Localización: Se encuentra enclavada la dehesa en el municipio de Santa María del Río, San Luis Potosí, estando a 1, 700 metros de altura sobre el nivel del mar.
Divisa: Negro, rojo y gualda
Origen: Santo Domingo es otra de las ganaderías nacionales que se puede considerar como base en la crianza del ganado gravo en nuestro país y por ello, a través de la narrativa del escritor don Agustín Linares García, en su obra sesentera, “Los Toros en España y México”, nos daremos cuenta de ello. “En el año de 1885, los hermanos don Manuel y doña María Ygueravide, introdujeron ganado bravo en la finca de su propiedad llamada Espíritu Santo. Se formó entonces la ganadería con vacas criollas y un semental español de Miura, de nombre ‘Chicorro’, berrendo en castaño y capirote, que trajo a México en aquella época el famoso matador de toros guipuzcoano don Luis Mazzantini. En 1895, adquiere don Manuel cuatro vacas de la misma procedencia, alcanzando la ganadería un sólido prestigio en toda la República Mexicana por la bravura de los toros, que justificaron su buen pie de simiente. Don Francisco del Hoyo, esposo de doña María, en 1916 importó seis vacas y otro semental del hierro miureño. Los azares de la Revolución Mexicana de 1910 a 1919, motivaron en mayor o menor grado la decadencia de todas las fincas ganaderas. Renació entonces la tranquilidad y en 1926 don Manuel Labastida y Peña adquirió la totalidad del ganado de lidia de Espíritu Santo, pasándolo a la finca de Santo Domingo, propiedad de la familia desde tres generaciones atrás, y tomando a partir de entonces este nombre.Se trajeron pues, en 1927, 50 vacas de la antigua ganadería de Cruces, formada con ganado criollo y un toro navarro de Otaolaurruchi. Hubo una nueva cruza de 1929 a 1935, con cinco sementales de don Antonio Llaguno González, propietario de San Mateo. En 1940, con otro toro de Carlos Cuevas. Y en 1945, se agregaron 10 de Torrecilla, de don Julián Llaguno González. Todo el pie de simiente que posteriormente poseyó esta famosa ganadería procedió de lo de Torrecilla, pura sangre del Marqués de Saltillo, contando con más de 300 vacas de vientre.
División: Con motivo de su fallecimiento el 26 de enero de 1961, heredó la ganadería a sus tres hijos Manuel, Javier y Emma Labastida Ygueravide, quienes formaron tres lotes en 1969 y se separaron, siendo don Javier quien conservó el nombre de Santo Domingo. Agregó en 1971 un semental de Garfias, en 1972 uno de San Miguel de Mimiahuápam y en 1976 otro de Garfias. Don Javier falleció el 21 de enero de 1999 en San Luis Potosí y dejó la ganadería en manos de sus sucesores, de los cuales don Javier Labastida Salcedo fue quien se hizo cargo de la vacada.