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Toros en Pamplona

Viernes, 5 de julio de 2013

Corrida de novillos

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Novillos de El Parralejo bien presentados, de buen fondo y enclasados en la muleta.

Diestros:

Javier Antón: silencio y oreja.

Rafael Cerro: vuelta y ovación.

Posada de Maravillas: silencio y dos orejas, salió a hombros.

Entrada: Dos tercios.

Crónicas de la prensa:

ABC

<img src="http://www.portaltaurino.net/archivos/18961328200600.png"/>Por Andrés Amoros. Posada de Maravillas, primera puerta grande de San Fermín

Los novillos son del Parralejo (procedencia Jandilla), repetidamente triunfadores: son serios y de buen juego. Tres debutantes deben aprovechar el gran escaparate que supone actuar esa tarde en Pamplona, con excelente entrada: da gusto ver tanto público, incluidos muchos niños.

El primer novillo, serio, salta limpiamente al callejón pero luego embiste con nobleza. Javier Antón corre la mano con limpieza, sin estrecharse, por los dos lados pero muestra su inexperiencia al matar. En el cuarto, soso, vuelve a mostrar su estilo recio, firme, pero algo rígido. Mata a la segunda pero los paisanos consiguen para él la oreja.

En el segundo, burraco, Rafael Cerro muestra su buen gusto con capote y muleta, sobre todo en naturales de mano baja. Pierde el trofeo por los aceros pero da la vuelta al ruedo. En el quinto, incierto, que luego mejora, liga muletazos con empaque y mando, en una faena madura, pero vuelve a pinchar. Se le ve seguro, con sitio, excepto con la espada, que le hace pasar un calvario.

Más incierto y parado es el tercer novillo. Posada de Maravillas muestra sus buenas maneras pero no cuaja faena. Mata con gran facilidad. Flaquea el último. Dibuja muletazos de buen trazo aunque el novillo se defiende; logra al final naturales excelentes. Ha tenido el lote menos lucido pero ha apuntado cosas muy buenas. Estocada desprendida: dos orejas y felicísima puerta grande.

Marca

Por Carlos Ilián. Posada de Maravilla abre la puerta grande

Caía la noche en Pamplona, vísperas del chupinazo, con la gente a la espera del gran día de los navarros y un muchacho extremeño se rompió a torear de verdad para gozo de quienes aquí todavía defienden el toreo con gusto y pureza. Ese chico tiene el atrevimiento y el desparpajo para llamarse Posada de Maravilla. Y es que de maravilla fue su faena al sexto.

Sí, con nocturnidad pero sin alevosía, con un toreo del bueno, siempre bien colocado, sin trampa, bordando los naturales, así ha estado el nieto de nuestro entrañable Juan, que lo habrá gozado desde el cielo. El novillo de El Parralejo, con clase, pedía una muleta con tersura y se encontró con la de este muchacho que sobre ambas manos desgranó con cadencia, ritmo y temple exquisito un toreo muy caro. Además se va detrás de la espada con rectitud. Las dos orejas del sexto no fueron el regalo sanferminero de siempre. Dos orejas y una salida en hombros de verdad.

Rafael Cerro tiene tanto temple como buen gusto y la faena del quinto, especialmente por el pitón izquierdo así lo confirmó. Cuando se olvida de la bisutería y del pasito atrás, está mucho mejor. Con la izquierda compuso, por ejemplo, unos muletazos sinceros a tono con la clase del quinto novillo, el mejor de la corrida.Pero la espada es su cruz. El palco le perdonó el tercer aviso. Javier Antón sabe templar pero hace un toreo envarado y rígido. Se llevó un lote para cortarle las orejas y el botín fue escaso. Cortó una oreja barata al cuarto. No se le puede negar, sin embargo, su actitud y su deseo de hacer el toreo con sinceridad y muy por delante, atacando al pitón contrario.

El Mundo

Por Vicente Zabala de la Serna. Posada de Maravillas, dos orejas a una gran novillada de El Parralejo

El tren de macuteros y 'guiris' aterrizó en una Pamplona calurosa, despejada y limpia con casi una hora de retraso. La novillada esperaba al final de la tarde azulada, camino de la noche. En azules, los vestidos de los toreros resumían todos los matices del cielo durante el día. Más de mañana el terno de Rafael Cerro, en tonos de atardecida el de Javier Antón y crespuscular el de Posada, «azul noche» en círculos gays.

Antón debutaba en Pamplona como sus compañeros pero con el aliciente y el aliento de ser de la tierra. De la plaza se quiso escapar su novillo de El Parralejo en un salto hípico al callejón. Su bravura tamizada de clase borró, por las dos manos, la falta accidental, digamos. Javier Antón, preparado y fuerte como para descargar un barco, se dejó el brazo atrás en la suerte final.

Cerro también luce definidas hechuras atléticas. Se hizo presente en un quite por saltilleras en el novillo de su compañero y saludó al suyo con un farol de rodillas y verónicas ganadoras a los medios. Una larga remató la presentación. El burraquito humillaba una barbaridad pero le faltaba un puntito en su noble fragilidad. Rafael Cerro se halla muy hecho, técnicamente sobrado y dispuesto siempre a darlo todo, que es cuantitativamente mucho en faenas tan largas. Faltó la muerte de una estocada rotunda para redondear la pañolada al alza.

Pasa el tiempo que da pánico. El hermoso debut sanferminero de Ambel Posada parecía ayer, y ayer el que debutaba ya era su hermano pequeño, Posada de Maravillas. Al pequeño le tocó el utrero mayor. La seriedad no suele desaparecer por mucho que le des en el caballo. A lo sumo se para, que fue lo que pasó con el torito que no se comía a nadie ni Posada que se dejaba. El espadazo puso un tupido velo.

Javier Antón volvió a tener en su mano la calidad del pitón izquierdo del cuarto. O sea, el lote. El calor del paisanaje puso lo demás hasta la oreja. El quinto de El Parralejo era un tío. Y de principio en capotes no hacía nada bueno ni claro. O eso parecía. La firmeza de Rafael Cerro no dio lugar a la duda en la muleta. Obedeció el toro con su aquél y su potencia especialmente por la convincente izquierda de Cerro, muy atado al piso y profundo tanto al natural como en las dobladas de coda. Pero con la espada naufraga. O como decía Conchita Cintrón: a quien no hace la cruz se lo lleva el diablo. Grave cuestión técnica; valor hay. Como en Madrid en la clasificación de abril, rozó los tres avisos.

Al altón y colorado sexto, Posada le dibujó sus cosas de apertura. Cuando poco a poco, el nieto de Juan se fue dando cuenta de que exigiendo al novillo abajo le soltaba menos la cara y respondía mejor subió muchos enteros. Así llegaron la belleza del toreo al natural y los pases de pecho a la hombrera contraria. Volvió la luz de Olivenza. Otro sabor. Es certero Posada de Maravillas con el acero. La gente se volcó con la estocada; el presidente accedió a las dos orejas. Que le sirvan para afianzarse y crecer. Paladeó la gloria su sonrisa.

La Razón

Posada de Maravillas, primera Puerta Grande de Pamplona

El novillero Posada de Maravillas cortó ayer en Pamplona dos orejas al sexto de El Parralejo, que lidió una buena novillada, y logró la primera Puerta Grande de la Feria del Toro. El extremeño conectó con el público en una faena que fue de menos a más y que brilló especialmente con la mano zurda. Además, remató de una estocada entera, un motivo más para el doble trofeo.

Por su parte, Rafael Cerro perdió el triunfo por fallar con los aceros. El segundo de su lote permitió el toreo templado y profundo, pero el mal uso de la espada impidió mayor recompensa. En su primero, a pesar de sonar los dos avisos, el público sacó a saludar a Cerro tras una faena variada, realizada con despaciosidad. Asimismo, Javier Antón cortó una oreja del cuarto, ante el que dejó muestras de su buen concepto, principalmente, al natural. En su primero, falló con la espada.

Plaza de toros de Pamplona. Primera de la Feria del Toro. Se lidiaron novillos de El Parralejo, de buen juego en general. El 3º resultó más parado. Javier Antón, silencio y oreja; Rafael Cerro, vuelta tras petición y aviso y saludos tras dos avisos; y Posada de Maravillas, silencio y dos orejas. Casi lleno.


Pamplona Temporada 2013.

pamplona_050713.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:18 (editor externo)