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Plaza de Toros de Las Ventas

Sábado, 8 de junio de 2013

Corrida de toros

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Toros de Baltasar Ibán, con casta algunos mansitos, 2º sobrero de El Montecillo.

Diestros:

Diego Urdiales: silencio en su lote.

Juan Bautista: silencio en su lote.

David Mora: ovación y silencio.

Entrada: Tres cuartos.

Reseña y galería fotográfica: http://www.las-ventas.com/noticia.asp?codigo=5433

Crónicas de la prensa: El País, La Razón, El Mundo.

Puerta de Arrastre

Por Santiago Sánchez Traver

La de Baltasar Ibán sin ser como los históricos encierros que salían en Las Ventas, tuvo sus cositas. Un par de toros que se movían y embestían con clase. Otros con peligro, y no del sordo, sino del evidente, reservones, que miraban y remiraban antes de decidirse a no embestir. Y en general les dieron bastante en el caballo, por lo que cabe preguntarse qué habría sido si hubieran llegado más enteros al último tercio. De los lotes -parece un tópico ya, pero es verdad- el peor se lo llevó Urdiales, que estuvo valiente. Debería de fichar a ese banderillero, del que todos sabemos su nombre, que le coge los lotes a un torero de primera fila, que luego no suele aprovecharlos. Juan Bautista está tirando las tres cartitas, que aunque sé francés no sé cómo se dice esto en gabacho. Y David Mora, tal vez un punto más bajo que el año pasado, estuvo queriendo pero a la vez dejándoselos en el caballo. En fin, que se fue este invento de la Feria del Arte y la Cultura -mañana los rejones la cierran- y no ha servido más que para confirmar lo de Joselito Adame, que muchos ya teníamos confirmado.

La Razón

Por Ismael del Prado. Sin rastro de nuevos “Pistoleros”

Ni rastro de «Pistoleros». Tarde de silencios y poco contenido artístico en una corrida de Baltasar Ibán de la que se esperaba mucho más, tras la enorme cantidad de premios que amasó en 2012 por el conjunto a un encierro bravo y con clase, cualidades que aglutinó en un sólo toro el excelente «Pistolero», lidiado por Serafín Marín. Ayer sólo tercero y quinto, con transmisión pero sin terminar de romper, apuntaron detalles de bravura, pero sin acercarse lo más mínimo al festejo de hace un año.

Diego Urdiales trenzó el paseíllo un mes después de hacerlo en la primera de San Isidro. Un mes y mil y una historias después hizo ayer lo propio en la última de a pie de esta primavera madrileña. Tres puyazos se llevó «Agradecido», que rompió plaza, del encuentro con el caballo. Empujó y derribó en los dos primeros, más por la contundencia del topetazo que por su empuje, para salir suelto y coceando del tercero. Animal rebrincado que esperó mucho en banderillas. Continuó manseando en el inicio de faena del arnedano que buscó templar una embestida cada vez más descompuesta y sin recorrido. Protestó en cada uno de los muletazos que le propuso el diestro que, tras probarlo por ambos pitones con oficio, fue presto por la espada. Sin opciones. Tampoco se las ofreció el cuarto, que humilló tanto en el saludo como en el galleo por chicuelinas. Se dolió e intentó quitarse la vara bajo el caballo. Otro toro al que le costó completar el viaje en el último tercio. Sin someterlo en los primeros compases de faena, no mejoró la condición del animal y Urdiales, pese a sufrir dos coladas de entidad, optó por reducir las distancias. Tampoco fue la panacea para sus males y, más orientado, se vio obligado a despacharlo sin margen para el lucimiento.

Con el rédito logrado de una oreja cortada al buen sobrero de Carmen Segovia en el domingo de la granizada, Juan Bautista se hizo cargo de un salpicado, sobrero de El Montecillo, que sustituyó a un colorado que dejó buenas sensaciones tanto en el saludo capotero, entonado y con variedad por parte del galo, como en el primer encuentro con el peto. Se arrancó con prontitud y buen trote el de Baltasar Ibán, pero se partió por la mitad el pitón derecho al chocar con el estribo. El segundo bis de Paco Medina cumplió sin alardes en los primeros tercios, pero amagó con huir nada más arrancar el trasteo. Manejable, pasaba en la muleta, pero sin ninguna entrega ni celo. Bautista le probó por ambas manos y pronto desistió al corroborar lo deslucido del burel.

Menos entipado que sus hermanos, el quinto «Ibán» tuvo mayor presencia y hondura. Peleó con la cara alta ante los del castoreño y pasó muy distraído por el tercio de banderillas. En la muleta, tuvo codicia y transmisión por su movilidad, pero acusó la misma carencia que sus hermanos y no acabó de rebosar en la muleta de Juan Bautista, que tampoco supo poner aquello que le faltaba al animal. Trasteo solvente, maduro y profesional del galo, pero hueco en su contenido. Silencio en su lote y algunas palmas para la res en el arrastre.

Demasiado goloso para el «7» por su nombre, «Bastonito» –histórico toro de este hierro que encumbró al colombiano César Rincón–, el primero de David Mora, que se metió un importante arrimón en un quite por gaoneras, se llevó una desmesurada ovación en el arrastre. Cierto es que empujó en el caballo y se arrancó con prontitud en la segunda vara, bien agarrada por Mario Herrero; y cierto que existió transmisión en sus embestidas y humilló. Sin embargo, no había final en las mismas. Siempre acababa el muletazo con la cara por los cerros de Úbeda. Sin terminar de emplearse y sin tomarla de verdad hasta el final. Faltaba raza para completar el embroque. El de Borox lo intentó, pero era complicado ligar las series con rotundidad por la falta de fijeza del animal para encadenar el siguiente pase. Pese a todo, se echó mayor rotundidad. Mató de efectiva estocada una brizna desprendida y contraria.

Con la tarde en plena caída libre, David Mora cerró plaza con «Barberito». El colorado no hizo cosas buenas en los primeros tercios: remolón al segundo encuentro con el caballo y reservón a los garapullos. Tomó bien la muleta en redondo la primera serie. Compacta y templada. Fue un espejismo, porque el de sangre Contreras se vino a menos y cada vez más agarrado al piso le costaba un mundo desplazarse. Un desarme cuando trataba de probarlo al natural hizo demasiado empinada la cima que había que escalar y el diestro madrileño tiró inteligentemente por la calle de en medio.

Y es que ayer no hubo ni nuevos «Pistoleros» ni munición con la que armar un triunfo. La pólvora, por desgracia, estaba mojada.

madrid_080613.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:22 (editor externo)