Bujalance (Córdoba), el 19 de noviembre de 1948. Desde los 12 años vivió en Fuengirola (Málaga)
Temporada 1970: formó pareja con el aragonés Raúl Aranda, dirigidos por el matador donostiarra José María Recondo.
Debut en Madrid: en marzo en 1971, junto al colombiano Germán Urueña.
Alternativa: el 7 de mayo de 1971 en Málaga. Padrino: Miguel Márquez. Testigo: Jaime González, El Puno.
Confirmación en Las Ventas: el 16 de mayo de 1972. Padrino: Miguelín. Testigo: Curro Romero. Ganado de Samuel Flores.
Temporadas 1973-74: triunfos en Sevilla, Pamplona y Madrid. Primeros lugares del escalafón. El 1 de enero de 1974 inaugura la plaza de Cartagena de Indias. El 22 de abril le corta dos orejas a un Miura en la Feria de Sevilla.
Debut en México: El 24 de octubre de 1974 se presenta en coso mexicanos, en el de Guadalajara, Jalisco, toros de San Miguel de Mimiahuápam y al lado de Manolo Martínez y Eloy Cavazos.
Temporada 1980: ultimo año que torea en Las Ventas
Temporadas 1980-1990: torea en América, triunfos en Lima.
Temporada 1992: el 11 de octubre toreó su última corrida de luces en Fuengirola, alternando con Enrique Ponce y Jesulín de Ubrique.
Falleció: El 12 de agosto de 2001 fallece en accidente de tráfico en Ribera Baja (Álava) junto al banderillero de la cuadrilla de su hijo, Francisco José Losada, El Pión. Venían de Bayona, en donde había toreado esa mañana su hijo David.
Otros datos: Su heterodoxa manera de matar, atacando a la res sin engaño, le granjeó gran popularidad entre el público, que cariñosamente le apodó El loco Galán. Torero de la generación de los 70. Se codeó con el esperanzador Aranda, con el estilista Manzanares, con la sapiencia del Niño de la Capea, con el arte del malogrado Julio Robles. Hizo pareja con el gaditano Ruiz Miguel y llegó a alternar con Diego Puerta, Paco Camino y El Viti. Padre del becerrista David Galán. Ganadero, empresario y propietario de la plaza de toros de Mijas.
Cinco mil personas despidieron al diestro de Fuengirola
PortalTaurino. Jueves, 16 de julio´2001.
Unas cinco mil personas despidieronm al diestro fallecido y al banderillero Francisco José Losada en el entierro celebrado el 14 de agosto en la localidad malagueñña de Fuengirola, donde residían. A las cinco de la tarde el cortejo fúnebre abandonaba entre fuertes aplausos el salón de plenos del Ayuntamiento, donde estuvo instalada la capilla ardiente. Unas dos miol personas pasaron por dicha capilla desde la noche del lunes hasta el mediodía del martes 14 de agosto, entre ellas la presidenta del Congreso de los Diputados, Luisa Fernanda Rudí, amiga de la familia, y los toreros retirados Sebastián Palomo Linares y Miguel Márquez. Tras el oficio fúnebre los féretros con los restos mortales de Antonio José Galán y Francisco José Losada fueron llevados a la plaza de toros fuengiroleña para, luego, recibir sepultura en el cementerio de la localidad.
Mi hermano Galán
Diario Sur. PaCurrón
Más que amigo, Antonio José Galán era mi hermano electo, utilizando esa expresión del maestro Manolo Alcántara a la hora de designar a los que se quiere como si fueran de la familia. Cuando ayer, antes de iniciarse la corrida, Manolo Ortiz, llorando, me dió la noticia, se me vinieron a la memoria tantos años de convivencia, de viajes, de alegrías y de decepciones. El jueves por la noche me llamó desde Gijón para decirme que su hijo, David, había cortado dos orejas, que había sufrido una cornadita en los testículos y que no sabía si podría torear el día siguiente en Dax. Volvió a llamarme para decirme que se iban hacia Francia, porque David, con la casta de su padre, quería torear y que me llamaría al terminar las dos novilladas en Dax y Bayona. No se produjo esa llamada, porque iban con prisa para volver a torear hoy. Ni volverá a llamarme para hacerme partícipe de sus ilusiones en la carrera de su hijo. Ni podremos ir a Lima para estar con su compadre Marcial Ayaipoma y felicitar a Alejandro Toledo, presidente del Perú y buen amigo, a cuya toma de posesión no pudimos asistir por los compromisos toreros de su hijo.
Antonio José Galán era un personaje peculiar e irrepetible en el mundo de los toros. Por su carácter abierto, por su peculiar vestimenta, por la forma de hablar a gritos, por su sombreros y, sobre todo, por su humanidad, era querido por todos y respetado, como torero, por los que habían alternado con él. El Capea y José María Manzanares llorarán a estas horas su muerte y se les vendrá a la memoria, como a mí, eso viajes a América en los que compartimos ratos excelentes y de susto, porque los dos toreros, amigos del alma, sufrían mucho cuando Galán tiraba la muleta y se echaba encima de los toros, a cuerpo limpio, para matarlos. Después de enfrentarse a muchos miuras y de matarlos jugándose la vida, con ésta ha acabado el toro traicionero de la carretera y ha puesto de luto a todo el toreo, a los que le vieron utilizar de forma espléndida su mano izquierda, y a los que tuvieron la suerte de conocerlo como profesional y como amigo. Galán era malagueño también por elección y por eso ayer le lloró La Malagueta y Fuengirola se muestra apesadumbrada por la muerte de uno de sus hijos. A Galán lo lloramos todos.
Un torero diferente
Diario Sur. Barquerito
Antonio José Galán, un torero épico y singular de la década de los setenta, falleció ayer por la tarde en accidente de tráfico ocurrido en el límite de las provincias de Álava y Burgos. En el accidente también perdió la vida el joven banderillero fuengiroleño 'Pión chico“. Antonio José Galán, en viaje desde Bayona (Francia) a su residencia de Fuengirola, conducía un Mercedes Ranchera en el que viajaban cuatro personas más, entre las que figuraba uno de sus hijos, David, que resultó ileso. Una de ellas, el banderillero Curro Losada, 'Pión chico', también resultó muerto, mientras que los otros dos ocupantes del coche sufrieron heridas de diverso pronóstico y permanecen ingresados en el hospital de la localidad burgalesa de Miranda de Ebro.
Sin versión oficial sobre las circunstancias del siniestro, testimonios recogidos de los tres supervivientes apuntan a que el vehículo -que según fuentes de la Guardia Civil podría haber llevado exceso de velocidad-, tras contactar con la banda sonora del arcén, se precipitó por un barranco tras un golpe de volante del conductor. David Galán, hijo primogénito del matador fallecido, venía al parecer tumbado en el asiento trasero del coche. El debut de David como novillero sin caballos en las plazas francesas de Dax y Bayona, en festejos matinales celebrados el fin de semana, fue precisamente el motivo del último viaje del torero malagueño.
Galán, nacido en la localidad cordobesa de Bujalance en 1948 y afincado desde su primera juventud en Fuengirola, fue torero vocacional pero algo tardío. Toreó por primera vez como novillero en festejo picado cuando iba a cumplir veintiún años, pero su carrera como matador de toros tomó en seguida un rumbo y una velocidad sorprendentes. En sus inicios profesionales, Galán fue uno de tantos epígonos de Manuel Benítez 'El Cordobés', que en 1973, justamente el año del primer gran estallido de Galán, optó por una primera retirada.
Pero Galán, aunque fiel siempre a la heterodoxia de formas de El Cordobés, trascendió en seguida el sello de simple discípulo aventajado de su referencia. Desplazado a las corridas duras de las grandes ferias, como única manera de abrirse paso en ellas, y de personalidad arrolladora en el ruedo, sorprendió por sus recursos técnicos y capacidad de superación. Un triunfo fortísimo en Madrid con un difícil toro de Alonso Moreno, al que cortó una oreja a pesar de haber tenido que utilizar el descabello diez veces, le abrió hueco en los carteles de aliento y Galán supo navegar en ellos, y con corridas de Miura en citas ya prácticamente anuales hasta su retirada, con el mismo desenfado que se había convertido en su seña de identidad personal.
Torero en apariencia sólo para el gran público y facilísimo, y a veces tan excéntrico que se ganó el apodo de “el loco Galán”, el malagueño era también un matador muy competente. En dos facetas destacó de manera particular: toreando al natural con la mano izquierda y matando los toros sin engaño en la mano izquierda, sino simplemente volcándose sobre el morrillo en un salto que provocaba el asombro de los públicos y de los propios profesionales del toreo.
Las dos plazas donde más cautivó Galán, sin contar las de la provincia de Málaga y la de las Ventas, que lo respetó mucho, fueron las de Sevilla y Pamplona. En la una, fue proclamado triunfador dos años consecutivo de la Feria de Abril. En la otra, vino a convertirse en héroe de leyenda, y leyenda que sigue viva, tras cortar en una corrida de Miura celebrada bajo un denso diluvio cuatro orejas y un rabo. Galán estuvo en candelero en España algo menos de una década, pero se mantuvo muy activo en América, y particularmente en Colombia y Perú, donde gozó de mucho cartel. En Lima, la plaza más selecta, junto a la Monumental México, de toda la América taurina, fue siempre un ídolo incontestable.
Las virtudes taurinas de Galán estuvieron acompañadas de una personalidad cautivadora por su simpatía, su generosidad, su sentido del humor y de la amistad, y por su franqueza. Era uno de los matadores más incondicionalmente queridos por los profesionales taurinos. Luego de su retirada, seguía siendo habitual de las grandes ferias de España y América. Gozaba de una desahogada situación económica -era empresario de la plaza de toros de Mijas- y tenía en el momento de morir una ilusión más grande que ninguna otra: ver a su hijo David crecer taurinamente. Estaba convencido de que iba a ser, como él, figura del toreo.