Herramientas de usuario

Herramientas del sitio


jerez_140509

PLAZA DE TOROS DE JEREZ

Tarde del jueves, 14 de mayo de 2009

Corrida de toros

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Toros de Zalduendo, el segundo, lidiado como sobrero por otro inválido, muy mal presentados, descastados, justos de raza y nobles. Fue una corrida impresentable. Pesos: 477, 514, 500, 507, 493 y 500

Diestros:

Julián López El Juli: pinchazo y estocada (saludos) y estocada trasera y descabello (saludos).

Miguel Ángel Perera: dos pinchazos y estocada (saludos) y estocada (saludos).

Cayetano Rivera Ordóñez: estocada contraria (saludos) y estocada y descabello (palmas).

Saludó: en banderillas Joselito Gutiérrez.

Entrada: Tres cuartos de plaza.

Crónicas de la prensa: El Mundo, Portaltaurino.com y Abc.


Portaltaurino.com

Por Fran Arispón. Esta vez fue infumable

2ª de abono de la Feria del Caballo, donde de nuevo no se llenó la plaza, la crisis afecta a los toros. Buen ambiente en los tendidos con la presencia entre otros destacados de la Duquesa de Alba, Carmen Tello y el ‘Faraón de Camas’ Curro Romero que presenció el festejo desde el callejón. Tarde aburrida en la que hubo mucha disposición por parte de los toreros, unos mas que otros, que se toparon con una deslucida y sosa corrida de Zalduendo que no se prestó al lucimiento en ningún momento. Con todo ello la tarde transcurrió con más pena que gloria.

El Juli demostró en sus dos toros, el gran momento que atraviesa intentándolo en todo momento. Tiró siempre de sus enemigos arrancándole algunos pases sueltos de calidad pero sin continuidad debido al escaso juego de sus astados. En tardes así al menos hay que justificarse y El Juli lo hizo, estando muy por encima de sus oponentes.

Perera, que se presentó en Jerez después de cortar tres orejas el día anterior en Valladolid -en una tarde redonda- y con ese mismo objetivo llegó a tierras gaditanas. Con su primero viendo que no acudía casi nunca a los cites se metió entre los pitones clavado en la arena y dándole un sinfín de pases sin que la faena se viniese arriba por la sosería del animal. En su segundo estuvo sensacional con un quite muy ceñido y un valor sereno que levantó al público de sus asientos por primera vez en la tarde. Con la muleta un calco a su primero intentándolo por ambos pitones pero la escasa y nula colaboración de su oponente, complicado, no le permitió triunfar, El torero lo puso todo pero sin toro es imposible.

Cayetano estuvo voluntarioso con su primero en una faena muy desigual en conjunto en la que hubo muchos enganchones acompañados de algunos muletazos sueltos de buen trazo, lo mejor un cambio de mano. En el sexto con la tarde cuesta abajo y sin oponente para el lucimiento poco pudo hacer.

En resumen tarde para olvidar cuanto antes, esperemos que los ‘juampedros’ de mañana nos permitan ver una gran tarde de toros con los triunfadores de la Feria de Sevilla, Morante de la Puebla y Manzanares acompañados de ‘El Fandi’.


El Mundo

Por Carlos Crivell. Zalduendo lidia una mala novillada

Si no hay toro en la plaza no puede haber Fiesta auténtica. Es algo que conoce bien la afición. Viene a colación de esta primera corrida de toros de la Feria de Jerez, que por culpa de una corrida inválida, descastada y, sobre todo, muy mal presentada de Zalduendo, fue un espectáculo carente de la emoción que debe presidir un espectáculo taurino.

En muchos momentos, los espadas se afanaron por lucirse, pusieron a contribución del triunfo todo su esfuerzo, pero todo ese interés por buscar el triunfo se estrelló contra unos animales sin presencia, muy sosos de comportamiento y sin fuelle en sus embestidas.

El que puso más calor en su labor fue Miguel Ángel Perera. Su labor con su primer toro fue de dominio absoluto, El problema es que había poco que dominar. El animal, un sobrero, apenas podía embestir. Perera, sobrado de sitio, toreó más sobre la diestra y acabó con circulares en los que el animal aún quedaba más empequeñecido. Era un contrasentido ver un torero tan poderoso con un torillo tan mínimo. Pero fue una faena larga y poderosa que no tuvo premio por su fallo con la espada.

Perera emocionó a la plaza jerezana en un quite espectacular en el quinto. De frente, cambió la embestida del toro en el último momento para pasarlo por detrás. El toro llegó rebrincado a la muleta, se atascó y todo el valor y seguridad del extremeño se vieron frenados. El toro se rajó y perdió recorrido. Muchos problemas en una labor sin brillo, incluso con desarmes, que no permitió que Jerez contemplara el buen momento de este torero.

Aunque para desequilibrio el de El Juli frente ante los dos animales que lidió. El primero era propio de una plaza de pueblo. Hace muchos años que no sale en Jerez un toro tan insignificante. El Juli toreó por abajo en una faena cumplidora y carente de la menor emoción. Fue uan sucesión de pases sin eco en el tendido.

El cuarto parecía que tenía más movilidad. El Juli se lució en verónicas brillantes bien rematadas. Toreó con la derecha en dos tandas de principio con la mano baja. El toro se paró y ya los pases surgieron sin ligazón. El esfuerzo de Julián para lucirse fue ímprobo, pero no tenía toro delante.

Cayetano naufragó con el tercero. Lo había recibido con lances rodilla en tierra. La faena de muleta tuvo un grave defecto: se pasó al toro a más de dos metros en todos los muletazos por la derecha. Cuando quiso hacerlo por el pitón izquierdo, no se acopló, apareció un torero carente de recursos y la faena se diluyó como un azucarillo. La imagen de Cayetano en este toro no fue buena, más bien todo lo contrario.

El sexto no tenía fuerzas. Cayetano, con esa apostura de torero elegante que es consustancial a su estilo, volvió a torear sobre la diestra en pases sin ajuste. Ni el toro tenía el más mínimo fuelle, falta total de casta para entendernos, ni Cayetano con su toreo elegante pero distanciado logró levantar la tarde, ya por entonces irremisiblemente hundida por la pésima corrida de Zalduendo.


ABC

Por Fernando Carrasco. «Zalduenditos» para cargarse una tarde

«¡Esto es una novillada!», gritó un aficionado de barrera dirigiéndose a la señora presidenta. Lo peor de todo es que llevaba toda la razón del mundo. Porque Fernando Domecq echó ayer, en plena Feria del Caballo jerezana, seis «zalduenditos» -algo más aparentes los dos últimos-, diminutos en cuanto a hechuras y que se cargaron la tarde en la que El Juli, Miguel Ángel Perera y Cayetano se fueron de vacío. Y para que no se corte ni una sola oreja en una tarde de toros en Jerez, ya tiene que estar la cosa mala.

Porque el caso es que si de presentación la corrida fue algo inaudito -el público, muchas veces, es santo, de verdad- por birriosa, no le fue a la zaga en cuanto a juego. Toritos sin nada dentro, sin alma y sin acometividad. Toritos para desesperarse. Pero, por lo visto ayer, es lo que quieren las figuras. Flaco favor hacen al respetable y a ellos mismos. Bueno, pues verán cuántas de este hierro las lidian las figuras.

Terciado a más no poder fue el que abrió plaza. El Juli atisbó algo con el capote. Poca cosa. Luego, un refilonazo en el caballo y quite por chicuelinas. Brindó al público un astado sin fuerzas que perdía las manos. Noblón pero al que no se le podía obligar nunca. Varias series diestras que no llegaron a ningún sitio. Tampoco con la zurda, donde echaba el zalduendo la cara arriba. Un circular de espaldas e intento de torear al natural. Nada.

No tenía cara el cuarto. La tarde ya se veía que iba cuesta abajo del todo. El madrileño se ajustó algo con el capote y si bien al principio de faena el animal parecía que tendría alguna acometividad, Julián se encontró con un toro que iba y venía sin decir nada, ora dando arreones ora sin acabar de pasar. Esfuerzo del torero sin recompensa alguna porque no tenía material de ninguna clase. A pesar de ello, se le pidió la oreja, algo incomprensible.

Estrellado

Perera vio cómo le devolvían su primero, una raspa de toro, por endeble e inválido. El sobrero, más aparente -aunque sin excesos- se dio un costalazo tremendo de salida. Derribó al picador como prólogo a un quite por tafalleras. Brindó al respetable pero se las tuvo que ver con un toro sin fuerzas ni emoción algunas. Faena insulsa que concluyó con un Perera acortando distancias, que es donde se encuentra cómodo. Pero, claro, no tenía oponente.

Lo mejor de la tarde se lo vimos al extremeño tanto en el toreo de capa a pies juntos de recibo, como en un quite en el que ejecutó manoletinas con el capote ajustadas a más no poder. Eso fue todo, porque el de Zalduendo no sólo no era claro, sino que daba arreones, se frenaba y, sobre todo, quería irse a tablas. Un regalito con el que Miguel Ángel se desesperó.

Mal sin paliativos anduvo Cayetano con su primero, que trató de saltar al callejón. No se confió nunca con un toro que iba y venía y al que toreó hasta allí de despegado en series deslavazadas, desplazando a su enemigo siempre hacia afuera. Al final del trasteo, hubo una diestra algo más conjuntada. Mató rápido y el público pidió la oreja. Si se la llega a conceder la presidenta, la tarde hubiese sido surrealista del todo.

Con el fracaso consumado, el sexto no que quiso quedar atrás. Echó las manos arriba siempre y aunque algo más suavón, sobre todo en los ayudados por alto iniciales, tampoco valía un duro -perdón, un euro-. Un mulo con el que Cayetano abrevió habida cuenta de cómo se había desarrollado la tarde. Todo un auténtico desastre.

Jerez Temporada 2009

jerez_140509.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:21 (editor externo)