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Real Maestranza de Sevilla

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Jueves, 19 de junio de 2014. Corpus Christi

Corrida de toros

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Toros de Montealto (2º, 3º, 4º y 6º) y Cayetano Muñoz (1º y 6º). 2º, de vuelto por debilidad en extremidades; 1º sobrero, de Cayetano Muñoz; 6º, devuelto por debilidad en extremidades; 2º sobrero, de Conde de la Maza. Bien presentados en general, con diferente juego. El mejor, el lidiado en 6º lugar, de Conde de la Maza, aplaudido en el arrastre.

Diestros:

Agustín de Espartinas. De violeta y oro con remates negros. Estocada (silencio); estocada (silencio).

Antonio Nazaré. De verde manzana y oro. Estocada caída, descabello, aviso, dos descabellos (saludos desde el tercio); pinchazo que escupe, estocada (saludos desde el tercio) .

Pepe Moral. De crema y oro. Estocada algo caída (vuelta al ruedo tras petición de oreja); estocada trasera (dos orejas).

Banderilleros que saludaron: Agustín González y Pérez Valcárcel, de la cuadrilla de Pepe Moral, en el 3º de la tarde.

Presidente: Gabriel Fernández Rey.

Incidencias: Los tendidos y la Casa de la Maestranza fueron exornados con reposteros, gallardetes y banderas con motivo de la proclamación de Felipe VI.

Tiempo: soleado y caluroso al principio.

Entrada: menos de media plaza.

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Crónicas de la prensa:

Puerta de Arrastre

Por Santiago Sánchez Traver

Corrida del Corpus, la plaza engalanada por la coronación de un rey en el siglo XXI. Eso sí, los tendidos muy vacíos, pero no más que en los últimos años en esta fecha. Pero el festejo mereció la pena, aunque hubiera tres toreros locales, de la provincia, Espartinas, Dos Hermanas y Los Palacios, jugándose el tipo y media carrera, como cada vez que hacen el paseíllo. Todavía no entiendo por qué hubo que remendar con dos toros el encierro de Montealto, provocando devoluciones y que en la Puerta del Príncipe me acosaran reventas para que les vendiera las entradas que me sobraban. Hubo toros potables y el peor lote se lo llevó Agustín de Espartinas que poco pudo hacer a pesar de su voluntad. Antonio Nazaré ha hecho un gran esfuerzo por estar esta tarde en la Maestranza, a duras penas recuperado de una grave lesión. Y hay que reconocérselo, así como las tandas de calidad que instrumentó al segundo y los detalles al quinto. Pero lo mejor llegó en el último, segundo sobrero de Poli Maza de un juego extraordinario -se ha ganado la inclusión en los carteles del 2015- para un inspirado Pepe Moral que lo bordó con la izquierda. Lo que es estar dispuesto y preparado aunque no se toree nada. Y así acabó la corrida del Corpus: la vimos pocos, pero quedó aroma de romero y recuerdo de un gran toro.

Lo mejor, lo peor

Por Sandra Carbonero

Lo mejor: El toreo excelso de Pepe Moral. Era la tarde la corrida del Corpus. La de la proclamación de Felipe VI como Rey de España. La de los sevillanos. Pero al final acabó siendo la de Pepe Moral. La despaciosidad de su toreo ha emocionado hoy a la Maestranza con sus verónicas barrocas a cámara lenta y sus naturales estéticos y llenos de torería y buen gusto. Un auténtico lío le montó al sobrero sexto de Conde de la Maza que causó el deleite de los allí presentes. Su toreo al natural templado, ligado, arrastrando la muleta por albero sorprendió a muchos al igual que los cautivó. Cinco años sin pisar la Maestranza, su plaza, eran muchos. Nazaré reaparecía hoy en Sevilla tras la lesión que sufrió en Madrid. El sevillano estuvo muy firme y por encima de su lote. A su primero le instrumentó un par de series que si no llega a ser porque el toro se paró demasiado pronto le hubiera cortado algún trofeo. Con el deslucido quinto se pegó un auténtico arrimón

Lo peor: Oportunidades dispares. Agustín de Espartinas buscaba la oportunidad necesaria para triunfar y verse anunciado en otras plazas. Pero la mala fortuna hizo que sus oponentes no le dieran ni un rayo de esperanza. Era la tarde Pepe Moral.

El Correo de Andalucía

Por Álvaro Rodríguez del Moral. Cuidado con Pepe Moral

La sorpresa lo fue para algunos pero no podía serlo para los que -a pesar del tiempo transcurrido- seguían confiando en las grandes posibiliades de este diestro palaciego que ha sacado lo mejor de sí mismo en estos años de ostracismo. Manolo Cortés, ese Pigmalión de toreros, tiene algo que ver en la forja secreta de este sólido torero que había desaparecido del mundo después de su confirmación madrileña. Pero los que saben seguir el hilo del toreo no podían olvidar aquella faena entregada y firme, vestido de corto, con un torazo de Torrestrella en la portátil invernal de Los Palacios. Allí comenzó un eclipse que no logró doblegar confianzas.

Pepe Moral era el tercer espada del empeño. Antes de comenzar el festejo ya sabíamos que el encierro anunciado de Montealto había tenido que ser remendado con dos toros de Cayetano Muñoz, más un sobrero del mismo hierro al que hubo que sumar oun tercer reserva del Conde de la Maza que permitió revelar los mejores registros del diestro palaciego. El torero ya había enseñado las cartas que jugaba con un tercero de buena condición al que le faltaron pilas. Pero Pepe Moral supo mostrarse firme, hondo y profundo en una faena que exprimió a tope las condiciones de ese animal. El trasteo, rotundo, no tuvo el mismo hilo por un pitón izquierdo y a la defensiva que acabó siendo el freno definitivo de los bríos del ejemplar de Montealto, que se acabó parando. La espada tampoco estuvo a la altura pero el conjunto de su labor validó esa vuelta al ruedo que le tuvo que saber a gloria.

Algunos pensamos que lo mejor aún podía estar por venir. Pepe se había estirado de verdad al recibir al sexto de la tarde, que fue devuelto después de un mal encuentro con el caballo. No importó. El torero sabía que era la tarde de su vida. Y tenía las teclas necesarias para resolverla. El sobrero del Conde de la Maza no puso las cosas fáciles al principio pero el buen fondo que escondía sólo podía ser extraído gracias a la entrega sin fisuras del torero, que echó la moneda al aire cuando tomó la muleta con la mano izquierda. La faena tuvo dos fases diferenciadas: hubo un primer tramo de toreo rotundo, arriesgado y perfectamente dicho al natural al que siguió un despliegue definitivo, espatarrado, con la muleta arrastrada y el trazo hondo que terminó de convencer a todo el mundo. Pepe resolvió la papeleta, mostró sus enormes posibilidades y llenó de expresión e ilusión una plaza que había sido vestida con sus mejores galas para la proclamación de Felipe VI. El final de la faena, vuelto a la mano izquierda, amarró ese segundo trofeo que estaba cantado en la punta de su espada. Paso y cancha para Pepe Moral.

Lástima que Antonio Nazaré -reaparecido de ese complejo percance sufrido en Madrid, la misma tarde que se tuvo que suspender el festejo isidril por heridas de los tres matadores- no tuviera toros para rentabilizar los sinceros esfuerzos que hizo con sus dos enemigos. Se había entregado de verdad con el segundo, que le duró un suspiro. El quinto, violento y bruto, le dio muy pocas opciones aunque volvió a mostrar la calidad de su mano izquierda. Abría el cartel el diestro Agustín de Espartinas, que mató bien a un primero de escasas opciones y mostró pocos recursos con un cuarto que engañó al principio pero que acabó claudicando en la faena. Pasó muy de puntillas…

El Mundo

Por Carlos Crivell. Paso libre a Pepe Moral

Así es el toreo. Pepe Moral, de Los Palacios, no toreó ninguna corrida en España y Francia en la pasada temporada. Tenía su oportunidad en la corrida del Corpus, lo mismo que sus compañeros, y se agarró al tren que pasaba para subirse y seguir soñando con ser torero. Y es torero. Estaba preparado para poder gritar a los cuatro vientos que en sus muñecas hay torería, que sabe templar las embestidas, que su capote se mueve con suavidad, que maneja la izquierda con temple y consumado estilo, y que se tira a matar por derecho para romper estas barreras que le han cerrado el paso hasta esta corrida del Corpus. Si la Fiesta tuviera cordura, Moral estaría en ya algunos carteles que aún no están cerrados. El problema es que la justicia brilla por su ausencia en el toreo y que las empresas y los públicos prefieren la parafernalia morbosa a un torero de cuerpo entero que le cortó dos orejas de verdad a untoro del Conde de la Maza en Sevilla

Su tarde fue completa. Manejó el capote con soltura y gracia. La verónica surgió limpia y ganó terreno en cada lance. Se encontró con un toro de Montealto de embestida suave y de poca duración en primer lugar. Dos tandas con la derecha con cadencia y buen gusto precedieron al final del animal ya con el freno echado. Quedó la impresión de un torero dispuesto, pero también con calidad en sus telas.

El sexto titular de Montealto se fue a los corrales por flojo. Salió un cinqueño pasado del conde de la Maza, de hechuras perfectas. Bajo, bien armado, largo, enmorrillado, un toro de una vez. Y como si recordara a sus orígenes de Núñez, el del Conde fue a más durante la lidia perfecta de la cuadrilla de Pepe Moral. Ya al titular devuelto le había enjaretado cinco verónicas enormes. El toro del Conde fue a más, en bravo, tal vez con las fuerzas justas, pero con ese tranco de más para que una muleta templadísima, con el toque justo para abrir el recorrido de 'Farrucoso', lograra el milagro del toreo grande al natural. Fue una bendición de las que nos reconcilia después de tantas tardes de poca monta. Pepe Moral se encontró con el toro de su vida y lo aprovechó. Cada tanda de naturales era un prodigio, había encontrado la distancia justa, algo en corto, para llevar toreado a un animal que metió el morro en el suelo embelesado por una muleta que parecía un imán para conducirlo. Naturales de extensión superior, rematando por debajo de la pala del pitón, para acabar con los de pecho. Y también por la derecha embistió el del Conde. Suerte para el torero y suerte para el toro. La simbiosis ideal. Estaba escrito. Un cinqueño pasado era la piedra de toque para que un torero en el ostracismo surgiera a la vida torera. Lo mató a la primera y cortó dos orejas de una plaza que se frotaba los ojos al ver el milagro de la unión de un toro bueno y un matador a su altura.

Agustín de Espartinas acusó su inactividad. El primero de Cayetano Muñoz se dejó por ambos pitones, pero el diestro anduvo impreciso. Se fue a portagayola en el quinto como demostración de su voluntad. Se lo brindó a Antonio Titi. Su labor fue discreta con un toro de poco juego, parado y reservón. La estocada fue lo mejor de su paso por Sevilla.

Antonio Nazaré, que reaparecía tras su percance de Madrid, lidió un sobrero de Cayetano Muñoz que se dejó por el lado derecho. Nazaré logró completar algunas tandas de buen temple aunque ya fue menos vistosa la forma de citar dejando la pierna de entrada por delante. El toro, sin embargo, duró poco tiempo. El quinto, un toro de hechuras muy hermosas, solo le permitió un arrimón casi desesperado en su intento de justificar su tarde. A Nazaré se le notó en algún momento que aún no estaba recuperado.

Final emocionante con una ovación para el arrastre de 'Farrucoso' y con Moral a hombros. Paso libre a este torero.

ABC

<img src="http://www.portaltaurino.com/images/criticos/fdo_carrasco.jpg"/>Por Fernando Carrasco. Pepe Moral triunfa de manera plena en Sevilla al cortar dos orejas

Hay que quitarse el sombrero ante Pepe Moral, matador de toros de Los Palacios que el pasado año no se vistió de luces y esta temporada era la primera vez que lo hacía.

Y no sólo ha triunfado en la corrida del Corpus sino que ha dado una lección de toreo de calidad, de toreo puro, de mano baja; de ligazón y profundidad. Tanto en su primero, hasta que se acabó —muy pronto— como en el sobrero sexto del Conde de la Maza, un toro con mucho trapío y bravo, repitiendo y que cuando le adelantó al muleta Pepe Moral se la quiso comer.

Pero el de Los Palacios, que le había recetado unas verónicas muy acompasadas en el recibo, supo administrar y templar las embestidas del condeso. La primera serie diestra no tragó del todo pero cuando le echó la pañosa a zurdas, el de «Arenales» dijo «allá voy» y comenzó a tomar con avidez los trastos. Y ahí vimos la profundidad y los muletazos hasta detrás de la cadera de Pepe Moral, tirando del astado, llevándolo templado, bajando la mano.

Puede, querido lector, que piense que el cronista es un exagerado —que para eso soy sevillano—. Ni de lejos, oiga. La faena de este torero que se vestía por vez primera en dos años de luces fue de «lío gordo», como dicen los taurinos. Tres series, tres, al natural de una lentitud y largura en los muletazos excelsa. Y luego una más con diestra bajando la mano. Y antes de enterrar el acero una postrera sobre la izquierda quitadas las manoletinas.

De verdad, faena de torero cuajado pero, sobre todo, de torero muy placeado, cosa que no tiene Pepe Moral. Dos orejas de ley. Si hay justicia en el toreo Pepe Moral tiene que funcionar. Si no, es para quitarse de esto, de verdad. Y_loor, que no se olvide, al toro del Conde de la Maza.

Porque también rayó a gran altura en su primero, al que toreó muy bien a la verónica, principiando la faena con dos pases cambiados por la espalda para templar en redondos diestros muy sentidos. Otra más así. La faena parecía que iba a ser importante pero el de Montealto se vino abajo cuando quiso torearlo al natural y ya se paró. A pesar de ello mostró oficio y pudo haber cortado la oreja. Dio la vuelta al ruedo.

Un tío fue el primero de Cayetano Muñoz con el que Agustín de Espartinas, que también torea poquísimo, veroniqueó con gusto. El astado se desplazó en los comienzos de faena pero sin la franqueza necesaria. Peor por el izquierdo. Voluntad en el espartinero, que acortó distancias.

Manso fue el cuarto, de Montealto, con el que Agustín se fue a portagayola y sólo pudo ver cómo su enemigo daba medias embestidas y estaba loco por irse a tablas. Lo intentó sin recompensa alguna. Buen nivel de Nazaré

Antonio Nazaré —esfuerzo tremendo al reaparecer un mes después de la grave lesión de ligamentos sufrida en Madrid— cuajó al sobrero de Cayetano Muñoz en las series diestras, donde templó en muchos momentos de la faena. Por ahí vinieron los mejores pasajes de un trasteo que, por mor de las condiciones del astado, se vino abajo cuando lo intentó al natural.

Brusco fue el quinto aunque repitió en los primeros compases de la faena. Había que atemperarlo, algo que intentó el de Dos Hermanas, si bien cuando se echó la muleta a la izquierda el de Cayetano Muñoz se paró y dijo que no pasaba. Ahí acabó todo.

Toromedia

Pepe Moral corta dos orejas en el Corpus

Agustín de Espartinas dio algunos lances estimables al primero de la tarde, que posteriormente derribó al caballo en el primer puyazo. En la muleta el toro no fue fácil y el torero sufrió varios tropiezos que impidieron que la faena tomara vuelo. Lo más destacado fue la estocada. Silencio.

Al cuarto lo recibió a portagayola y después lo toreó a la verónica con garra. En la muleta, el de Montealto se rajó después de la primera serie y eso limitó la faena de Agustín de Espartinas, que lo intento sin obtener resultado. Mató bien.

El segundo de la tarde fue devuelto después de dar dos volantines que mermaron su fuerza. En su lugar salió un sobrero de Cayetano Muñoz con el que no hubo lucimiento de capa. A la muleta llegó algo parado pero Antonio Nazaré lo entendió bien y le sacó dos buenas series con la derecha que hicieron sonar la música. En la tercera tanda por ese pitón tuvo que tragar más. Cuando cambió a la zurda el toro estaba agotado y al volver a la derecha la faena no pudo seguir creciendo. Mató de estocada y dos descabellos. Ovación tras aviso.

El quinto fue un toro de Cayetano Muñoz muy brusco en su embestida que además no humillaba. Nazaré estuvo dispuesto con él y llegó a atemperar sus brusquedades hasta sacarle todo el partido en una labor de mucho mérito que terminó en arrimón. Fue ovacionado.

Pepe Moral se lució en el recibo al tercero, destacando las tres medias con las que cerró el saludo capotero. En banderillas se desmonteraron Agustín González y Manuel Pérez Valcárcel. Moral comenzó la faena con buen gusto, dejando una buena serie con la derecha a la que siguió una segunda muy templada. Por el izquierdo el toro se defendió y la faena bajó de intensidad. Cuando volvió a la derecha el toro ya no tenía fuelle pero el torero supo extraer los últimos muletazos a base de disposición. Mató de estocada baja y dio una vuelta al ruedo.

Pepe Moral toreó muy bien a la verónica al sexto, toro que se lastimó en su encuentro con el caballo y fue devuelto. Salió un sobrero del Conde de la Maza al que el torero de Los Palacios entendió muy bien e hizo romper, logrando momentos importantes sobre todo al natural. Hubo dos series excelentes por ese lado que crearon ambiente de triunfo. Remató con dos buenas series por la derecha y siguió hasta exprimir al toro del Conde de la Maza, haciendolo todo con mucha verdad y buena estética, lo que caló hondo en el público, que le pidió con fuerza las dos orejas que el presidente concedió.


sevilla_190614.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:12 (editor externo)