, que ahora todos hacen. Pincha en hueso antes de agarrar con decisión una estocada. El toro se resiste a caer, en una bella estampa, interrumpida por el clarinazo desafinado de un aviso. Como se ha alargado, la petición es insuficiente pero la gente no reclama la vuelta al ruedo, como debiera. Por desgracia, es algo cada vez más raro: pasan de gritar pidiendo la oreja (no sacan un pañuelo, que pocos tienen) a callarse. Muy mal hecho. En el último, que flaquea, se luce Contreras, en banderillas. Lo sujeta bien Luque; con gran suficiencia, aguanta las embestidas inciertas, le saca todo lo que tiene, con suavidad y con riesgo. A la segunda, agarra una buena estocada.

Sólo Daniel Luque ha interrumpido el sopor del veranillo. Y, si le acompañan los toros, puede dar un aldabonazo en la Feria de Otoño. Como excelente lidiador, ha mantenido la belleza del rito, en esta Plaza única.

Por Toromedia. Danuel Luque hizo lo mejor en la de Fuente Ymbro

Antonio Ferrera capoteó con oficio al primero de la tarde, un toro de envergadura al que sacó a los medios después de los dos puyazos para torear con la derecha en dos series en las que el toro no humilló. Por el lado izquierdo el de Fuente Ymbro fue más tardo y Ferrera tuvo que sacarle los muletazos de uno en uno. Mató de estocada efectiva. Silencio.

El cuarto embistió rebrincado al capote de Ferrera. Fue fuertemente castigado en el caballo y a pesar de ello no se templó y embistió dando tornillazos en la muleta. Ferrera lo tanteó por los dos pitones tomando algunas precauciones y una parte del público se enfadó y le pitó.

Miguel A. Perera lanceó con los pies juntos al segundo de la tarde, un toro que acudió bien al caballo. El animal se cayó en el inicio de faena y pareció acusarlo después. Perdía las manos y deslucía la labor de Perera. Con temple y oficio, logró sacarle algunos muletazos pero sin llegar al tendido porque el toro no transmitía. Mató de estocada.

Perera no pudo lucirse de capa en el quinto. En banderillas el toro buscó tablas y Ambel tuvo que emplearse en la brega. Curro Javier demostró una vez más su buen hacer y se desmonteró. En la muleta, el toro claudicó dos veces y se afligió. Perera, a base de técnica y experiencia, le sacó pases pero sin poder emocionar por la condición del toro. Pinchó y fue silenciado.

El tercero salió corretón y huidizo, pero cuando se fijó en el engaño embistió bien y Luque lo cuajó con el capote, toreando de forma sensacional a la verónica, sobresaliendo los lances por el pitón izquierdo. Después del primer puyazo cogió a Luque en un descuido. Y después del segundo, el de a Gerena hizo un quite con verónicas y bonita larga. En la muleta llevó toreado a su enemigo desde el primer muletazo, ligando muy bien. La segunda tanda calentó el ambiente, emocionante ligada y rematada con un pase de pecho enroscándose al toro. Sonó la música y en la segunda serie el de Fuente Ymbro hizo amago de rajarse. Él lo sujetó dejando la muleta en la cara todo el tiempo. Importante estuvo Luque al natural, aguantando y atemperando la violencia inicial del toro, al que sometió con autoridad. Mató de pinchazo y estocada de la que el toro tardó en caer. Se enfriaron los ánimos y hubo petición pero no suficiente.

Luque solo pudo dejar una bonita media en el recibo al sexto, toro que no se empleó en el capote. A la muleta embistió sin celo y con la cara alta y Luque le obligó a repetir a base de dejarle la muleta puesta e incitarle. Pero el toro fue a menos. El torero de Gerena dio impresión de superioridad pero no tuvo materia apta para construir faena.

Fotografías: Arjona/Toromedia.

29_septiembre_21_sevilla.txt · Última modificación: 2021/09/30 08:45 por paco