Santander: 22 asociaciones del mundo rural, la tauromaquia y el deporte firman declaración

Declaración de Santander contra el animalismo

Las señas de identidad de un pueblo se crean a partir de un conjunto de creencias, tradiciones, historia compartida, manifestaciones culturales o actividades económicas. Nuestra cultura occidental ha tenido al ser humano en el centro de esos elementos que forjan la identidad, en un respetuoso equilibro con los animales y la naturaleza, una relación que ha conformado una parte relevante de nuestros ecosistemas, economía, cultura, gastronomía o tradiciones. Sin embargo, en los últimos tiempos avanza una ideología animalista que intenta alterar por la fuerza todo nuestro rico legado patrimonial y de identidad, presentando una pretendida igualdad entre animales y hombres. Y trata de imponerse una nueva ideología todavía más radical, llamada antiespecista, que promueven una extravagante equiparación entre animales y hombres, reduciendo unos y otros a la categoría de “seres sintientes”, eliminando por lo tanto la dimensión ética y consciente del ser humano, degradándolo así al no reconocerle las especificidades que hacen del mismo un ser único dotado de una dignidad inalienable. El animalismo y el antiespecismo son ideologías que no buscan lo mejor para los animales, aspiración con la que todos estamos comprometidos, sino igualarlos a los hombres, algo contrario a la naturaleza de ambos y su distinta dignidad. La implantación de estas ideologías tendría resultados catastróficos, ya que supondría el fin de nuestra identidad cultural, además de sentenciar cualquiera de las innumerables actividades relacionadas de alguna manera con los animales. Por todo lo anterior, y frente al avance de la ideología animalista y antiespecista, declaramos: 1.- Que la cultura y la identidad de un pueblo las configuran sus gentes sin imposiciones externas, con el único límite de los derechos humanos y las libertades fundamentales, de conformidad con la Convención de la UNESCO para la salvaguardia del Patrimonio cultural inmaterial de 2003 y la Convención de la UNESCO sobre la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales de 2005. 2.- Que nos oponemos a las ideologías animalista y antiespecista y sus intentos de uniformar el pensamiento, tratando de imponer una nueva realidad cultural, económica y social. 3.- Que instamos a las autoridades a legislar a favor de la preservación de la pluralidad de tradiciones, elementos culturales, económicos y ecosistemas organizados en torno a nuestra relación con los animales.