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Real Maestranza de Sevilla

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Domingo, 7 de junio de 2015

Corrida de novillos

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Novillos de Guadaira (de correcta presentación y juego desigual; el mejor, el 6º).

Diestros:

Francisco José Espada: de azul pavo y oro. Estocada trasera (ovación y saludo) y pinchazo sin soltar, estocada trasera y contraria y descabello (ovación y saludos).

José Ruiz: de verde botella y oro. Pinchazo y estocada (silencio) y estocada (silencio).

Joaquín Galdós: de fucsia y oro. Debutaba en plaza. Estocada trasera (vuelta tras petición) y pinchazo sin soltar y estocada caída (oreja tras aviso).

Banderillero que saludó: Raúl Adrada, de la cuadrilla de Joaquín Galdós, en el 6º.

Presidente: José Luque Teruel.

Tiempo: nublado y ventoso, caluroso al principio.

Entrada: menos de media plaza.

<iframe src="https://player.vimeo.com/video/130044591" width="500" height="275" frameborder="0" webkitallowfullscreen mozallowfullscreen allowfullscreen></iframe> <p><a href="https://vimeo.com/130044591">Resumen Novillada 7 Junio 2015 Sevilla internet</a> from <a href="https://vimeo.com/maestranzapages">Maestranza Pag&eacute;s</a> on <a href="https://vimeo.com">Vimeo</a>.</p>

Crónicas de la prensa:

Lo mejor, lo peor

Por Sandra Carbonero

Lo mejor: Galdós sorprende de nuevo. El novillero peruano Joaquín Galdós ha tenido una estupenda carta de presentación en la Maestranza, además de lucir una auténtica reliquia al hacer el paseíllo con un capote de Juan Belomente. Una oreja se llevó sólo al esportón, pero sabe a poco después de la lección de capacidad, inteligencia y torería que despliega allí por donde pasa. El trofeo lo obtuvo del sexto, un novillo con motor y transmisión. En los primeros compases, dejó una gran serie con la diestra arrastrando la muleta. Los naturales que brotaron después también fueron templados y profundos. En el tercero, ya había sembrado detalles muy buenos pero sin llegar a rematar. Espada estuvo a punto de tocar pelo también en el cuarto, pero su apellido es su cruz. El madrileño está perdiendo muchas orejas por no matar bien. Muy firme estuvo con este animal que tenía buenas condiciones y que supo aprovechar las buenas acometidas por el pitón derecho. Se pudo ver su oficio con el primero, aunque la faena no terminó de calentar los tendidos.

Lo peor: Un camino largo que recorrer. El peor lote cayó en manos del sobrino-nieto de Curro Romero, que andaba en los tendidos viendo su evolución. José Ruiz Muñoz pasó por Sevilla desdibujado. Sin plasmar la huella y la esencia que gota a gota fue dejando la pasada temporada. Ojalá sólo sea un bache pasajero y recupere sus buenas formas.

ABC

<img src="http://www.apcnet.org/archivos/LorenaMunoz.jpg"/>Por Lorena Muñoz. Perú conquista la plaza de Sevilla

En tan sólo cuatro días, dos novilleros peruanos han triunfado en la Real Maestranza. El día del Corpus fue Roca Rey y ayer Joaquín Galdós quien dio una vuelta al ruedo y cortó una oreja del sexto, un novillo importantísimo de esos que te hacen firmar un buen número de novilladas. Y es que del encierro de Guadaira sirvieron al menos cuatro.

Galdós se presentó en Sevilla muy arropado por sus partidarios y con un lote muy propicio para el triunfo. Lidió un tercer novillo encastado que derribó al picador en el primer puyazo, empujó con codicia en el segundo y llegó al tercio final con prontitud en los cites, sobre todo por el izquierdo. En el centro del anillo fue la faena a la que le faltó continuidad para ser rotunda. Sí estuvo contundente con los aceros y dio una vuelta al ruedo.

Con el que cerró plaza Galdós estuvo firme y decidido en un inicio por estatuarios de nuevo en los medios. Se adornó al natural y pronto cogió la medida de un magnífico ejemplar de Guadaira, que humilló, fue repetidor y tuvo buen son por el izquierdo. El limeño pudo torear a placer en muchos compases de la faena, acompañada de la música.

Francisco José Espada dejó una buena impresión con el precioso jabonero que abrió plaza -al que Ruiz Muñoz hizo un quite por chicuelinas- con el que estuvo templado en una labor correcta a la que le faltó emoción. El de Guadaira hizo amago de rajarse y el madrileño consiguió meterlo en la muleta, a la que fue mejor por el pitón derecho pero con un punto de sosería que no permitió romper la faena hacia delante. El resultado fue ovación para el novillero y para el novillo en el arrastre.

Para las verónicas de su recibo al cuarto fueron los primeros olés de la tarde. Manejó con gracia y temple el capote ante la embestida repetidora del novillo que fue de largo al peto. Y con distancia lo citó Espada, desde el centro del ruedo después de brindar al público. La primera serie fue prometedora y lo cierto es que la faena fue correcta, sonó la música de Tejera y hubo buenos momentos, con un astado noble que obedeció a la muleta hasta el final. Falló con la espada el de Fuenlabrada y saludó otra ovación.

Ruiz Muñoz, que repetía actuación en la Maestranza esta temporada, pechó con el lote con menos opciones del encierro. Topó con un segundo de Guadaira que llegó paradísimo a la muleta, de la que salía suelto y sin fijeza. Lo intentó con la izquierda pero no pasó de voluntarioso. El quinto tampoco le ayudó en una labor anodina y sin transmisión alguna que dejó casi inédito al novillero de Puerto Real, que ya apuntó cosas interesantes el año pasado en esta plaza y al que de nuevo vino a ver el maestro Curro Romero.

El Mundo

Por Carlos Crivell. Galdós, otro peruano con futuro

La novillada de Guadaira se dejó torear. Los novilleros pudieron expresar sus maneras. Las de Espada son las de un torero de formas clásicas al que le cuesta que el espectador entre en su labor. El sobrino nieto de Curro Romero volvió a recordar a su antepasado, allí arriba en la grada del 7, en algunos detalles, pero por desgracia evidenció pocos progresos del año pasado a la presente. El peruano formado en Málaga Joaquín Galdós se inscribe entre los nuevos toreros dignos de ser seguidos por su capacidad, temple y valor.

La novillada de Guadaira ofreció más posibilidades que lo que consiguieron los aspirantes. El jabonero que abrió plaza, aunque llevó la cara alta, embistió mucho a la muleta de Francisco José Espada. El de Fuenlabrada toreó, pero este diestro es muy de derechas. Cuatro tandas simplemente correctas con la diestra antes de probar la izquierda, pitón que resultó también potable. La faena fue fría y no llegó al tendido.

Mejoró con el cuarto. Se llevó el lote bueno. Los lances a la verónica del saludo fueron espléndidos, ganando terreno y moviendo los brazos con gracia y soltura. La faena volvió a ser un curso de derechazos, ahora con mejor expresión y mucha ligazón. Cuando se liga se triunfa. Espada estuvo bien y debería haber estado mejor. Se le esfumó toda posibilidad de trofeo con el estoque.

La tarde fue ingrata para José Ruiz Muñoz, que no sólo sorteó el peor lote sino que anduvo con ciertas precauciones en sus dos novillos. El segundo fue descastado, se rebrincó mucho y repartió cabezazos en todo momento. El quinto prometía más pero dejó parte de su vida en la suerte de varas y llegó aplomado a la muleta. Ahora hubo voluntad, pero se podía haber entregado con mayor entusiasmo.

El peruano Joaquín Galdós demostró temple y capacidad. Intervino en quites variados y logró alguna verónica estimable. El tercero embistió de forma irregular, a veces con cierta clase y otras con un gazapeo molesto. Galdós compuso una faena con rasgos inteligentes. Alternó ambos pitones con una notable clarividencia. Los naturales del final, sin posibilidad de ligazón, fueron muy templados.

El sexto fue muy bueno y Galdós lo aprovechó para torear con muletazos largos y templados en una faena completa. Hubo pases con limpieza, muy buena expresión y colocación perfecta. Los circulares fueron la guinda de su labor. La oreja tras pinchar cayó con justicia. Otro peruano a la palestra.

El Correo de Andalucía

Por Álvaro Rodríguez del Moral. Dos o tres novillos para triunfar

Hubo dos novillos malos, pero que muy malos dentro de un envío ofensivo en el que cupo hasta un zambombo impresentable -hablamos del quinto- que cantaba su mal juego desde la mismísima puerta de chiqueros. También se pudo anotar el juego de dos ejemplares de medio tono -primero y tercero- con algunas tecla que tocar pero, sobre todo, saltaron al ardiente albero baratillero en cuarto y sexto lugar dos ejemplares de buena nota que debían haber cambiado el titular de la crónica.

El primero de ellos correspondió a Francisco José Espada, que venía con los galones ganados después de quedarse solo ante el peligro en Las Ventas. Pero antes había despachado el jabonero que rompió plaza, noble, rebrincadito y tan soso en la muleta como la propia labor del madrileño, que compuso un trasteo correcto en la forma, firme si se quiere, pero tan ayuno de expresión, tan falto de sabor, que dejó a la escasa parroquia tan fría -o acalorada- como estaba. Cambió las tornas manejando el capote con infrecuente temple y sentido clásico al parar a ese cuarto que fue picado con precisa brillantez por Victoriano García. Después de algunos titubeos, el toro rompió definitivamente en la muleta de Espada que, ahora sí, cuajó varias rondas de muletazos por uno y otro lado -por el izquierdo le faltó meter más los riñones- en las que hubo acople entre toro y torero y expresión hacia el tendido. Hubo algunos fallos de planteamiento, también pasos perdidos entre muletazo y muletazo y sin saber cómo, la faena entró en un limbo argumental que acabó por enquistarse en la punta de su deficiente espada. Si hubiera entrado pronto y bien le habrían dado la oreja.

Pero decíamos que el sexto fue otro animal de excelencias que permitió al peruano Joaquín Galdós enseñar algunas de las muchas cosas que se cuentan de él sin terminar de redondear por completo. Está nuevo y hay que darle tiempo al tiempo pero, más allá de la solvencia del chaval, hay que exigirle que se embraguete más con los novillos. Hubo demasiados dientes de sierra en la faena a ese sexto que seguía deslizándose con clase e importancia en los muletazos cambiados y circulares que sirvieron de epílogo a una labor en la que hubo muchas cosas buenas pero otras por mejorar. Antes había logrado meter en la canasta por el lado izquierdo a un tercero informalote al que sí supo entender. Seguimos pendientes del chaval

Dejamos para el final el preocupante estado de forma y fondo de Ruiz Muñoz, estrella declinante que se llevó los dos garbanzos más duros del envío de Guadaíra. Entra en zona de peligro.

Diario de Sevilla

Por Luis Nieto. Galdós firma los mejores capítulos

El novillero limeño Joaquín Galdós, de 19 años, que debutaba ayer en la Maestranza, firmó los mejores capítulos de una función novilleril de la Maestranza en la que se lidió un encierro desigual de Guadaira.

Este Galdós, con prosa firme y trazo templado en sus muletazos fue ovacionado y aplaudido a lo largo de su actuación, consiguiendo el único trofeo del festejo. Al tercero, de juego manejable, no lo pudo torear con la capa, pues se frenaba. El peruano, con las ideas claras, lidió bien y sacó partido al astado sin hacerse pesado -¡Noticia en estos tiempos de faenas interminables!-. El novillo propinó un tremendo batacazo al piquero Felipe López cuando giraba con el caballo para citarlo. En los medios, el diestro realizó una faena medida en la que prevaleció el temple. Así, destacó en una serie diestra y otra con la zurda, rematada con un afarolado y un pase de pecho. A base de consentir al novillo, que no era boyante, se impuso con buenos y bellos naturales. Se tiró con fe y enterró la espada, desprendida. Dio una merecida vuelta al ruedo, tras petición.

El sexto, un novillo largo y mugidor desde el tercio de banderillas fue bien picado por Leiro y banderilleado con brillantez por Raúl Adrada, Joaquín Galdós apostó fuerte en una faena en los medios que brindó a su familia. Comenzó en la misma boca de riego, con dos estatuarios en los que el novillo acudió desde muy largo -en el segundo esquivó con reflejos una colada-. Tras una serie vibrante por la ligazón y el temple se arrancó la música. En otra, hubo ajuste. Con la izquierda, por donde el novillo se quedaba corto, extrajo otra serie corta meritoria. Luego, utilizó recursos, como cambios de mano para continuar hilvanando muletazos y mantuvo la atención del público con circulares invertidos y un cierre con ayudados, ya con el astado parado. Mató de pinchazo y estocada entera y escuchó un aviso al dilatarse el trasteo. El público solicitó el trofeo, probablemente por el conjunto de su actuación. En esta ocasión, la presidencia concedió la oreja.

El resto del espectáculo bajó muchos enteros. Francisco Javier Espada, que también hacía su presentación en el Coso del Arenal, contó con un buen lote. Con el llamativo jabonero que abrió plaza, astifino, que acometió con movilidad y nobleza y fue a menos, realizó una labor larga y correcta, de muchos muletazos, pero carente de profundidad. Lo mejor, la estocada. Con el cuarto, cornidelantero, largo, que acometió bien tras la capa, Espada jugó muy bien los brazos en airosas verónicas. Bien Victoriano García en dos puyazos medidos. El animal llegó con movilidad, repetición, nobleza y humillación al último tramo en el que Espada realizó una faena desigual, con momentos intensos y pasajes sin apenas emoción. En los medios comenzó bien con la derecha, con dos series con ligazón. Luego, acortó las tandas y la labor perdió gas, como el novillo. Cerró con circulares y un arrimón. Y no estuvo acertado con los aceros.

José Ruiz Muñoz se estrelló con el peor lote. En su primero, descastadito, Galdós logró lo mejor en un quite por chicuelinas. Ruiz Muñoz no consiguió dar con las teclas del complicado animal en la muleta, que por el pitón derecho se metía y acometía mal por el izquierdo.

Con el quinto, ¡un toro en presentación!, pero que resultó manso, noblón y huidizo y que se rajó de inmediato, el trasteo de Ruiz Muñoz duró un suspiro.

Sin duda, la tarde tuvo acento peruano. Nuevamente. Porque los aficionados todavía rememoraban la gran talla que dio otro limeño, Roca Rey, el pasado jueves. En esta ocasión, nos encontramos con un Galdós que firmó los mejores capítulos de la entretenida función en la Maestranza.


Sevilla Temporada 2015.

sevilla_070615.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:21 (editor externo)