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Madrid Feria de Otoño 2019

Domingo 13 de octubre: menos de un cuarto de plaza en tarde de buena temperatura (5.128 espectadores). Final Certamen “Camino hacia Las Ventas”. Novillada mixta. Dos novillos con picadores de Jandilla (5º) - Vegahermosa (1º) - deslucidos y faltó de fuerzas - (inválido sin transmisión el primero y soso con falta de fuerzas el quinto) para Carlos Aranda de corinto y oro (ovación con saludos tras aviso y vuelta al ruedo tras petición) y seis erales de Jandilla - Vegahermosa (1º, 6º y 7º) - parejos de presentación, terciados, de buena condición. Encastados con movilidad y prontitud, en su mayoría. El mejor fue el lidiado en séptimo lugar - (encastado el segundo, con fondo y movilidad el tercero, con fondo el cuarto, con movilidad a menos el sexto, bueno con fondo el séptimo y con fijeza el octavo) para Leandro Gutiérrez de la Escuela de Navas del Rey - de verde hoja y oro (ovación con saludos tras aviso y vuelta al ruedo tras petición tras aviso), Álvaro Burdiel de la Escuela de la Comunidad de Madrid José Cubero “Yiyo” - de tabaco y oro (oreja tras aviso y oreja) y Marcos del Rincón, de la Escuela de la Comunidad de Madrid José Cubero “Yiyo” - de azul turquesa y oro (ovación con saludos tras aviso y ovación con saludos tras aviso). Actuó como sobresaliente, el novillero Adrián Henche. Al finalizar el festejo, el Jurado del certamen anunció a Álvaro Burdiel como ganador del certamen “camino hacia Las Ventas”. El subalterno Pedro Vicente Roldán, se cortó la coleta y “El Fundi” le desprendió el añadido. Galeria: https://www.las-ventas.com/la-tarde-tras-el-objetivo/las-ventas-13-de-octubre-de-2019 Video:

Álvaro Burdiel, flamante vencedor del “Camino hacia Las Ventas” a hombros en Madrid

El alumno de la escuela de Madrid corta una oreja a cada uno de su lote y sale por la puerta grande. El colombiano Leandro Gutiérrez sin cortar orejas, dejó su impronta y dimensión. Novillada de lujo de Jandilla-Vegahermosa, para cerrar la temporada.

Por Alberto Bautista

Sevillano de nacimiento pero madrileño de adopción, Álvaro Burdiel alumno de la Escuela Taurina de la Comunidad de Madrid José Cubero “Yiyo”, tomó el testigo de Isaac Fonseca y se proclamó ganador del Certamen “Camino hacia Las Ventas”, tras cortar dos orejas a un gran lote de Jandilla. Suya fue una tarde, que debió celebrarse en horario matinal como ocurría antaño cuando la empresa Taurodelta organizaba este festejo el último domingo de la feria de otoño, pero desde el desembarco de Plaza 1 el festejo quedó relegado al cierre de temporada, y como el pliego obliga a celebrar una novillada picada, la jugada maestra de la empresa de Simón Casas y Nautalia es colocar por delante a un novillero con caballos. Jugarreta máxima, privándole al aficionado de una novillada.

Es un auténtico esperpento que haya un espectáculo con casi tres horas y medias largas de festejo, con faenas de auténticos pega pases y labores tremendamente largas y anodinas. Falta creatividad, casi todos los alumnos de las escuelas están cortados por un mismo patrón, y se echa en falta un novillero diferente. Ese que dicen, “que el diferente, se hace rico o muere loco”…

Sin ser el que mejor toreó, y con faenas de cientos de pases y falta de estructura Álvaro Burdiel se llevó el certamen, gracias al manejo de la espada. Enfrente tuvo a dos encastados oponentes y con infinita movilidad. Su primero de Jandilla se dejó por el pitón derecho, en una cantidad ingente de derechazos dejó una buena estocada, y cortó la primera oreja de su cuenta personal. Con el enclasado séptimo con el pial de Vegahermosa, dejó otra faena monótona con enganchones e imprecisiones varias. La estocada caída hasta la bola, y con el público en el bolsillo - es alumno de la escuela del “Yiyo”, le hizo pasear otro apéndice y llevarse el certamen y la codiciada puerta grande de Madrid, gracias a dos espadazos. Ver para creer.

Y es que el certamen se lo debió llevar el que mejor sensaciones dejó, que no fue otro que el alumno de la escuela de Navas del Rey, el colombiano Leandro Gutiérrez con un conocimiento de terrenos, un toreo relajado y un concepto del temple impropio para su edad. Una ovación con saludos saludó tras pasaportar al segundo de Jandilla, enfrente tuvo a un novillero dispuesto que pechó con un eral encastado y pronto. Aunque faltó acople y ajuste, dejó un interesante tercio de banderillas y se mostró variado con el capote. Se le esfumó la oreja porque el eral, tardó en caer. La vuelta al ruedo tras petición del sexto, confirmó una ambición sin límites. Valor y seguridad en la cara del eral, pero sobre todo personalidad. No hubo petición mayoritaria y dio una vuelta al anillo.

El tercer finalista de la escuela de Madrid, Marcos del Rincón pasó de puntillas y eso que el muchacho espigado, tiene una altura descomunal resultándole complicado bajarle la mano a los novillos. Dos faenas amplonas y largas, cortados por el patrón de la mediocridad dejaron sin fuste ambas actuaciones, que no llegaron a los tendidos.

El cartel lo abrió el novillero con picadores Carlos Aranda, que sorteó dos novillos de poco juego. El primero de Vegahermosa, fue inválido y le faltó de transmisión. El manchego le corrió la mano y anduvo solvente. La estocada baja, restó méritos. Dio una vuelta con el quinto de Jandilla, otro ejemplar soso al que le faltó raza y empuje, dejando una faena con detalles sueltos. Y con este festejo, nos despedimos de una notable temporada de Plaza 1, con buenas entradas en los tendidos, grandes faenas y un plantel de novilleros para seguir soñando. ¡A por la temporada 2020!


Sábado, 12 de octubre. Más de media plaza en tarde de agradable temperatura (14.037 espectadores). Festividad de la Hispanidad. Corrida de toros de Valdefresno - desiguales de presentación, mansos, sin fondo y agresivos. El de mayores posibilidades fue el tercero - (manso y rajado el primero, deslucido el segundo, pronto y con entrega el tercero, pronto sin descolgar el cuarto, deslucido y con peligro el quinto y sin transmisión el sexto) para Eugenio de Mora de azul turquesa y oro (silencio tras aviso, silencio y silencio tras aviso en el que lidió por Gonzalo Caballero), Gonzalo Caballero de grana y oro (oreja tras aviso en el único que lidió) y Jesús Enrique Colombo de purísima y oro (oreja tras aviso y vuelta al ruedo tras fuerte petición). Al finalizar el paseíllo sonaron los acordes del himno nacional. Gonzalo Caballero, saludó una ovación desde el tercio tras su grave percance de San Isidro. Al finalizar el festejo, Pablo Delgado se cortó la coleta.

Parte médico de Gonzalo Caballero: “Herida por asta de toro en 1/3 proximal de la cara interna del muslo izquierdo con dos trayectorias, una de 30 cm. hacia arriba y hacia fuera, que produce destrozos en músculos sartorio y cuádriceps y contusiona pala iliaca izquierda, y otra de 25 cm. hacia atrás que secciona vena femoral y ramas colaterales. Se interviene quirúrgicamente bajo anestesia general, siendo trasladado al Hospital San Francisco de Asís”. Pronóstico: Muy Grave. Fdo. Dr. D. Máximo García Leirado. Galeria: https://www.las-ventas.com/la-tarde-tras-el-objetivo/las-ventas-12-de-octubre-de-2019 Video:https://twitter.com/i/status/1183150079957487617

Triunfo sin premio de Colombo y grave cornada a Gonzalo Caballero

El venezolano recoge una oreja como botín tras una firme actuación, y el palco le cierra la puerta grande con el quinto. Cornada de dos trayectorias a Caballero en la pierna izquierda al entrar a matar. Deslucida corrida de Valdefresno en el día de la Hispanidad.

Por Alberto Bautista

Pasaban 7 minutos de las cinco de la tarde, cuando Gonzalo Caballero saludaba montera en mano, una comprometedora ovación desde el tercio. El 7 le sacó a saludar, y toda la plaza al unísono correspondió al reclamo del de Torrejón, que en San Isidro derramó con sangre su valor y cortó una oreja de ley, tras resultar duramente corneado al entrar a matar… desgraciadamente la historia se volvió a repetir. Mismo sitio e idéntico protagonista, para un suceso de infausto recuerdo. Caballero, debería pedir un aumento de sueldo al equipo médico de Las Ventas, porque sale a cornada por paseíllo en Madrid. Una desgracia que no empaña otra actuación sin mácula del joven espada, tras jugarse el tipo sin aspavientos ante un “Clavelero” bruto y de feo estilo, que curiosamente brindó al Dr. García Padrós, el mismo que le salvó la vida en San Isidro y que en su enésima tarde, volvió a hacerlo de nuevo. Ya lo decían los antiguos, “si te coge un toro, que sea en Madrid”.Bendito equipo médico. Los ángeles de la guarda.

Caballerovolvió a ofrecer un derroche de valor, agallas y conocimiento. Se tiró a morir, pero no llegó a vaciar la embestida y sufrió una terrible cogida. Como un guiñapo se fue al suelo, con sendas cornadas de dos trayectorias, y un parte médico demoledor que habla de un pronóstico “muy grave”.La oreja de ley, la recogió la cuadrilla y pasó a la enfermería para no volver a salir. Caballero, está pagando un peaje muy serio. ¡Gloria a los bravos toreros!

Jesús Enrique Colombo, ponía el acento venezolano al día de la Hispanidad, una festividad hermanada con nuestros compatriotas de América y que siempre hay guiño en un cartel internacional. Su presencia, se aventuraba necesaria tras cuajar una temporada silenciosa pero con grandes triunfos y paso firme. De novillero, recordamos una actuación en la que tras cortar una oreja y rallar a gran nivel, el palco le cerró la puerta grande tras una petición unánime. Como a Caballero con la cogida, a Colombo con la puerta grande le volvió a suceder. Un quinario. Porque el venezolano puso el toque festivo y agradable a la tarde con una ingrata y deslucida corrida de Valdefresno.

Tocó pelo del tercero, que fue el único potable dentro del estrepitoso fracaso ganadero, y que tras una faena sincera donde dejó su impronta con los rehiletes y su firma en una faena limpia, precisa y de buena factura, combinó el acople con el talento. La estocada al primer encuentro le otorgó su primera oreja de la tarde, antes de brindar la actuación al caído Caballero, que en ese momento estaba siendo operado en la enfermería.

La vuelta al ruedo tras fuerte petición tras caer el sexto (que por la cogida, se lidió en quinto turno) fue un compendio de sucesos, que si bien la faena no fue de oreja y la estocada defectuosa tampoco, hubo claramente petición mayoritaria, por lo que el Presidente se apropió de la opinión general. La democracia venteña una vez más, en entre dicho. Y es que Colombo se cobró una dura paliza, y es que al salir de un par de banderillas fue volteado con una tremenda soba. En la muleta, se topó con un toro deslucido pero tuvo coraje, valor y sinceridad en otra labor de compromiso. La plaza en pie y el palco que se llevó el trofeo.

Abrió el cartel, Eugenio de Mora que regresaba a Las Ventas tras cortar una oreja en San Isidro a un toro de “El Ventorrillo”. En la festividad del día de la Hispanidad, no tuvo ningún toro para el lucimiento. Escuchó silencio tras aviso con el manso y huidizo primero de la divisa salmantina, sin opciones. Deslucido y a la defensiva, cabe destacar un cambio de mano de tersura en medio de una anodina labor. Con el cuarto, volvió a ser silenciado en otra labor a la defensiva en la que no se llegó a confiar el toledano, y perdió pasos. Y con el que lidió por Gonzalo Caballero, fue otro toro sin transmisión que se desplazó sin decir nada. El quinario con la espada, fue de órdago. Como la oreja de Colombo y la raza de Caballero, en la última corrida de toros de la temporada. El año que viene, ¡más y mejor!


Feria de otoño 2019, el triunfo del recuerdo

Cinco orejas, varios de toros de triunfo, una despedida histórica, dos puertas grandes y una encerrona de Ferrera que se saldó con éxito artístico y ganadero, todas ellas fueron cotas de una Feria de Otoño con notable asistencia de público.

Por Alberto Bautista

Concluyó la Feria de Otoño con un rotundo éxito artístico y ganadero, a excepción de la paupérrima corrida de Adolfo Martín que supuso el epílogo al último gran ciclo de la temporada en Las Ventas. La precoz juventud de Tomás Rufo, el valor con técnica de Perera, la raza y el toreo clásico de Ureña, la insultante despedida de “El Cid” o la mágica tarde de Antonio Ferrera con toros de distintas ganaderías han supuesto un hito para este ciclo, abandonado al olvido hace años y que Plaza 1, ha dado el toque necesario con combinaciones donde el aficionado ha respondido de forma mayoritaria en taquilla.

El serial comenzó con un dato: 4 años, 5 meses y 8 días después de que el novel Roca Rey abordara estoico en su presentación como novillero la puerta Grande de Las Ventas, Tomás Rufo descerrajó sus cimientos, que no se le escapó la tarde al novillero toledano de Pepino, en dos estoicas actuaciones donde el rasgo de su figura quedó en fulgurante ascenso. Al encastado segundo le hilvanó una faena de alto voltaje. Lo mejor estaba por llegar, el quinto un “Hechizo” de bandera, negro salpicado, bien hecho y con fijeza fue la apuesta decidida del joven espada. Para la honra quedó una faena donde la épica y la lírica, se fundieron en una actuación intensa y memorable, frente a un novillo encastado y exigente de Ricardo Gallardo, merecedor de la vuelta al ruedo. Labor compacta de peso. Toreó encajado y muy templado. Los naturales fueron carteles de toros. Precisión desmedida. Bramó Madrid con la oreja. Se le pido con fuerza el doble trofeo pero el palco miró hacia otro lado. Finalmente, dio dos vueltas al ruedo y la consiguiente bronca al de siempre. La gloria era de Rufo. Nadie se iba adueñar del sueño de la Puerta Grande. Gloria a los toreros machos.

Al día siguiente la corrida del Puerto de San Lorenzo sirvió para echar al público de la plaza. Los toros de la divisa salmantina carecieron de presencia, fuerza y bravura… solo peligro y un reguero de mansos. La tarde transcurrió entre el hartazgo y la desidia. Un coñazo. Lo mejor llevó la firma de Daniel Luque que regresaba a Madrid tras una buena temporada en tierras francesas, estuvo acoplado con el primero un toro noble que amagó con saltar al callejón y que el sevillano recibió por verónicas de buen calibre.

El cierre de la primera semana de Feria, ralló a gran nivel con un Miguel Ángel Perera que se reencontró con un excelso toro de Núñez del Cuvillo de gran calidad, pero el fallo con los aceros lo dejó todo en una vuelta al ruedo de tronío. “Portugués” tuvo todo lo que un ganadero busca: fijeza, fondo y embestida humillada que solo el extremeño vio, dándole tiempos y distancias en una faena francamente para enmarcar, con cites desde el centro del ruedo. Por su parte Paco Ureña, dio la talla paseando una oreja de otro enrazado Cuvillo, en un mano a mano en sazón con un llenazo de “no hay billetes”.

La segunda parte de la Feria tuvo tintes emocionantes. La despedida de “El Cid”que ya la emoción se desbordó desde el comienzo del paseíllo cuando el tendido 7, desplegó una pancarta de agradecimiento al torero de Salteras: “El Cid, torero de Madrid, Gracias”. La despedida se quedó en homenaje, puesto que la corrida de Fuente Ymbro fue un dolor de cabeza. Infumable. “El Cid” se despidió de forma meritoria y con una actitud insultante. Queriendo durante toda la tarde, formas, modos… lástima que el lote que se llevó fuera un alma en pena. El primero tuvo calidad pero duró un suspiro. Acople y hondura en el recibo de capa, y en la muleta el de Salteras lo vio claro y con la mano izquierda principió faena, pero aquello no tuvo transmisión. Tantas y tantas puertas grandes se dejó en el olvido el sevillano con una tizona para olvidar, que en su último tango en Madrid, pasaportó a su lote de forma magistral.

La encerrona de Ferrera tuvo tintes místicos, buen concepto de la lidia, dominio de los terrenos y una faena para el recuerdo. El sexto de Victoriano del Río de nombre “Jaceno”, quedará para los anales tras una faena a cámara lenta donde el poso, la plasticidad y la elegancia del torero extremeño fueron encumbrados hasta la enésima expresión. Los detalles con el capote, los muletazos arrebatados y el dominio de los terrenos fueron los puntos fuertes de una actuación en solitario que tuvo momentos álgidos en los lidiados en quinto y sexto lugar. Dos orejas y una tarde en la que el fallo con los aceros, restó méritos.

La feria concluyó ante una descastada corrida de Adolfo Martín, que supuso para el ganadero de Albaserrada una limpieza de corrales, en toda regla. Encierro entipado, pero desigual de presentación. Un desecho absoluto. Curro Díaz puso el toque de distinción en una tarde anodina con el cuarto, a la postre el único toro con posibilidades que pinchó y se esfumó un más que probable trofeo. Dejó naturales rotundos y encajados. Su sello con la mano izquierda, como la exitosa Feria de Otoño con un mayor número de adeptos año tras año.


Domingo, 6 de octubre. Toros de Adolfo Martín para Curro Díaz, López Chaves y Manuel Escribano. Más de tres cuartos de plaza en tarde soleada. (19.130 espectadores). Feria de Otoño. Última de abono. Corrida de toros de Adolfo Martín - desiguales de presentación y juego. Mansos y parados de poco juego a excepción del encastado cuarto - (parado el primero, inválido sin motor el segundo, complicado el tercero, encastado el cuarto, deslucido el quinto y deslucido y sin entrega el sexto) para Curro Díaz de purísima y oro (silencio y ovación con saludos), López Chaves de nazareno y oro (silencio en ambos) y Manuel Escribano de tabaco y oro (silencio en ambos). Manuel Escribano saludó una ovación desde el tercio tras romperse el paseíllo, tras la grave cornada que sufrió con la misma ganadería en la pasada feria de San Isidro. Galeria: https://www.las-ventas.com/la-tarde-tras-el-objetivo/las-ventas-06-de-octubre-de-2019 Video: https:Curro Díaz salva el honor de una mala corrida de Adolfo Martín

El diestro de Linares realizó lo más destacado con el cuarto, un encastado “bonito” con el que se gustó toreando al natural. Escribano tuvo mucha actitud sin lote. Sin opciones, López Chaves.

(Alberto Bautista)

La corrida de Adolfo Martín que puso el punto y final a la exitosa Feria de Otoño, supuso para el ganadero de Albaserrada una limpieza de corrales, en toda regla. Encierro entipado, pero desigual de presentación. Un desecho absoluto. Curro Díaz puso el toque de distinción en una tarde anodina. El cuarto, fue el único toro con posibilidades que de no haberlo pinchado estaríamos hablando de una oreja de peso, tras el compromiso adquirido por el torero de Linares. Dejó naturales rotundos y encajados. Su sello con la mano izquierda. Tras una estocada tras pinchazo, se fue al traste el premio. Saludó una ovación. “Bonito” se llevó otra al arrastre. Su primero muy aparatoso de cara y abierto de pitones manseó, y a la postre se quedó corto y parado durante toda la lidia. Curro Díaz estuvo aseado y dejó una estocada baja.

Manuel Escribano que regresaba a Madrid tras pagar un caro peaje en San Isidro con una grave cornada ante un toro de Adolfo, quiso anunciarse para su regreso con idéntica ganadería. Su tarde fue de una actitud meritoria, yéndose en dos ocasiones a portagayola y teniendo una entrega total con los rehiletes. Su lote, pésimo y deslucido dejó su esfuerzo en balde. El tercero fue muy complicado y parado en la muleta. El público no reconoció su disposición y fue silenciado. Ídem con el sexto, ante otro ejemplar deslucido y a la defensiva.

López Chaves, que tan buenas impresiones dejó a la parroquia en San Isidro con la corrida de Cuadri fue silenciado ante un lote infame. Se pasó de faena en sus dos turnos. Con el inválido segundo dejó algún muletazo estimable por el pitón derecho. Faltó transmisión y empuje, y falló con los aceros. El quinto fue reservón y deslucido, y en lugar de embestir, topaba. La mala corrida de Adolfo Martín no debe empañar una meritoria Feria de Otoño con altas cotas como la encerrona de Ferrera, la despedida de “El Cid” y la puerta grande del novillero, Tomás Rufo.

Curro Díaz salva el honor de una mala corrida de Adolfo Martín

El diestro de Linares realizó lo más destacado con el cuarto, un encastado “bonito” con el que se gustó toreando al natural. Escribano tuvo mucha actitud sin lote. Sin opciones, López Chaves.

Por Alberto Bautista

La corrida de Adolfo Martín que puso el punto y final a la exitosa Feria de Otoño, supuso para el ganadero de Albaserrada una limpieza de corrales, en toda regla. Encierro entipado, pero desigual de presentación. Un desecho absoluto. Curro Díaz puso el toque de distinción en una tarde anodina. El cuarto, fue el único toro con posibilidades que de no haberlo pinchado estaríamos hablando de una oreja de peso, tras el compromiso adquirido por el torero de Linares. Dejó naturales rotundos y encajados. Su sello con la mano izquierda. Tras una estocada tras pinchazo, se fue al traste el premio. Saludó una ovación. “Bonito” se llevó otra al arrastre. Su primero muy aparatoso de cara y abierto de pitones manseó, y a la postre se quedó corto y parado durante toda la lidia. Curro Díaz estuvo aseado y dejó una estocada baja.

Manuel Escribano que regresaba a Madrid tras pagar un caro peaje en San Isidro con una grave cornada ante un toro de Adolfo, quiso anunciarse para su regreso con idéntica ganadería. Su tarde fue de una actitud meritoria, yéndose en dos ocasiones a portagayola y teniendo una entrega total con los rehiletes. Su lote, pésimo y deslucido dejó su esfuerzo en balde. El tercero fue muy complicado y parado en la muleta. El público no reconoció su disposición y fue silenciado. Ídem con el sexto, ante otro ejemplar deslucido y a la defensiva.

López Chaves, que tan buenas impresiones dejó a la parroquia en San Isidro con la corrida de Cuadri fue silenciado ante un lote infame. Se pasó de faena en sus dos turnos. Con el inválido segundo dejó algún muletazo estimable por el pitón derecho. Faltó transmisión y empuje, y falló con los aceros. El quinto fue reservón y deslucido, y en lugar de embestir, topaba. La mala corrida de Adolfo Martín no debe empañar una meritoria Feria de Otoño con altas cotas como la encerrona de Ferrera, la despedida de “El Cid” y la puerta grande del novillero, Tomás Rufo.


Sábado, 5 de octubre. Toros para Antonio Ferrera en solitario. Más de tres cuartos de plaza en tarde agradable (18.797 espectadores). Feria de Otoño. Fuera de abono. Toros de Alcurrucén (1º), Parladé (2º), Adolfo Martín (3º), Victoriano Del Río (4º y 6º) y Domingo Hernández (5º) - correctos de presentación, pero desiguales de juego. Los mejores fuero los lidiados en cuarto, quinto y sexto lugar, este último sobresaliente - (manso y descastado el primero, noble el segundo, apagado el tercero, con un gran pitón izquierdo el cuarto, con ritmo y duración el quinto y excelente tranco el sexto) para Antonio Ferrera de blanco y oro (silencio, palmas, silencio, ovación con saludos tras aviso, oreja y oreja), en solitario. Al finalizar el paseíllo, Antonio Ferrera saludó una ovación desde el tercio. Actuaron como sobresalientes David Saleri y Jeremi Banti. Javier Valdeoro saludó tras parear al tercero y Fernando Sánchez hizo lo propio con el tercero y el sexto. Galeria: https://www.las-ventas.com/la-tarde-tras-el-objetivo/las-ventas-05-de-octubre-de-2019 Video: https://twitter.com/i/status/1180569739531304972

Antonio Ferrera abre la puerta grande, tras una tarde de infinita inspiración

El extremeño salió a hombros de Las Ventad por segunda vez en la temporada, tras cuajar dos faenas inmensas al quinto y al sexto. Detalles de categoría con el capote, y mucha torería en una tarde espesa con final feliz.

Por Alberto Bautista

La encerrona de Ferrera tuvo tintes místicos, buen concepto de la lidia, dominio de los terrenos y una faena para el recuerdo. El sexto de Victoriano del Río de nombre “Jaceno”, quedará para los anales tras una faena a cámara lenta donde el poso, la plasticidad y la elegancia del torero extremeño fueron encumbrados hasta la enésima expresión. Los detalles con el capote, los muletazos arrebatados y el dominio de los terrenos fueron los puntos fuertes de una actuación en solitario que tuvo momentos álgidos en los lidiados en quinto y sexto lugar.

La puerta grande de Las Ventas se abrió de par en par en una encerrona, tras los infortunios de Alejandro Talavante, Iván Fandiño, Miguel Abellán o “El Cid” en sendas tardes donde el juego de los toros o el uso de la tizona, dejaron al matador con la miel en los labios. La tarde de Ferrera con un ganado cuidadosamente escogido para la ocasión, no tuvo la brillantez que se esperaba, el público estuvo metido en cada faena pero faltaba el éxtasis que llegó con el bravo sexto, donde Ferrera brindó una hermosa y esbelta faena con pasajes a cámara lenta. Ligazón, ritmo y un faenón que hizo levantarse al público de sus asientos. Fernando Sánchez al que deberían hacer un monumento a las afueras de la plaza, puso dos pares que sobra cualquier calificativo. Tremendo. Soberbio. Magistral. Con el público en el bolsillo, quiso el extremeño poner su granito de arena a la causa con un último par en la querencia, quiebro incluido. Dejó una media estocada que le sirvió para salir a hombros, y pasear una oreja de un toro que fue claramente de dos.

El quinto de Domingo Hernández levantó la tarde tras otra actuación inspirada, corriéndole la mano con soltura. Se protestó el apéndice tras una estocada baja. El cuarto de Victoriano del Río fue otro gran toro al que Ferrera mostró su poderío e inteligencia en un trasteo en redondo. Mató de una estocada baja en la suerte de recibir, y saludó una ovación. El de Parladé que hizo segundo tuvo posibilidades y Ferrera lo exprimió, deleitando con capote y muleta en una labor larga y con transmisión, pero el fallo con los aceros le privó de tocar pelo.

El tercero con el hierro de Adolfo Martín se acabó pronto. Rebañó pases y no humilló. En el primer tercio el salto de la garrocha de Raúl Ramírez y los pares de Javier Valdeoro y Fernando Sánchez, dejaron sin aliento a la afición. Ferrera escuchó silencio, como en el primero de Alcurrucén, el garbanzo negro de la tarde junto con el Adolfo. Manso y descastado, no ofreció ni un ápice de posibilidad. Hubo detalles con el capote de mucha vistosidad, y Ferrera salió triunfal en una tarde salvada in extremis.


Viernes, 4 de octubre. Toros de Fuente Ymbro para El Cid, Emilio de Justo y Ginés Marín. Más de tres cuartos de plaza en tarde soleada (19.535 espectadores). Feria de Otoño. Cuarta de abono. Corrida de toros de Fuente Ymbro (2º bis Manuel Blázquez) - correctos de presentación, pero mansos, deslucidos y sin opciones - (noble sin transmisión el primero, de escaso fondo el segundo, deslucido el tercero, moribundo el cuarto, manso y complicado el quinto y deslucido el sexto) para Manuel Jesús “El Cid” - que se despidió de malva y oro (silencio y vuelta al ruedo), Emilio de Justo de tabaco y oro (silencio tras aviso y ovación con saludos) y Ginés Marín de buganvilla y oro (silencio y silencio). Al finalizar el paseíllo, Manuel Jesús “El Cid” fue obligado a saludar una ovación desde el tercio. La asociación el toro de Madrid, desplegó una pancarta durante el paseíllo que rezaba: “El Cid, torero de Madrid. Gracias”. Al finalizar el festejo, los aficionados se llevaron en volandas a El Cid por la puerta de cuadrillas. Emilio de Justo y Ginés Marín brindaron los segundos toros de su lote a El Cid. Galeria: https://www.las-ventas.com/la-tarde-tras-el-objetivo/las-ventas-04-de-octubre-de-2019 Video: https://twitter.com/i/status/1180204003575156738

Madrid se rinde a El Cid en su última tarde en Las Ventas

El diestro sevillano se despidió de la afición venteña dando una vuelta al ruedo como premio a una trayectoria intachable. Saludos para De Justo y Ginés Marín silenciado ante una pésima corrida de Fuente Ymbro.

Por Alberto Bautista

La emoción irrumpió en el comienzo del paseíllo cuando el tendido 7, desplegó una pancarta de agradecimiento a El Cid: “El Cid, torero de Madrid, Gracias”. Un detallazo por parte de la controvertida Asociación El Toro de Madrid, que vanaglorió a un torero que dio grandes tardes en su plaza de Las Ventas. La despedida se quedó en homenaje, puesto que la corrida que trajo Ricardo Gallardo fue un dolor de cabeza. Infumable. El Cid se despidió de forma meritoria y con una actitud insultante. Queriendo durante toda la tarde, formas, modos… lástima que el lote que se llevó fuera un alma en pena. El primero tuvo calidad pero duró un suspiro. Acople y hondura en el recibo de capa, y en la muleta el de Salteras lo vio claro y con la mano izquierda principió faena, pero aquello no tuvo transmisión. Tantas y tantas puertas grandes se dejó en el olvido el sevillano con una zocata para olvidar, que en su último tango en Madrid, pasaportó a su lote de forma magistral.

Los honores de torero grande con las lágrimas que le impedían ver a la plaza de Madrid, rendido al gran torero sevillano. El cuarto Fuente Ymbro fue noble pero careció de fuerza. El Cid hizo labor de enfermero entre alfileres con soltura y tremenda actitud. Los sentimientos se desbordaron en la vuelta al anillo de ley, con el público agradeciéndole dos décadas irreprochables.

Emilio de Justo dio la cara con el quinto, que desarrolló mal estilo entre un conjunto manso y desrazado. El toro le puso en aprietos en muchos compases, pero el extremeño apostó y tiró de su oponente con arrojo y poder. Con el segundo bis de Manuel Blázquez, hubo un par de tandas de vistosidad antes de que echara la persiana.

Todo el arrojo de De Justo se vio empañado por la escasa actitud de Ginés Marín, que pechó con dos toros muy deslucidos, con los que apenas pudo componer faena. Con el tercero sin clase ni ritmo, dejó un trasteo anodino antes de fallar con los aceros. Se estiró en el recibo de capa al sexto en una faena sin estructura ni ligazón.

A hombros se llevaban los aficionados del tendido 7 a El Cid, en su última tarde en Las Ventas. ¡Gloria a El Cid. Torero de Madrid!


Domingo, 29 de septiembre. Toros de Victoriano del Río / Toros de Cortés, Núñez del Cuvillo y Juan Pedro Domecq / Parladé para el mano a mano entre Miguel Ángel Perera y Paco Ureña. Lleno de no hay billetes en tarde veraniega (23.764 espectadores). Feria de Otoño. Corrida de toros de Juan Pedro Domecq (1 y 4), Núñez del Cuvillo (2y 5) y Victoriano del Río (3 y 6). (6 bis de José Vázquez) Tercera de abono. - desiguales de presentación y juego. El mejor fue el quinto - (noble pero sin transmisión el primero, noble el segundo, desfondado el tercero, deslucido el cuarto, manso encastado el quinto y manso el sexto) para Miguel Ángel Perera de malva y oro (silencio, silencio y vuelta al ruedo tras aviso) y Paco Ureña de teja y oro (oreja, silencio y ovación con saludos tras aviso), mano a mano. Actuó como sobresaliente Álvaro de la Calle. Javier Ambel y Jesús Arruga saludaron una ovación tras parear al tercero. Al finalizar el paseíllo, Paco Ureña saludó una ovación desde el tercio. Galeria: https://www.las-ventas.com/la-tarde-tras-el-objetivo/las-ventas-29-de-septiembre-de-2019 Video: https://twitter.com/i/status/1178038140357005319

Miguel Ángel Perera y “Portugués”, emociones fuertes en Las Ventas

El extremeño pincha una de las faenas de la temporada frente a un gran toro de Núñez del Cuvillo, y da una vuelta al ruedo clamorosa. Paco Ureña, cortó una oreja importante de otro enclasado Cuvillo. Se colgó en cartel de “no hay billetes”.

Por Alberto Bautista

Gran tarde de toros la vivida en el cierre de la primera semana de la Feria de Otoño. Miguel Ángel Perera se reencontró con un excelso toro de Núñez del Cuvillo de gran calidad, pero el fallo con los aceros lo dejó todo en una vuelta al ruedo de tronío y Paco Ureña, dio una la talla paseando una oreja de otro enrazado Cuvillo, en un mano a mano en sazón con un llenazo de “no hay billetes”.

El reencuentro de Miguel Ángel Perera con Las Ventas no se hizo esperar. Su generosa salida a hombros el día de San Isidro, unida a la incitación contra el tendido más contestario le generó un sin fin de críticas, y el 7 le esperaba con impaciencia y las espadas bien afiladas. La atronadora ovación que recibió Ureña al romperse el paseíllo que quiso recibir junto al extremeño, fue recibida por el público como un puñal. Los pitos no se hicieron esperar.

Pero el bueno de Perera se reencontró con el coso capitalino, realizando una de las faenas de la temporada frente a un manso encastado de Cuvillo al que de salida se le notó justo de fuerzas y que algunos quisieron devolver. “Portugués” tuvo todo lo que un ganadero busca: fijeza, fondo y embestida humillada que solo el extremeño vio, dándole tiempos y distancias en una faena francamente para enmarcar, con cites desde el centro del ruedo. Lo demás ya lo sabemos, Perera pinchó un toro de triunfo y se esfumó de un plumazo la puerta grande de manera sideral. La ovación al arrastre fue unánime y la vuelta al ruedo del extremeño, de ley.

Y eso que la tarde no empezó bien para él, el primero de Juan Pedro que se dejó por el pitón derecho, trató de cuidar en una faena larga y decorosa. La labor se acabó diluyendo por la falta de transmisión. El tercero con el pial de Victoriano del Río, sirvió para encumbrar a Javier Ambel y Jesús Arruga con los palos, en tres enormes pares. No menos importante, fue la lidia de José Chacón. Para la posteridad. Con el público caliente, Perera apretó en los inicios por bajo pero no tuvo rival de entidad e hilvanó una labor en las cercanías, que nunca llegó a tomar vuelo. Perera dio la cara en una tarde importante.

Paco Ureña, dio otra tarde de torero grande. Madrid le quiere y es uno de sus toreros predilectos. No hay más que ver, el cariño con el que reciben al de Lorca. No pretendo descubrir ahora quién es el murciano, pero la sugestión del público hacia él, le hace ganar enteros. La exigencia no es igual con Ureña que con otro torero, y Madrid debe medir de manera equivalente a todos. Tal es así, que cortó una generosa oreja del manejable segundo de Cuvillo, que echó claramente dos toros de nota alta. La actuación tuvo un inicio de faena de buena factura. Le faltó fuerza al toro, pero el de Lorca a base de raza le sacó un par de tandas de entidad por el pitón derecho que hizo bramar Madrid, con la pureza que le caracteriza. La estocada baja, le dio el único trofeo de la tarde. Se la jugó a carta cabal con el sobrero de José Vázquez que se corrió en último turno, pero se rajó pronto y realizó una faena trapacera en tablas con muchos enganchones. El público estuvo de su lado. Dejó un bajonazo y el toro tardó en caer,siendo despedido con una ovación desde el tercio. Antes, quedó inédito en una faena anodina, ante el deslucido cuarto de Juan Pedro Domecq.


Sábado, 28 de septiembre. Toros de Puerto de San Lorenzo / La Ventana del Puerto para Daniel Luque, Juan Leal y Juan Ortega. Media plaza en tres veraniega (12.242 espectadores). Feria de Otoño. Segunda de abono. Corrida de toros de El Puerto de San Lorenzo - La Ventana del Puerto (3) - mansos y desrazados de principio a fin - (noble sin transmisión el primero, con opciones el segundo, deslucido el tercero, manso y huidizo el cuarto, manso el quinto e imposible el sexto) para Daniel Luque de caña y oro con cabos negros (ovación con saludos y silencio), Juan Leal de agua marina y oro (silencio tras dos avisos y silencio) y Juan Ortega de grana y oro (silencio tras aviso y silencio). Raúl Caricol y Jesús Arruga saludaron una ovación tras parear al primero. Antonio Chacón hizo lo propio tras parear al tercero. Galeria: https://www.las-ventas.com/la-tarde-tras-el-objetivo/las-ventas-28-de-septiembre-de-2019 Video:

Un tostón de tarde

Daniel Luque saludó una ovación del afable primero, Juan Leal estuvo irregular y desajustado, y detalles de Juan Ortega que fue silenciado en su lote. Infumable corrida de El Puerto de San Lorenzo.

Por Alberto Bautista

La corrida del Puerto de San Lorenzo sirvió para echar al público de la plaza. Y es que la divisa salmantina no tuvo ni presencia, ni fuerza, ni bravura… solo peligro y un reguero de mansos. La tarde transcurrió entre el hartazgo y la desidia. Un coñazo. A Luque que regresaba a Madrid tras una buena temporada en tierras francesas, estuvo acoplado con el primero un toro noble que amagó con saltar al callejón y que el sevillano recibió por verónicas de buen calibre, para hilvanar una actuación compacta por ambos pitones, pero al toro le faltó fuerza y no transmitió. Pronto cantó el del Puerto la gallina, y Luque abrevió en mitad de la indiferencia. Con el cuarto, fue silenciado frente a otro toro feo y de mal estilo, en una faena en la querencia. Fue inviable.

Juan Leal tiene valor y agallas, pero solo con eso no es suficiente. Torea sin ajuste alguno y ahoga las embestidas a todos sus toros, y la afición se lo reprochó. El segundo que a punto estuvo de tomar el camino de chiqueros si se descuida, tuvo un comienzo fulgurante de rodillas en los medios, pero aquello no tuvo acople ni ajuste y el público se puso en contra. Para colmo, dio un auténtico sainete con los aceros. Con el quinto, muy en el aire de Atanasio volvió a ser protestado por el sector más contestario. Se le criticó en cites y colocación. El del Puerto fue el antitoro: manso y huidizo.

El tercero en liza Juan Ortega, tiene un gusto exquisito con el capote. Dejó un par de faenas de chispazos y detalles con el peor lote. Con el tercero de La Ventana del Puerto, otro toro infumable manso y deslucido, fue todo corazón pero el toro iba y venía, y no dijo nada. Antonio Chacón se encumbró con los palos en una actuación asombrosa en tablas, dentro de las complejidades y la fiereza que desarrolló el del Puerto. Lo despachó de un bajonazo. El sexto, se descompuso antes de dejar su impronta en otra labor de detalles en los inicios de faena, y no hubo tiempo para más. Como cura de humildad, bien le valdría al Puerto de San Lorenzo un par de temporadas en la nevera por el bien de la fiesta y del espectáculo. Al menos, en Madrid…


Viernes, 27 de septiembre. Novillos de Fuente Ymbro para El Rafi, Tomás Rufo y Fernando Plaza. más de dos tercios de plaza en tarde veraniega (16.361 espectadores). Novillos de Fuente Ymbro - correctos de presentación, nobles en su conjunto a excepción de tercero y sexto. El mejor fue el quinto merecedor de la vuelta al ruedo - (enclasado con duración el primero, encastado el segundo, deslucido el tercero, manejable el cuarto, encastado con duración el quinto y peligroso el sexto) para “El Rafi” de verde manzana y oro (silencio en ambos), Tomás Rufo de verde botella y oro (oreja y oreja con petición de la segunda y bronca al palco) y Fernando Plaza de malva y oro (silencio y ovación con saludos tras aviso). Rafael González y Fernando Sánchez saludaron tras parear al quinto. Galería: https://www.las-ventas.com/la-tarde-tras-el-objetivo/las-ventas-27-de-septiembre-de-2019 Video: https://twitter.com/i/status/1177690607831179266

Épica y lírica, Puerta Grande para el aroma de Tomás Rufo

El toledano sale a hombros de Madrid en el arranque de la Feria de Otoño, tras cortar dos orejas en sendas actuaciones redondas donde el poso, la madurez y el compromiso quedaron patentes. El palco la volvió a liar, y no otorgó el segundo apéndice del quinto. Notable novillada de Fuente Ymbro.

Por Alberto Bautista

Comenzó con fuerza la feria de Otoño, y es que tras 4 años, 5 meses y 8 días después de que el novel Roca Rey abordara estoico en su presentación como novillero la puerta Grande de Las Ventas, Tomás Rufo descerrajó sus cimientos. No fue para menos. Ocho novillos ha sorteado en la primera plaza del mundo, y a los ocho los ha cuajado. Brutal bagaje. Con mayor o menor fortuna, la espada en alguna ocasión emborronó labores de premio como en la final del certamen de novilladas nocturnas del verano, donde se alzó con el preciado botín de repetir en la novillada que abrió el ciclo otoñal.

No se le escapó la tarde al novillero toledano de Pepino, en dos estoicas actuaciones donde el rasgo de su figura quedó en fulgurante ascenso. Al encastado segundo le hilvanó una faena de alto voltaje. Quitó por chicuelinas Plaza, y le replicó por gaoneras Rufo. Brindó al público una actuación decidida plena de detalles. Abrochó por trincherillas y lo despeñó de una estocada. Oreja de ley. Lo mejor estaba por llegar, el quinto un “Hechizo” de bandera, negro salpicado, bien hecho y con fijeza fue la apuesta decidida del joven espada. Para la honra quedó una faena donde la épica y la lírica, se fundieron en una actuación intensa y memorable, frente a un novillo encastado y exigente de Ricardo Gallardo, merecedor de la vuelta al ruedo. Labor compacta de peso. Toreó encajado y muy templado. Los naturales fueron carteles de toros. Precisión desmedida. Bramó Madrid con la oreja. Se le pido con fuerza el doble trofeo pero el palco miró hacia otro lado. Finalmente, dio dos vueltas al ruedo y la consiguiente bronca al de siempre. La gloria era de Rufo. Nadie se iba adueñar del sueño de la Puerta Grande. Gloria a los toreros machos.

Se presentó “El Rafi”, novillero apoderado por Tauroemoción con aires pulcros y amanerados, pero sin poso y poco placeado. Levantó la persiana el primero, un ejemplar enclasado que tuvo las características del fondo y la duración. El novillero francés realizó una actuación larga por ambos pitones, pero la actuación no llegó a calar en los tendidos. Dejó una estocada contraria que provocó derrame. Con el cuarto, fue todo pulcritud frente a un ejemplar con el que estuvo a merced. Antes, un tétrico primer tercio acabó con las esperanzas. Escuchó silencio en ambos.

Fernando Plaza, dio la cara con el peor lote. Sendos novillos abruptos y complicados que le pusieron en apuros. Sus reminiscencias talavantistas borraron de un plumazo sus aspiraciones. La torería en los inicios del tercero por estatutarios fueron fugaces, como su actuación que nunca llegó a levantar el ánimo. Clase fue lo que le faltó al utrero y capacidad a Plaza, que emborronó su labor con los aceros. Con el peligroso sexto, que no atendió a los cites, y que le avisó en varias ocasiones mantuvo la firmeza que profesa, pero no logró sacarle rédito a una tarde que solo tuvo un nombre, el de Tomás Rufo. ¡Pepino, tiene un Torero!


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