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PLAZA DE TOROS DE CASTELLÓN

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Viernes, 16 de marzo de 2012

Corrida de toros

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Toros de Jandilla (aceptablemente presentados, mansos, escasos de fuerzas).

Diestros:

Enrique Ponce: ovación tras aviso, oreja.

Sebastián Castella: ovación, oreja.

Daniel Luque: silencio, oreja.

Saludó: Javier Ambel saludó tras banderillear al quinto.

Tiempo: tarde agradable.

Entrada: lleno.

Crónicas de la prensa: EFE.


EFE

Por Juan Miguel Núñez. Más toreros que toros

Sobre el papel era la corrida de la feria, la más rematada en cuanto a toreros. Teóricamente también la ganadería ofrecía más garantías que ninguna para el triunfo, aunque al final los toros pusieron muy poco o nada. El tarde la salvaron los toreros.

Volvía Ponce a Castellón al cabo de siete años sin hacer el paseíllo en esta plaza, y se le vio muy motivado. Aunque todavía más allá de las ganas lo que puso fue ciencia, maestría torera.

Con el incómodo primero estuvo tenaz, muy comprometido. Elegante en las pocas oportunidades que permitió el astado, pues iba defendiéndose también por su acusada falta de fuerzas. Fue una faena larga, con muchos tramos de inmaculada limpieza, pero a la postre sin poder profundizar.

El cuarto tenía “sus cosillas”; tomaba muchas veces el engaño cruzado y “hacía hilo”, atosigando al torero al final de los muletazos. Ponce lo llevó a media altura muy tapado y sometido, corrigiéndole defectos y obligándole a ir por donde y como no quería.

Al final, el trabajo y la buena técnica dieron su fruto, y Ponce pudo celebrar su vuelta a Castellón con una oreja que paseó en ambiente de clamor.

El primero de Castella, el toro menos malo del encierro, sin embargo, duró poco, aunque suficiente para que el francés estructurara faena de notable relevancia.

Buenos lances en el saludo y muy buen quite a la verónica. En el inicio de la muleta, seis y el de pecho sin enmendarse. Una tanda más de mucha quietud, y muy reunido con el toro. Castella estuvo valiente, muy capaz y con gran estética.

El animal apenas tuvo esas diez arrancadas, y el hombre buscó el arrimón como recurso. Llegó a estar mucho tiempo en la cara del toro, muy cerca de los pitones, muy relajado, pero sin que aquello trascendiera lo suficiente por la falta de enemigo. También la espada le jugó aquí una mala pasada.

El quinto apenas acompañó, como el resto de la corrida, quedándose muy corto y obligando a perderle pasos. Castella se recolocó una y otra vez, restando así unidad al trasteo. Estuvo muy encima, lo que no quiere decir cerca. Pero, así y todo, por matar a la primera, descabello incluido, cortó la oreja.

Luque no se quedó atrás, y eso que su lote en conjunto fue el más deslucido, que ya es decir. En su primero bordó el toreo a la verónica, en un quite de tres y media de exquisita lentitud. Y tras probar con la muleta por arriba, al correr la mano diestra cuajó una tanda también de gran plasticidad. El toro embistiendo por abajo, suavón y seguido.

Pero hasta ahí. Tanto almíbar se tradujo en medias y espaciadas arrancadas, al paso y cada vez más quedado. Al final, desesperación.

El sexto hizo cosas muy feas de salida, abantón y esperando en banderillas, puso en aprietos a “la infantería”. Pero Luque se hizo pronto con él en la muleta, llevándole largo a pesar de que el astado remataba los viajes por arriba. Cada vez más cortito de embestida y más parado, llegó a echarse de manso.

Pudo más, sin embargo, la voluntad del torero, que insistió, muy encima, arrogante y seguro. Le cortó la oreja por puro empeño.


Castellón Temporada 2012.

castellon_160312.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:10 (editor externo)