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PLAZA DE TOROS DE JEREZ

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Tarde del sábado, 13 de mayo de 2011

Corrida de Toros

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Se lidiaron cuatro toros de Jandilla (1º, 2º, 3º y 5º) y dos toros de Vegahermosa, bien presentados, de escaso juego en general, justos de fuerzas y muy desrazados los seis.

Diestros:

Juan José Padilla (azul marino y oro) : Oreja y Oreja

Miguel Ángel Perera (verde manzana y oro) : Oreja y Ovación.

Cayetano Rivera Ordóñez. (blanco y plata) : Oreja y Ovación.

Tiempo: tarde calurosa.

Entrada: Algo más de un cuarto de plaza.

Crónicas de la prensa: Abc. Firmas.


ABC

Por Lorena Muñoz

Una puerta grande y un toro para el epílogo

La puerta grande de Padilla y el buen toro desaprovechado por Cayetano fueron lo más destacado del epílogo de la Feria de Jerez. Una tarde en la que hubo demasiados tiempos muertos y un festejo con casi dos horas y media de duración en el que se impuso el premio de la oreja como «tarifa plana». Así se impuso en los cuatro primeros toros del encierro de Jandilla, presentado de manera desigual y aprovechado por los toreros cada uno en su medida.

Quien se llevó al gato al agua fue Juan José Padilla que abrió la puerta grande con dos faenas muy distintas pero que obtuvieron igual premio. Una oreja del primero, un jabonero muy bonito de estampa, noble y con calidad en la embestida, con el que el de Jerez estuvo entregado desde el principio. Pendiente de la lidia, lo llevó al caballo y en banderillas puso tres pares con corrección, el tercero al violín. La faena fue de más a menos: comienzo por estatuarios, una trincherilla y al tercio. El astado se vino a menos al igual que la faena mientras sonaba el pasodoble dedicado al propio diestro.

Y otra oreja por la entrega con el cuarto, al que también puso banderillas, que vino desde un punto de vista distinto . El astado se quedó parado muy pronto y la labor de Padilla fue en cercanías, con desplantes de rodillas, algo que curiosamente gustó más al público que le pidió una oreja e insistió con algunos pañuelos para pedir la segunda.

Perera estuvo muy dispuesto y suyo fue el mejor toreo de la tarde. Destacó su templado a la verónica en el recibo del segundo aunque con poco eco en el tendido que andaba en otra cosa. Emocionante pase cambiado por la espalda y muy firme se mostró en la faena fundamentada en la diestra con algunas series templadas y cadenciosas. Con el astado venido menos, se ajustó en las cercanías y cortó una oreja.

El quinto fue más complicado ya que no se movió nada y llegó aplomado a la muleta. Perera alargó en exceso la faena intentando que no se le escapara cortar la oreja que era la tónica del festejo pero se le escapó por el mal manejo de los aceros. Se metió literalmente en los pitones hasta tal punto que hubo un momento en el que lo enganchó con la pala, por fortuna sin consecuencias. Arriesgó el torero en los terrenos del toro y consiguió saludar.

Ahora bien, el toro de la corrida fue sin duda el tercero de la tarde, un Jandilla con calidad con el que Cayetano mostró cuáles son sus carencias. Fue el más manejable y armónico del encierro pero el diestro no paso de correcto. Fue cogido sin consecuencias después de un trincherazo aunque quedo en eso. Debió darle mas distancia y torearlo mas despacio para que aquello tomara vuelo. Fue una buena oportunidad para ratificar su sitio. Lo mejor de su labor fue la estocada de rápido efecto.

El sexto fue el mejor presentado del encierro con el que Cayetano no consiguió acoplarse. El astado se volvió a quedar parado a mitad de faena y fue una labor de altibajos con algunos naturales destacables, algunos ayudados y otros de buen trazo para coger de nuevo la diestra. A esas alturas de la tarde, ya casi noche, el público abandonaba los tendidos. Se quedó en palmas de despedida con Padilla esperando a hombros.


Firmas

Por Rocío Franco.

El ciclón de Jerez se vacia y triunfa en su tierra.

Cuarto y último festejo de la Feria del Caballo, con escasa afluencia de público, ante una terna con figuras. Padilla, Perera y Cayetano cerraban la Feria jerezana en la que la respuesta de la afición pone de manifiesto que los ‘señoritos’ no acuden en su gran medida al Coso de la calle Circo. Lamentablemente ni en la corrida de rejones se llenó la antigua plaza, y eso que Jerez es cuna del Caballo, aunque tampoco lo hizo en la cartel estrella del mano a mano entre Morante y Manzanares.

La plaza de Jerez, está en un momento de su existencia en la que no sabe hacía donde camina. El futuro es incierto puesto que no acuden los aficionados, el toro que sale al ruedo ha perdido su seña de identidad y la gente, es festivalera y nada exigente, como merece tan importante marco.

Así, esto se va desmoronando y alguien debe recuperar el crédito, lógicamente con precios más bajos. Aunque puestos a pedir la calidad tiene un precio…pero moderado.

El ciclón de Jerez, Juan José Padilla se entregó al máximo en su tierra natal. Su lote fue desrazado y muy complicado. Con el primero, muy justo de raza y de fuerzas, Juan José estuvo con compostura en el saludo y posteriormente protagonizó un emocionante y variado tercio de banderillas. La faena, que brindó al público, fue de entrega total y puso toda la transmisión que le faltaba al toro que abrió plaza. Con el cuarto, segundo del lote, continuó en la línea del toro anterior. Nuevamente lo da todo y no se guarda nada dentro, larga cambiada, banderillas espectaculares y una faena inteligente que saca partido de donde no había nada, salvo malas ideas por el pitón izquierdo. El toro, nunca humillo, pero el jerezano lo puso todo de su parte. Tras otro espadazo, cortó una oreja merecida que le abría la Puerta Grande. Miguel Ángel Perera, realizó dos faenas que estuvieron marcadas por la firmeza, capacidad y quietud. El extremeño, acortó metros cuando el toro se paró –segundo de la tarde- y se pasó los pitones por la taleguilla. Una faena a más del torero y a menos del toro. Con el quinto, muy parado, Perera se pegó un arrimón y de no fallar con la espada hubiera cortado otra oreja que la valía salir a hombros.

Por su parte, Cayetano que completaba la terna, se llevó una fea voltereta en los primeros compases de la faena al tercero. El menor de los Rivera, desarrolló una labor entonada, con ganas de agradar por la manifiesta disposición en todo su quehacer. Cortó una oreja. El sexto fue un toro molesto, sin raza, agarrado al suelo y Cayetano, se fajó con él. Un arrimón que no tuvo transcendencia por la falta de movilidad del desclasado de Vegahermosa.

Jerez Temporada 2011

jerez_140511.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:13 (editor externo)