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Andrés Martínez de León

Coria del Río (Sevilla), 1895-Madrid, 1978

Fue, en el tiempo en que le tocó vivir, un librepensador reconocido por su ingenio, autor de numerosísimas historietas, pintor, ilustrador, excelente cartelista y escritor.

Martínez de León se inició en el arte de la pintura en la Sevilla de los primeros decenios del pasado siglo y se inclinó pronto por el género taurino. Sus maestros fueron los ilustradores de La Lidia, Ricardo Marín y, particularmente, Roberto Domingo. Antes de cumplir veinte años, sus monos, nombre que dieron los sevillanos a sus apuntes de toros, eran muy populares en la capital andaluza.

En 1924 comenzó a publicar cuentos andaluces en El Sol, donde se consagró como maestro de la historieta. En 1926 Biblioteca Giralda editó su Álbum de historietas sevillanas. Poco después, Martínez de León fue seleccionado por la Unión de Dibujantes Españoles para representar a la ilustración española en la Exposición de Nueva York. En 1929 creó a Oselito, protagonista de sus historietas y de sus libros. En 1931 publicó Los amigos del toro o la parte sana de la afición. Reglamento taurino en XXX capítulos, obra ganadora de un concurso convocado por La Voz. En 1932 se inició como cronista taurino en las páginas de El Sol. Dos años más tarde expuso su obra pictórica, con gran éxito, en el Círculo de Bellas Artes, de Madrid. En 1935 viajó a la URSS y conoció de cerca la revolución. Poco después publica Oselito en Rusia, un libro ilustrado veraz e imparcial en el que contó las experiencias de un trianero en el antiguo imperio de los zares. Publicado en pro del Socorro Rojo Internacional, la obra es fruto de se viaje anterior a la URSS como enviado de La Voz, a fin “de gestionar cerca de Stalin la celebración en esa nación de corridas de toros”. Fue publicada por Ayuso en primavera, poco antes de estallar la guerra civil española. Hasta su reedición por la Biblioteca de Autores Sevillanos en 2012, ha sido una rareza bibliográfica perseguida por los coleccionistas.

La guerra civil trastocó la carrera profesional de Martínez de León y lo sacó de su tradicional apoliticismo, del que siempre hizo gala. En 1936 se puso de parte de la “libertad”, en las filas del PCE. Aunque no consta que ingresase como afiliado en el partido, compartió su programa y estuvo en los frentes de guerra animando con sus dibujos y sus carteles a los soldados republicanos. Fue, pues, un compañero de viaje de los comunistas españoles. En 1937 estuvo con Miguel Hernández, Herrera Petere y Pedro Garfias en los Frentes de Jaén y Extremadura y finalmente se refugió en Valencia, donde conoció el final del conflicto. En 1939 fue detenido en Madrid por colaborar con los periódicos rojos y por denigrar a Franco, a Queipo y a las naciones alemana e italiana. Dos años más tarde, Martínez de León era condenado en “procedimiento sumarísimo de urgencia” a veinte años de reclusión mayor por obstaculizar el triunfo de las armas nacionales. Pese a ello, en la navidad de 1943 fue puesto en libertad gracias a la gestión, entre otros, del falangista y ganadero Sancho Dávila.

En 1944, a su salida de la cárcel, Martínez de León se encontró con una España empobrecida y enmudecida. Su vida y la de su familia no fueron un camino de rosas antes de que Aguilar le encargase, en 1954, Los amigos del toro. El toreo, sus males y su remedio, por Oselito, un análisis de la tauromaquia de postguerra y una propuesta para recuperar sus señas de identidad. Con motivo de esta publicación, El Ruedo le concedió en sus páginas una extensa entrevista en la que dialogó con Martínez Palacios de pintura y de toros, y un año más tarde, por recomendación de Gregorio Corrochano, ingresó en Don José, suplemento de humor del diario España de Tánger, en el que colaboró hasta su cierre. Gestos de tolerancia de la Dictadura con un autor proscrito, hasta entonces, por su pasado republicano. En los años sesenta el semanario taurino le ofreció colaborar en sus páginas, en las que publicó historietas y artículos, las Chirivitas Taurinas, un análisis crítico del toreo de su época.

Ahora, la obra de este inconfundible pintor, ilustrador, cartelista y escritor está más viva que nunca: el 18 de mayo de 2012 la Diputación de Sevilla presentó el número diez de la colección Biblioteca de Autores Sevillanos, dedicado a la obra de Andrés Martínez de León. La edición ha sido preparada e introducida por Juan Francisco Canterla González. Transcurridos treinta y cuatro años de su muerte, su obra se hallaba en trance de olvido, una situación que, con seguridad, remontará gracias a la edición de la Biblioteca de Autores Sevillanos, en la que se han integrado sólo sus escritos: Oselito en Rusia, las crónicas publicadas en El Sol entre 1932 y 1935, Los Amigos del toro y las Chirivitas Taurinas. El lector descubrirá, sin duda, en sus páginas un excelente y divertido escritor.

En 1959, la comisión organizadora de las fiestas de San Fermín encargó a Andrés Martínez de León (1895 - 1978) la confección del cartel taurino. Dibujante para numerosas publicaciones, el artista sevillano presentó un original que tenía como protagonista a un toro de extraordinario trapío con las características ideales del toro bravo: cabeza proporcionada, buena cornamenta, cuello corto, acusado morrillo y extremidades cortas. El animal acaba de salir y derrota ante las tablas del burladero tras el que se refugia un subalterno por el aspecto de su terno verde y plata. El toro de certero derrote hace saltar las tablas.

En aquella feria, el ganadero Álvaro Domecq recibió el premio al toro más bravo. El premio otorgado fue ese original de Martínez de León que sirvió para la elaboración del cartel.


Arte y cultura.

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martinez_de_leon.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:23 (editor externo)