La Corrida Picassiana de Málaga se ha convertido en una cita obligada en La Malagueta. El arte de la pintura y la tauromaquia se funden en una tarde que supone un honor para los toreros que hacen el paseíllo.
Es sabido que Pablo Ruiz Picasso ha sido el artista malagueño más universal y que, además, fue un gran aficionado a los toros y plasmó su pasión en buena parte de su obra durante toda su vida. Picasso acercó la Fiesta de los toros a todos los rincones del mundo.
Así que en el año 2003 surge la idea de homenajearle en la Plaza de Toros de Málaga, con una corrida puramente artística: la plaza decorada con obras inspiradas en el pintor y los toreros luciendo vestidos inspirados igualmente con motivos picassianos. Es una corrida de toros única en el mundo.