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Plaza de Toros de Las Ventas

Sábado, 26 de mayo de 2018

Corrida de toros

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Toros de Fuente Ymbro nobles, manejables y con transmisión a excepción del tercero y quinto - (noble el primero, con calidad el segundo, una prenda el tercero, con movilidad el cuarto, deslucido el quinto y el sexto)

Diestros:

Marcos: de azul marino y oro. Metisaca baja y estocada (silencio). En el cuarto, pinchazo y estocada baja. Aviso (silencio).

Alejandro Gardel: de azul marino y oro. Estocada perpendicular desprendida (petición y saludos). En el quinto, estocada caída (silencio).

Francisco de Manuel: de nazareno y oro. Estocada. Aviso (oreja). En el sexto, estocada (petición y vuelta al ruedo).

Destacaron: El venezolano deja entre abierta la Puerta Grande, cortando una oreja y dando una dimensión importante ante una novillada de nota de Fuente Ymbro. De vacío, Marcos y Alejandro Gardel.

Entrada: 16823 espectadores

Imágenes: https://t.co/cT1TfbMBn0

Video: http://vdmedia_1.plus.es/topdigitalplus/multimedia/20185/26/20180526224352_1527367629_video_2096.mp4

Crónicas de la prensa

Portal Taurino

Por Alberto Bautista. Francisco de Manuel roza la gloria

La última novillada de la feria dejó el nombre propio de Francisco de Manuel, que rozó la puerta grande de Las Ventas tras otra tarde imponente. El venezolano cortó una oreja al tercero y dio una vuelta al ruedo en el sexto, toda vez que el usía dejó sin premio al novillero. La novillada de Fuente Ymbro de buena composición y de enviable juego, dio posibilidades a una terna de diferente concepto.

Y es que sólo un trofeo se antoja empresa complicada en Madrid, aunque dependiendo de quién se sienta en el palco -, pero por encima de todo, el venezolano dejó huella gracias a sus formas y modos: disposición por doquier, unido a su dimensión y por encima de todo el aroma torero clásico. Lejos de novilleros que se creen con derecho a todo, y cuyo paso por Madrid es poco menos que la especulación y el ver “si suena la flauta”,Francisco de Manuel no fue casualidad toda vez que el pasado primero de mayo en la novillada que inauguraba la feria de la Comunidad dio una imagen superlativa tanto con el capote en cites, colocación, disposición y como en banderillas, y por encima de todo: en disposición, algo que a ningún novillero debe olvidársele, al acabar sucumbiendo al mar de pases habitual. Enfrente un encierro de Fuente Ymbro de clase y transmisión en líneas generales, al que se le echó en falta un punto de casta. Con excepción del tercero, un exigente novillo que puso en aprietos al novillero, viniéndosele por dentro y que a punto estuvo de costarle un disgusto. Se impuso sin tapujos, en una labor en la que conjugó entrega y verdad a partes iguales, que no se lo puso sencillo dada su encastada condición. Dejó una estocada arriba y paseó el merecido botín. Con el sexto, volvió a echar mano de su repertorio dando muchas distancias - tal vez eso pueda ser lo único negativo en sus dos faenas -, y volvió a mostrar su concepto clásico y asentado ante un novillo con transmisión y nobleza, que no se lo puso en bandeja al madrileño. Faltó continuidad a una labor de altibajos, aunque hubo tiempo para ver buenos pasajes sobre la zurda, y la disposición durante toda la tarde de un novillero que por encima de trofeos, dejó huella y aroma de torero grande. Dio una vuelta al ruedo, como si hubiera cortado otro apéndice que le habría abierto las puertas de la gloria. La de la calle de Alcalá. Aunque será cuestión de tiempo.

Marcos Pérez que cuenta con antecedentes taurinos en la familia - su abuelo fue el ganadero Domingo Hernández recientemente desaparecido, y su padre es el empresario de plazas como Cuenca o Illescas, Maximino Pérez; se presentó en Las Ventas y dio una imagen paupérrima, toda vez que desaprovechó al que abrió la tarde un novillo noble y con calidad, que la denostada labor del madrileño lo dejó todo a medio hacer, sin encontrar ni entendimiento ni respuesta en los tendidos. El cuarto, otro novillo de fea composición le corrió la mano abusando del pico y no dijo nada. Cosas de la nueva Tauromaquia. Muchos aún se siguen preguntando, que si de no haber tenido padrino el devenir de su carrera ¿seria el que es?

También hacía su presentación Alejandro Gardel, que dejó una imagen mediocre en sus dos labores, a las que faltó redondear de una forma más comprometida. El segundo, fue un novillo encastado que le superó en el saludo capotero, y que se templó en la muleta a la que acudió con clase y transmisión, aprovechándolo Gardel para tirar líneas sin pasar de la mediocridad. Un golpe de verduguillo necesitó para despachar a “Hechizo”. Poco pudo sacar del quinto, toda vez que se estrelló con un ejemplar a contra estilo en una labor que no llegó a calar. Otra vez será…

El País

Por Antonio Lorca. Valeroso Francisco de Manuel

Con buen criterio, el presidente no concedió la oreja que el público pidió para Francisco de Manuel a la muerte de sexto novillo. No estuvo claro si hubo o no mayoría de pañuelos -la impresión primera es negativa-, pero la actuación en conjunto del novillero no fue de puerta grande, y sí de una oreja y vuelta, justos premios a su esperanzadora tarde.

Era el tercero de la terna y hasta que no salió su primer novillo no se vio a un chaval de luces estirarse a la verónica en el recibió de su oponente. Sus dos compañeros se mostraron en ese trance a la defensiva y con presumible conformismo, pero De Manuel trazó unos capotazos que si bien no han quedado en el recuerdo por su hondura, sí mostraron una decisión meritoria. Puso banderillas asomándose al balcón, y clavó tres pares -el último, a la segunda- en todo lo alto. Y en el tercio final pasó un quinario, pero superó la prueba con nota alta.

El novillo, que había acudido con presteza y nobleza en el momento de los palos, obedeció al primer toque -desde el centro del ruedo-, y no llevó por delante al torero de puro milagro. Ahí comenzó el tormento de De Manuel. Repetía el animal con genio y velocidad, al tiempo que desarrollaba sentido y aprendió a mirar en demasía a su oponente, a quien pronto le hizo una foto de cuerpo entero. Tanto es así que cuando lo citó por segunda vez con la zurda lo atropelló con gran aparatosidad, lo volteó y lo buscó con saña en el suelo. El revolcón fue espectacular, pero, milagrosamente, solo tenía el vestido manchado de sangre.

No se amilanó el torero madrileño, quien afrontó la dificultad con gran entereza y valor, de modo que superó el complicado manejo del novillo –manso y con peligro-, y dejó claro que sus lógicas deficiencia en el mando de la muleta no son más que fruto de su inexperiencia, pero no de su corazón. Se tiró sobre el morrillo y cobró una buena estocada que le permitió pasear una oreja ganada a ley.

No dijo nada con el capote ante el sexto, al que volvió a banderillear con brillantez en los dos últimos pares, y la faena de muleta solo estuvo salpicada de buenos detalles. Embistió el novillo con nobleza, se colocó bien el novillero, y algunos pases aislados por ambas manos resultaron vistosos. Se rajó el animal al final y todo quedó un poco diluido. Volvió a matar con efectividad y de ahí la petición de oreja que, justamente, no se le concedió. De todos modos, hay torero en ciernes en este Francisco de Manuel que dejó un buen sabor torero en Las Ventas.

Caso distinto es el de sus compañeros, Marcos y Alejandro Gardel.

El primero tuvo dos novillos para triunfar y solo escuchó silencios. Mal asunto. El animal que abrió plaza no se cansó de embestir con dulzura, y el toreo de Marcos no dijo nada. Parece que no tiene misterio que decir. Más entonado se mostró ante el buen cuarto, y trazó algunos muletazos apreciables, pero no consiguió transmitir a los tendidos que es torero a tener en cuenta.

Algo parecido le sucedió a Gardel. Pareció tener una buena condición, pero no se motivó ante el excelente segundo. Escaso de creatividad, pasó de puntillas cuando su oponente le puso en bandeja un presumible triunfo. Y cerró su actuación del mismo modo: sin levantar la voz, sin demostrar que se ha vestido de luces para comerse el mundo. Y el silencio fue un premio que le debe hacer pensar.

Por cierto, la novillada de Fuente Ymbro, de lujo, noble, con movilidad y clase, a excepción del tercero.

Y un apunte más: quizá, el mejor capotazo del festejo llevara la firma de Miguel Martín, en la lidia del cuarto

El Mundo

Por Gonzalo I. Bienvenida. De Manuel y el lujo de Fuente Ymbro

La empresa que gestiona Las Ventas, Plaza 1, programó para la jornada de la final de la Champions una novillada para asegurar la entrada mínima, la de los abonados. Cerca de 17.000 almas para apoyar o examinar a la frágil cantera del toreo. Fuente Ymbro lidió ayer una buena novillada. Por su presentación, una novillada de lujo. Bien hecha, acorde con la seriedad de la plaza pero sin exageraciones. Bonita de cara. Además respondió en su comportamiento. Gracias a su variedad no permitió que la tarde fuera aburrida. El común denominador fue la obediencia, algunos tuvieron mayor clase. Otros, más emoción. Paradójicamente la única oreja de la tarde fue obtenida con el más complicado.

Francisco de Manuel demostró que quiere ser torero. Este joven novillero se proclamó hace dos años vencedor de 'El Camino hacia Las Ventas' al abrir la Puerta Grande de Madrid como novillero sin picadores. Ayer la rozó ya que cortó una oreja y dio una vuelta al ruedo. También destacó el pasado 1 de mayo en su presentación con los del castoreño. La tarde de Francisco de Manuel fue muy seria. Además de querer agradar con su disposición y su buena actitud en todos los tercios también supo resolver las dificultades que le planteó el primer novillo de su lote. Un utrero exigente que se venía por dentro y que no permitió al novillero relajarse en ningún momento. Cuando le presentó su descarada izquierda para torearlo al natural el novillo se vino recto cogiéndole de lleno. Se libró de la cornada pero no así del severo palizón. Se incorporó el novillero y continuó. Por el derecho también se le había colado sin llegar a prenderlo. La actitud fue encomiable. Trató de ganarle siempre la cara, de imponerse, de mandar. La encastada exigencia mantuvo en alerta al personal. La oreja fue como un bálsamo tras la tensión vivida en la plaza.

El otro novillo de su lote fue el más amplio y alto. Tuvo trapío. Francisco de Manuel sumó a la capacidad demostrada con el tercer la astucia con la que aprovechó la buena movilidad del utrero. Le faltó humillar un punto pero lo compensó con nobleza. La sensación de seguridad del venezolano llegó a los tendidos. Ligó muletazos largos y abrochó las tandas con importantes pases de pecho. La estocada tuvo efecto, se le pidió la oreja con fuerza pero quedó en vuelta al ruedo. La actuación había sido importante por la sensación dejada pero no rotunda como para ser de Puerta Grande.

Alejandro Gardel dejó patente su buen concepto del toreo. Con un primero con muchas opciones y un quinto más deslucido. Marcos no se terminó de entender con un manejable lote.

ABC

Por Andrés Amorós. Oreja a la entrega de Francisco de Manuel en San Isidro

A pesar de la final de la Copa de Europa, acude mucha gente a la Plaza, a la tercera y última novillada de la Feria. Fuente Ymbro lidió ya una corrida seria y encastada, el día 10. También lo son estos novillos, de juego variado; destaca el muy buen segundo. Corta una oreja Francisco de Manuel, se queda cerca de la salida en hombros. Muestran buenas cualidades Marcos y Alejandro Gardel.

Se presenta Marcos: es hijo de empresario taurino, nieto de ganadero; ha debido de torear mucho en el campo. En el primero, se luce, lidiando, Sergio Aguilar; con los palos, Miguel Martín. Brinda a su abuela; demuestra que tiene el oficio bien aprendido pero el novillo se raja y se le va la mano, al matar. Recibe con largas afaroladas al cuarto, que tardea y derriba dos veces. Vuelven a lucirse Martín y Aguilar. Muletea con solvencia técnica y mata caído.

También se presenta Alejandro Gardel, de Pinto, al que apoyó Palomo Linares. El segundo, «Hechizo» (como el magnífico que le tocó a Román), se mueve mucho, transmite. Gardel (García Delgado) se muestra suelto, capaz, mandón, con sobrio estilo castellano. Mata pronto, no bien. En el quinto, deslucido, resuelve con firmeza y seguridad pero mata caído. Otra tarde será.

Cortó una oreja el 1 de mayo Francisco de Manuel. Recibe con buenas verónicas al tercero, que derriba; banderillea vistoso pero desigual. El novillo saca complicaciones. Después de un susto, sufre un volteretón; logra algunos buenos muletazos, en una pelea emocionante, rematada con decisión: oreja. Su entrega llega mucho al público. En el último, vuelve a banderillear con facultades; aguanta con firmeza las bruscas embestidas, en un trasteo emocionante, hasta que el novillo se raja; se vuelca con la espada. No ha llegado a abrir la Puerta Grande pero es seguro que se va a hablar mucho de este novillero.

Espero que, dentro de un rato, en Kiev, Sergio Ramos dibuje unas verónicas, para celebrar el triunfo del Madrid, con el capote que le ha llevado su gran amigo Talavante.

La Razón

Por Paco Aguado. De Manuel se queda en el umbral

El novillero madrileño, de orígen venezolano, Francisco de Manuel se quedó ayer en el umbral de la Puerta Grande. Y todo porque el mismo presidente que premió con amplia generosidad el viernes a las figuras hoy pareció arrepentirse y, recaneándole un segundo trofeo hizo pagar al novel los dispendios de la víspera. Fue de los tres de la terna de ayer el novillero que más y mejor empeño puso ante los encastados novillos de Fuente Ymbro, y en especial ante un tercero que desarrolló visibles complicaciones y que ya le cogió de lleno y con mucha dureza cuando iniciaba la faena de muleta. No se arredró por ello De Manuel, que antes lo había banderilleado con sinceridad y que luego se dispuso a hacerle faena con mucha verdad a pesar de que el utrero se colaba aviesamente por ambos pitones. Aun así, el novel continuó totalmente dispuesto a tirar con temple de sus embestidas, por mucho que el planteamiento tuviera ciertas desigualdades derivadas de las lógicas carencias técnicas de quien apenas acaba de debutar con picadores. Fue, con todo, una faena valiente y decidida, «en novillero», para ser más elocuentes, es decir, demostrando que de verdad quieren ser toreros. Hubo oreja tras una estocada delantera, igual que fue la del sexto, solo que esta vez el presidente generoso no quiso premiarle, aunque volvieron a pedírselo por mayoría. Este otro novillo sacó un inicial punto de genio pero se fue atemperando ante el templado mando de los que siempre quisieron ser largos muletazos de Francisco de Manuel, que dejó ver muy a las claras un toreo de sinceridad y sabor añejo.

Otra nueva estocada delantera precedió a la petición del trofeo que luego negó el espléndido presidente que el viernes valoró de más a las figuras pero que hoy le racaneó el triunfo a un modesto novillero.

Los otros dos novilleros de la terna, Marcos y Ángel Téllez, debutaron en Las Ventas con mucho más rodaje y oportunidades que el triunfador de la tarde, pero ambos se cumplir en sendas faenas que no pasaron de la corrección formal y de un prudente oficio ante novillos que, por nobleza y trapío, solo les pidieron poner algo mas de carne en el asador.

Madrid Temporada 2018.

madrid_260518.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:16 (editor externo)